VI: Su poder cae

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Freya

Una horrible pesadilla hizo que despertara abruptamente, el frió de la celda me hiela los huesos, me moví un poco haciendo sonar las cadenas que tengo en mis pies, me arrastre un poco y logré ver a Edmund en la celda de al lado.

- Ed - Edmund me vio a través de la celda -

- Freya, cómo estás? - Me pregunto -

- Tengo frió

- Yo también, te arrastre a esto, lo siento mucho - Me dijo -

- Yo también quise venir Ed, es culpa de ambos.

La puerta de la entrada al calabozo se abrió, por ella entró la bruja blanca, se veía enojada, miro a Edmund de reojo y vino hacia mi.

- Freya, sabes... Fui a la presa y tu querida familia no se encontraba ahí - Me agarro de mi camisa y me alzo hasta quedar a su altura, la mire con miedo - ¡¿DONDE ESTÁN!?

- ¡Déjela! - Grito Edmund levantándose del suelo -

- N-No lose - Tartamudee con miedo -

- Entonces ya no me sirves - Me arrojo al suelo y alzo su vara hacia mi -

- ¡NO! ¡Espere estaban hablando sobre Aslan! - Grito Edmund haciendo que la bruja bajara su vara y se dirigiera hacia el -

- Aslan? Dónde está? - Pregunto ella, Edmund dirigió su mirada hacia mi, negué con la cabeza -

- Y-Yo n-no lose, me salí antes de que lo dijeran - Dijo Edmund -

Suspiré aliviada, en este momento los Castores tenían razón, Aslan es el único que puede ayudarnos.

- ¡Guardia! ¡Desate al fauno! - El guardia desató al fauno, el señor Tumnus, mire a Edmund culpable -

- Sabes por que estás aquí, fauno? -  Le pregunto la bruja -

- Por que quiero ver libre a Narnia - Le contesto mirándola con rencor -

- No, estás aquí por que ellos te delataron, por golosinas - La bruja me señaló y luego a Edmund con su vara, la mirada que me dirigió el fauno hizo que bajara la cabeza, avergonzada -

- Llévenlo arriba - Una extraña criatura cargo al fauno y ambos salieron del calabozo -

La bruja nos miro con una sonrisa burlona y salio del calabozo.

Me arrastre hasta la ventana del calabozo, Edmund hizo lo mismo quedando separados solo por unos delgados barrotes, entrelazamos nuestras manos y tratamos de dormir con el frió calando nuestros huesos.


Dahlia

Este sería un gran paisaje por admirar, solo si no estuviéramos huyendo de una bruja loca que quiere asesinarnos, para rematar Freya y Edmund nos traicionan por esa bruja.

Estoy muy cansada, a pesar de que nos detuvimos unas horas a descansar el frió me hace sentir muy cansada.

Peter, Susan, Lucy, los señores Castores y yo seguimos caminando por la helada nieve, según los castores no estamos tan lejos del campamento de Aslan.

Derrepente un sonido se escucho a la lejanía, una campana y un sonido de algo deslizándose sobre la nieve. Mire a Peter con miedo.

- ¡Corran! - Grito el señor Castor, todos corrimos hasta llegar a una pequeña e incómoda cueva -

The Queen |Las Cronicas de Narnia| Edmund PenvensieDonde viven las historias. Descúbrelo ahora