XVI

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«It's like screaming and no one can hear. // Es como gritar y que nadie pueda oírte.
No one will ever understand how much it hurts, // Nadie entenderá nunca cuánto duele.
We found love in a hopeless place //Encontramos amor en un lugar sin esperanza. »


Me desperté por al sonido de la alarma.
Tenía que trabajar, y eso significaba tener que ver a Niall, algo no sabía muy bien si me convenía o no.

Se fue de casa de Darrell sin decir nada, después de todo lo que pasó la noche anterior, al menos podría haber dicho un "gracias" o un "soy un gilipollas".

Jamás comprenderé a Niall.

Salí de casa e hice el camino de siempre. Siempre me ha gustado ver cómo las calles cambiaban a medida que te aproximas a la "otra zona".
Se empiezan a llenar de pintadas en las paredes, botellas rotas y colillas aplastadas.

Cuando llegue al supermercado, Marian estaba en la puerta mirando unos papeles.

-Oh, al fin llegas niña, ¿sabes dónde está Niall?- preguntó frunciendo el ceño.

Como no, Niall no se había molestado en aparecer. Estoy segura que la resaca le había dado un gran golpe, o a lo mejor está tan acostumbrando que ya es inmune a ella.

Quién sabe.

Dude en cubrirlo, ¿que remedio tenía?

-Esta comprando un mechero, ahora viene- dije intentando mantener la calma.

-¡Ese chico se va a matar si sigue fumando!- bufó rodando los ojos- Bueno, yo me voy ya, dile que tiene que etiquetar todos los productos-

Hice una mueca y fui directa al cuarto para ponerme el uniforme.
Eso significaba que tenía que hacerlo todo yo. Cuando salí, Marian ya se había ido.
Comencé a hacer la cuentas de la semana pasada, siendo consciente que esto iba para un largo rato.


(...)


Cerré con llave asegurándome de no haberme dejado nada. Había sido un día muy duro de trabajo, me dolían las manos y los pies.
Salí dos horas más tarde de lo normal, ya era de noche y las calles estaban vacías.

No pude evitar recordar lo que paso hace unos cuantos días.
Aquel día en el que hubo un tiroteo y Niall me saco de ahí, llevándome a su casa.

Aquel día yo era lo más parecido a un flan. Después de eso, mi miedo era consiente del peligro de este barrio, y andar sola por aquí a altas hora de la noche, no era mi pasatiempo favorito.

Una tos falsa me saco de mis pensamientos, haciendo que me gire brutalmente.

Era Niall, me miraba con culpabilidad y una pequeña sonrisa asomó de sus labios.

Una parte de mi se relajó al verlo por dos motivos:
-El estaba bien.
-Me sentía más segura a su lado.


-Siento no haber ido hoy a trabajar- se acercó a mí lentamente- El dolor de cabeza no me permitía salir de la cama-

Se puso enfrente mío y sus ojos recorrieron mi cara, como si tuviera miedo de no volver a verme.

Me di la vuelta intentando no ablandarme.

No podía seguir así.
No era justo para mí, ni para el.
Se estaba destrozando la vida con esas drogas, y yo le quería demasiado como para no preocuparme.


Hey Becca! •N.HDonde viven las historias. Descúbrelo ahora