Capítulo 36

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Hace más o menos 10 minutos habíamos dejado a Mary en su casa y acabamos de llegar al departamento de Tom. Solo yo y él.

"COLEGAS" esa palabra rebotaba en mi cabeza como una pelotita de Ping-Pong.

—¿Amor queres algo para tomar?— preguntó mientras sacaba una botella de jugo de la heladera y buscaba dos vasos en la alacena.

¿Amor? ¿Colega? ¿Hotel? ¿Trivago?

—Me tengo que ir— dije en un tono brusco.

—¿A donde te vas?

Su tono sonaba indiferente, como si lo que acababa de pasar hace un par de horas fuera algo normal. Y tal vez es normal pero me tomó desprevenida.

No, no es normal.

—No se, estoy cansada de estar todo el día pendiente del trabajo.

Dije haciendo referencia a que el me había tratado de una conocida laboral. Salí del departamento pegando un portazo, no sonó tan fuerte pero se lo podría considerar uno.

Voy a ir a lo de Sasha, a estar con el pequeño Shashi, le llevaré helado y vamos a mirar películas como siempre.

El día se había nublado, hacía calor, pero estaba húmedo.

Paré un taxi, pedí que me lleve hasta la heladería, compre 1 kilo, lleno de mis gustos preferidos, chocolate, frutilla, limón y menta granizada.

Ya quiero comer el helado. No soy de resistirme mucho a esta delicia.

El taxi frenó frente a la puerta de Sasha, le pagué al amable hombre y me baje del coche. Cargue la bolsa de helado en mi mano, y comencé a caminar en dirección a la puerta.

Me sentía decepcionada porque cuando salí de la casa de Tom quede esperando que el vaya por mi y me de explicaciones de sus estúpidas acciones, y así nos fundiremos en un tierno y largo beso. Pero no sucedió así y eso solo dejaba en evidencia que Thomas se estaba comportando como un completo idiota.

—Vete de aquí— dice Sasha al ver que estaba en la puerta.

Sasha me sacó de mis pensamientos, una pequeña sonrisa se me dibujó en el rostro. Su panza se notaba, ella ya estaba de más o menos cuatro meses.

—¡Traje helado!— dije levantando en mis manos la bolsa que contenía un recipiente lleno de felicidad.

 FELICIDAD = HELADO.

—¿Como te atreves?— dijo levantando la voz y acercándose a mí con una mirada amenazante.

—Lo siento, no sé que esta ocurriendo— dije borrando todo rastro de felicidad de mi rostro. 

—Hazme el favor de irte de mi casa ______— dijo cerrando la puerta.

Me adelante y puse el pie para que no pueda hacerlo. Pero la puerta igual dio el portazo, nada mas que lo amortiguo mi pie.

¡Ay! Mi pie, eso me dolió.

—Sasha ¿Qué te pasa?— pregunté a punto de enojarme yo también, de por si ya no me encontraba bien emocionalmente con lo que había sucedido con Thomas y ahora ella acababa de cerrarme la puerta en el pie. Mi paciencia se estaba acabando.

—¿Que qué me pasa?— las venas de su cuello saltaron como leche hirviendo haciéndome comenzar a creer que realmente yo pude haber hecho algo malo.

—Si ¿Hice algo mal?— pregunté tímida.

—Confié en vos y te me resiste en la cara, seguro esto de ser amigas era un paso en el plan de Minerva ¿No es así?

Forever In My Memory (Thomas Sangster Y Tú)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora