The Prince

Capitulo 13. El joven de corazón noble

"Hay muchos hombres más bestiales que tú -dijo la bella- y mejor te quiero con tu figura, que a otros que tienen figura de hombre y un corazón corrupto, ingrato, burlón y falso" -Jeanne Marie Leprince de Beaumont

En el jardín del palacio de Versalles tres pequeños niños se encontraban jugando; pasaban a toda velocidad por los frondosos arbustos gritando y riendo como los infantes que eran; Ben, Archie y Jay se encontraban en aquel reino para conocer a su prometido Carlos Valentine De Vil quien resultó no ser más que un pequeño de tres años que lloriqueaba y se quejaba de todo lo que le acontecía mientras que su madre le decía que callara y tratara de convivir con ellos, que se convirtieran en amigos para que cuando fueran más grandes su relación fuera más fácil de manejar para así cumplir el tratado

Sin embargo el pequeño pecoso se rehusó y prefirió dormir en los brazos de su padre mientras este hablaba con los monarcas sobre como pintaría el futuro después de que aquel matrimonio fuese llevado a cabo entre otras cosas de sus respectivos reinos

Y aquellos niños decidieron salir al jardín a jugar a los valerosos caballeros de brillante armadura que salvarían el día y se quedarían con la chica... o en este caso el chico pecoso; Jay, un niño de seis años entusiasta con mucha energía y una gran pasión por los deportes o toda actividad que requiriera usar fuerza y habilidad física. Archie un pequeño de seis años al que le intrigaba el conocimiento y el poder descubrir más, al que la curiosidad por aprender a leer y escribir era tanta que lo logro a su corta edad para así poder descubrir las maravillas del mundo y poder plasmar las suyas en algún momento de su vida. Y finalmente estaba Ben, el más pequeño de los tres por meses en contraste con Archie, y por un año en comparación con Jay; Ben era la encarnación en hombre de su madre... tenía un corazón benévolo que veía la belleza en todo ser viviente tenía una esperanza imposible de quebrantar y era amable y bueno con todos los demás aun y cuando no todos merecieran esa paciencia, esa bondad.

-¡Gane!- grito el niño de mayor edad saltando hasta la rama de un árbol sin dificultad

Los otros dos niños llegaron seguido de él respirando agitadamente puesto que venían corriendo tratando de alcanzarlo, cosa que no lograron.

-¡No es justo!- se quejó el castaño al mayor que sonreía triunfante desde aquel árbol –Eres mayor que nosotros…- alego pero aquel pequeño se limitaba a hacerle caras a lo que Archie gruño

-¡Vivimos en democracia! ¡Exijo justicia!- chillo el de mechones color miel cruzándose de brazos y haciendo un tierno puchero

-En realidad no… vivimos en monarquía, Ben- le corrigió el príncipe de Camelot a lo que él solo sonrió apenado

Jay bajo del árbol sin dificultad y sonrió mostrando la falta de su diente incisivo derecho -¿Jugamos otra vez? Prometo que tratare de ir más despacio para que los pequeños bebes no se enojen…- molesto imitando los lloriqueos de un bebe