Capitulo 22

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No lo iba a negar, era agradable estar con él, tenía un cuerpo muy trabajado, y se podía sentir, quería llegar a ver más, pero por la poca iluminación que se encontraba en el lugar, me era imposible.

—Gracias por guardarme a la chica—. Logré escuchar por encima de la música fuerte pero tranquila.

‹Mierda..., Que no sea›

Sentí como Ellias se alejaba de mí, lo cual confirmaba más que alguien dijo eso, quería que eso fuese parte de mí imaginación pero no lo era, y la idea de quién podría ser el dueño de la voz me asustaba aún más.

—¿Germán?—.pregunto desconcertado Ellias, no me sorprende que le tenga miedo, pero yo ya no le temía a Germán, me hace sentir orgullosa eso, pero es raro, ¿Cuando deje de temerle y hacer que no me tímidaba?.
Yo, aún de espaldas, suspiré y me di vuelta para enfrentarme a él.

—Germán—.Solté fría. Él sonrió.

—Gringa—.dijo con una sonrisa, ahora más grande.—Me esperaste.

—¿Lo esperabas?—.pregunto Ellias. Sentía como mis mejillas se tornaban rojas y no por la vergüenza, si no por la rabia. ¿Esperarlo? ¿Yo? Haha. Cuando apenas iba a abrir la boca para negar todo y decirle a Germán que se largué, dijo:

—Claro que sí, ahora..., ¿puedes dejarme con ella?.

¿Era broma? Debería de serlo, en estos momentos no encontraba las palabras o si lo hacía, pero no salían. Rogué porque Ellias no sé largará, pero lo hizo pero no sin antes acariciarme el hombro y decir: –"me iré pero no estaré lejos, sé que no lo esperabas pero quiero evitar problemas, suerte".

Ahá, suerte lo que no iba a tener esta noche.

—¿Qué hacías?—. Pregunto Germán pegándose a mí. Ni evité mirarlo con desprecio.

—¿Qué hago?—.me acerqué aún más a él.—Hay algo que se llama bailar, eso mismo hacía con él tipo, pero llegas tú y arruinas todo.

—La pasas mejor conmigo.

—Ni siquiera pasamos tiempo junto, tampoco me importa hacerlo—.aclare lo último antes de un mal entendido.

Sonreiste, dejándome ver tú hermosa sonrisa, no lo puedo negar, tenías una hermosa sonrisa, pero esa sonrisa venía de alguien horrible.

—¿Bailamos?—.propusiste.

—No.—Me negué y me alejandome completamente de él, escuchando como llegaba a llamarme por encima de las música, no, no iba a parar.

Llegué a los sofás que se encontraban y me senté, agradezco que estén vacíos, estaban todos bailados o más probable follando en alguna habitación de la casa. Tomé una copa que se encontraba al lado, no logro entender como que alguien no lo haya llevada puesto mientras bailaba, pero ignore eso, y me dediqué a tomar lo que llevaba, no me importaba quien haya tomado eso, ni que no lo termino y lo dejo ahí, me apoye en el respaldo del sofá y volví a tomar del líquido, visualice entre La gente que bailaba y lo ví, ví a Germán con una pelinegra, con un buen cuerpo, no pude evitar notar como llegaba a apoyarse en el con tal atrevimiento, otro plato de Germán.
Comencé a sentir calor cuando nuestras miradas chocaron, el sonrió para mí, lo sabía, y se fue entre La gente adentrándose en una habitación.

‹Buen provecho, Germán. Come rico.›, dije en mis adentros, y terminando el líquido que había en aquella copa, comencé a ver entre la gente para poder encontrar a la responsable de que me encuentre acá, y no tuve suerte, ¿dónde se se metió?.

—¡Lenay!—. Gritó alguien en mí oído izquierdo, provocando un gran susto y que en mi oído retumbe un 'pi~'. Cuando observé a la persona que me grito sentí una mezcla de odio y satisfacción de haberla encontrado, bueno..., Ella me encontró a mí.

—¡Mierda!—. Exclamé.— ¡Me vas a dejar sorda!.

Ella río y se recostó en el sofá que me encontraba, apoyando su cabeza en mis piernas.

—¿Cómo la estas pasando?—. preguntó con una sonrisa.

—No me quejo—. Me limité a contestar y observé por el mismo lugar donde Germán se marchó con esa Pelinegra, ¿El tiene derecho a arruinar mí diversión para después irse a divertirse sin mí?. Negué con La cabeza ante esos pensamientos, ¿en qué mierda pensaba?. Esto es idiota.

—¿Qué pasó con Germán?—.La miré sorprendida, ¿me vió hablar con Germán? ¿Qué habrá pensado?.
Por inercia volví a mirar por donde se fue Germán, que salía con una sonrisa ladina, ‹¿Fue algo rápido?›, nuestras miradas se cruzaron, y sentí como el calor que sentía se convertía en frío rápidamente cuando veía que se acercaba.

—Mierda—.dije.

—¿Qué...—. y entendió, entendió el por qué de mí maldición.

—Lenay—.limito a decir.

—¿Qué quieres?.

Nos observamos unos segundos, él intentaba intimidarme y a La vez decirme algo que no lograba entender. Yo solo lo miraba deseando que se vaya de una vez.

—Yo... Creo que me voy a seguir bailando—.dijo mí GRAN amiga. Espero que se haya notado mí sarcasmo.

Pero no, no iba a quedarme ahí mucho tiempo, ni siquiera me iba a quedar aún que sea unos segundos, me levanté del sofá con el propósito de marcharme de aquel lugar, pero lo único que conseguí fue que me tomara del brazo negándome el paso.

–Te estoy hablando —. Dijo con un tono más que frío.— no me gusta que La gente me ignore cuando le hablo.

—¿Y a mí que carajos me importa?–. Y no sé cómo lo logré pero me liberé de su agarré, no quiero escucharlo, suficiente que me utiliza y realmente tengo un lío en mí cabeza.
Lo único que hice fue sacar mí celular y mandarle un mensaje a esa gran amiga que hace unos minutos me dejó sola con ese hombre, que también La estaba pasando bien con un chico bastante guapo, le avise que me volvía sola a mí casa, que estaba cansada pero La verdad no quería seguir ahí.

❝Mi favorita❞ [Gernay]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora