Testimonio de un pescador

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Un día mientras hurgaba en los documentos de mi abuelo, encontré un cuaderno, era su diario. Por lo que pude observar databa de hacía mucho tiempo, quizás de cuando era joven. 

Me llamaron la atención un par de páginas sueltas que sobresalían de las demás y empece a leerlas. En ellas aparecía lo siguiente: 

"Relataré en éstas páginas lo que ocurrió el día 28 de enero de 1933, de como sobreviví al evento más extraño de mi vida. Si en un futuro alguien lee esto, quiero que sepa que lo escrito aquí realmente sucedió; es su decisión si  creer o no.

Hacia un calor muy fuerte, faltaban pocas horas para que anocheciera y  me encontraba remando dentro del viejo bote de mi padre. Me había aventurado solo por primera vez dentro del mar con el objetivo de pescar algo para alimentar a mi familia. Al morir mi viejo, la responsabilidad de cuidar de ellos era mi única prioridad.

Llevaba tiempo remando, alejándome cada vez más de la costa, el sol se empezaba a ocultar. Me puse de pie sobre el bote, tambaleándome y cogiendo la gastada red la arroje dentro del mar. Un par de minutos después logre capturar algo muy grande; jalé fuertemente la red, pero al hacerlo caí de bruces sobre el suelo del bote, sin dejar de sujetar la red .

De un salto me levante rápidamente y con todas mis fuerzas volví a jalar de la red, una gran sonrisa de triunfo empezó a surcar mi rostro. Pero la criatura que estaba atrapada  no se dejaba vencer fácilmente, luchando por escapar, nadando en la dirección contraria, la red cedió y pronto se corto dejando ir a la gran presa.

Tenía las manos llenas de magulladuras y de sangre, el agua salada del mar hizo que me ardieran aún más.  Poco después observe entre las olas un movimiento extraño que parecía venir directamente hacia mi. Con la mirada empece a seguirlo, pero la oscuridad me dificultaba el proceso; pronto lo perdí. 

Decidí darme por vencido y volver a casa. Estaba a punto de sujetar los remos cuando un fuerte golpe envistió el bote. Uno de los remos me golpeó en la cabeza dejándome inconsciente por poco tiempo. 

Desperté, sentía un fuerte dolor en la parte frontal de la cabeza, estaba sangrando, pero al parecer no era grave. A lo lejos se escuchaba una hermosa melodía, todavía estaba confundido a raíz del golpe. Empece a oír la voz cada vez más cerca. Busque en mi entorno intentando localizar la fuente de tan maravillosa  voz, pero pronto esta dejo de escucharse.  A unos metros, flotando boca arriba vi lo que parecía ser el cuerpo de una mujer. Lo primero que pensé fue que se encontraba muerta, empece a gritarle por si respondía a los llamados y apenas termine de gritar ésta se sumergió dentro del mar. 

Paralizado ante lo que acababa de suceder, con el remo que me quedaba empece a dirigirme hacia donde segundos antes se encontraba la mujer.  Al llegar noté una especie de objeto brillante entre las olas, a un lado del bote. Sumergí mi mano dentro del agua para ver si lo alcanzaba, pero algo me sujeto  y asustado tomé impulso hacia atrás  logrando caer de espaldas y así zafarme de lo que me tenía atrapado.

 Acto seguido a ésto,  la mujer que vi antes salió de nuevo y se sujeto de uno de los lados del bote. 

Al mirar sus ojos quede hipnotizado, era la mujer más bella que había visto en mi vida. ella empezó a hablarme en un lenguaje extraño y con el sonido de su voz intento seducirme. Inconsciente de lo que estaba sucediendo, empece a hacer lo que decía, con sus manos me indicaba que me acercara más y más. Cuando estaba a punto de caerme al mar, sus grandes labios rojizos empezaron a abrirse;  dejando  ver sus  afilados y grandes dientes.  

Una ola choco contra el bote,  sacándome rápidamente del trance. Asustado tomé el remo que me quedaba y con todas mis fuerzas la golpee en la cabeza, un sonido de huesos quebrados lleno el ambiente por unos segundos. 

Los hermosos ojos que antes me había mostrado se tornaron totalmente blancos, el cuerpo sin vida quedo flotando frente a mi, dejándome ver la extraña cola de pez antropomorfa que tenia en lugar de piernas. Con la punta del remo toque su escamosa cola y al hacerlo la mujer quien realmente era una sirena  se  disolvió en el mar. 

Me fui de aquel lugar lo más rápido que pude,  y reme toda la noche sin descansar, exhausto llegue a la costa poco después del amanecer".



Relatos de un soñadorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora