Terminal

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Tu fuiste esa medicina amarga que sana el dolor. Y ahora que no estás, mi cuerpo y mi alma se debilita cada vez más.
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Narra Sofia

*Minutos antes de que Daniel entrara a la habitación*

Abro los ojos y me encuentro en este maldito lugar, el hospital. Cuanto lo odio, cada vez que despierto aquí, significa que tuve una recaída. Odiaba tanto esta enfermedad. Cada vez me condenaba más.

Recuerdo lo que pasó y pregunto por Daniel. El pobre debe estar angustiado, debo decirle que estoy bien y que lo estaré. Veo a un hombre con bata blanca revisando unos papeles. Tal vez sea el doctor.

-Emm... Disculpe doctor, ¿hay un chico alto, de piel blanca, cabello castaño y ojos color miel preguntando por mi? Su nombre es Daniel Evans, es mi novio. Me gustaría verlo.

-Ohh, Hola señorita Brown. Soy el Dr. Martin, seré su doctor hasta que la Dra. Marshall vuelva de sus vacasiones. Antes de que reciba visitas, debo hablar con usted respecto a su enfermedad.

-¿De que se trata?

-Primero que nada, ¿Usted ha experimentado ciertos síntomas como dolor en el pecho, mareos, asfixia o fatiga?

-Emm si, he experimentado esos síntomas estos últimos días pero no le dí importancia, ya que son normales por mi enfermedad.

-Señorita Brown, usted ingreso al hospital con un paro cardiaco. Casi la perdemos. Le hicimos unos análisis cardiovasculares y lamentablemente el músculo cardiaco esta deteriorado y debemos intervenir.

-¿Podría hablarme en español por favor? ¿Qué quiere decir con que está deteriorado? Si toda mi vida lo ha estado?

-Señorita Brown, lamento decirle que su corazón solo funsiona un 40%. Se irá deteriorando cada vez más. Así que necesitará de un trasplante, de lo contrario, el corazón no servirá más y por ende, terminará con su vida.

Al escuchar aquellas palabras mi mundo se fue abajo por completo. No sabia que hacer o como reaccionar. Esta maldita enfermedad va a matarme. ¿Por qué yo? ¿Qué le he hecho yo a la vida? ¿Por qué nací así? No me esperaba morir tan joven. Tenia tantos planes, tantos sueños, pero todo eso ya no importa. La vida se encargó de arrojarmelos a la basura. Esto es tan injusto. Me sentía tan bien. Se supone que lo estaría, se supone que viviría más tiempo. Se supone que esto no este pasando. Ojala todo esto sea nada más que una pesadilla y que alguien me despierte. Pero lamentablemente no es así.

-Hablaré con sus padres al respecto. Como sabe usted, estar en una lista de espera puede tomar tiempo, así que para ganar tiempo, mi recomendasión sería, introducirle un marcapaso para que tenga una mejor calidad de vida en lo que conseguimos un donante.

-¿Un maracapaso?

-Si, es un aparato electronico que se introduce es su pecho, el cúal  dará impulsos eléctricos al corazón para ayudarlo a bombear la sangre.

-¿Pero es no me garantiza vivir, cierto?

-Digamos que el aparato será una ayuda para darte más tiempo en lo que tu nuevo corazón llega.

-Dr. Martin, no intente animarme. Seamos realistas, estar en una lista de espera es morir esperando. Aqui ambos sabemos que moriré. Así que digame: ¿cuanto tiempo me queda?

-Unos 3 meses por lo mucho.... Iré con sus padres para hablar del asunto y le diré al joven Evans que pase. -Se retira-.

Paro CardiacoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora