Capitulo 14. "Arturito"

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"-Sabes... esa cosa del amor es algo poderoso-

-¿Mejor que la gravedad?-

-Ahm... si, yo diría que es la fuerza más poderosa del mundo..."

-The sword in the Stone

Narra Carlos

"Talvez... ¿Confías en mí?-

-¿Enserio me preguntas si confió en ti después de que dejaras en duda si mataste a alguien o no? Además... ¿no se te ocurre nada más original que la frase de tus padres?-

-Está en mi genética no puedo evitarlo...-"

"-¿No te gusta mi inmadurez?-

-Me fascina...-"

-Mierda...- gracias a estos estúpidos pensamientos mi hermosa cara está en el suelo... se supone que estaba en mi cama... que cosas... ¿no?

Levante con pesar mi cara del firme suelo y me reincorpore para mirar mi cama... Chico había acaparado toda mi cama y por eso yo estaba ahora en el suelo... aveces es un hijo de su mamá...

Gruñí tomando la almohada que había caído conmigo y la puse en mi cabeza recostándome ahí, en el frio suelo.

Este fin de semana fue raro... Realmente extraño...

Lo peor es que todo es mi culpa... no; espera, es mejor culparlos a ellos...así que es su culpa, la culpa de esos dos idiotas con sonrisa hermosa y ojos soñadores...

-Agh ¡Es suficiente!- me levante decidido... pero a dormir, me lance a mi cama acaparada por cierta cosa tierna y adorable; No pienso regresar a la escuela, esa de sonrisas plásticas; no cuando tendría que verle la cara de baboso a Jay en la habitación, no cuando Ben hará y dirá cosas melosas que me avergonzaran, y Archie... bueno supongo que debe de estar molesto por ser hasta ahora quien va perdiendo... pero que se pelee con ellos, a mí que ni me busque.

Así que no, no volveré a la escuela... lo cual es irónico, porque hace poco rogaba por ir, aveces mi bipolaridad me impresiona. Bostece, aquellas blancas y suaves sabanas pronto se encontraron rodeándonos a chico y a mí; y así la pereza me gobernó... hasta que alguien se atrevió a abrir la condenada puerta.

-Cariño, ¿No deberías alistarte para ir a Auradon?- y ahí estaba la armoniosa voz de papá sobresaltándome y haciendo que nuevamente cayera directito al suelo -Oh, cariño levántate... tienes que ir a la escuela y bueno espero que esta semana logrees comportarte porque no quiero escuchar quejas sobre ti...-

Gruñí levantándome enfadado del suelo tallando mis ojos con molestia -agh, aún es temprano, además de que ¿a quién le importa la escuela? No pienso ir...- conteste en mi lugar lanzándome de nuevo a la cama.

-Cariño ya basta, debes ir... ahora más que nunca; después de todo parece que el tratado ya se está cumpliendo...- y he ahí las palabras más horribles que pude haber escuchado

-¡¿Qué el tratado que?!- y eso fue suficiente para querer quedarme en cama todo el día y talvez toda la vida

-No, quiero decir tu agh...- papá empezó a jalonearme del pie pero no gracias, si voy a esa escuela mi dignidad se ira al caño y gracias pero aunque no lo parezca enserio la aprecio -Carlos vas a ir y punto...-

-¡No! Yo no quiero verles la cara a esos tres... ¡hazle como quieras pero yo no voy!- grite y empecé a patalear buscando la libertad de mi pie

-Bien...- suspiro rendido -Supongo que no quieres ver a tus amigas de cabello extraño- y bravo papá... mereces un premio al chantajista del año

The PrinceDonde viven las historias. Descúbrelo ahora