Forever In My Memory (Thomas Sangster Y Tú)

Capítulo 21

Sábado 17 de octubre de 2015

Estábamos en su habitación, solo la iluminaba las luces de la ciudad que se reflejan por el gran vidrio que tenía como pared. Era la noche más oscura del mes, la luna no había hecho su aparición, así que hoy no era una noche especial bajo la luz de la luna. Pero quizá si debajo de Thomas... que creo que eso es aun mejor. Reí al pensar eso.

—¿En qué piensas?— preguntó Thomas con una sonrisa en sus labios.

Me volví a reír sola y esta vez por el hecho de imaginarme diciéndole a Thomas lo de la luna y lo de estar debajo de él... claramente eso no le iba a decir. ¿Que clase de niñita pervertida soy?

—Estaba pensando en nada...— dije poniéndome seria y mirándolo a los ojos, estaba mas lindo que nunca. Sus manos se posaron en mis mejillas y me dio un tierno beso en la punta de la nariz.

—Por las dudas ¿Yo soy "nada"?— susurró cerca de mi oído.

Thomas comenzó a besar mi cuello,  hasta llegar nuevamente a mis labios, los cuales comenzó a besar con mayor intensidad. Pero sin dar previo aviso se apartó de mi dejando una notoria distancia.

—Hay algo que debo decirte...— dijo con la respiración agitada.

Me senté en la cama y me dispuse a escucharlo.

—Dime— dije mirando sus ojos, los cuales miraban el suelo.

—El día del accidente yo... pensé que te había perdido— vi como su mirada se llenaba de angustia— el auto había chocado completamente de tu lado, no te imaginas lo que fue ver tu rostro golpeado, creyendo que no volverías a sonreirme.

Noté como un par de lágrimas se escurrian por sus mejillas, un gran nudo se formo en mi garganta.

—También pensé "Grita Tom hazlo, aún no es tarde, pide ayuda"— sus ojos estaban rojos y parecía estar repleto de impotencia— fue ahí cuando salí del auto y intente pedir ayuda, la cabeza me daba mil vuelta, caí desmayado sobre el asfalto, recuerdo no poder hacer nada, ni moverme pero sentía todo. Y no podía hacer nada.

Mi corazón dio un vuelco al notar el dolor con el que pronunciaba sus palabras, me paré de la cama y corrí a sus brazos y lo besé, yo sabía lo que me había pasado, pero nunca habíamos hablado de que le había pasado a él. Sentí la necesidad de hacerlo, lo besé de nuevo, limpie sus lagrimas, lo abracé tanto que mi costal derecho me dolió.

¿Pero acaso eso importaba? Claro que no.

—Perdóname...— dijo en un susurro.

—¿Que? No Thomas, de ninguna manera voy a permitir que te heches la culpa de lo que pasó, fue un accidente, le podría haber pasado a cualquiera— me aparté de él y lo mire indignada.

Sus ojos seguían clavados en los mios, no parecía querer bajar la mirada, pero tampoco parecía saber qué decir.

—Olvídate de lo que pasó— le hice seña con la mano de que se acercara a mi. y así lo hizo.

Me paré enfrente de él y comencé a besarlo nuevamente, sus labios estaban húmedos y suaves, perfectos... pase de su boca a su cuello, podía  sentir su rico perfume.

Nos pegamos a una pared, enrolle mis piernas en su cadera y bese sus labios. Mordí suavemente el lóbulo de su oreja. Fuimos hasta su cama, me recostó lo más delicadamente posible, mientras seguía besando mi cuello, su remera ya estaba perdida en algún lugar del dormitorio. Y la mía también. Enrolle mis dedos en su cabello castaño.