Narra Camila
Había pasado un hora desde que nos besamos, desde que dejamos los miedos atrás, desde que nos besamos… ese beso… ese beso es el mejor beso que me han dado en mi vida, se los podría jurar.
Llevábamos una hora tomadas de las manos, no nos habíamos soltado desde que salimos de la escuela, ahora estábamos sentadas en la sala de espera de la clínica para que alguien atendiera a Lauren. Algunas veces sentía como me miraba y no podía controlarme, mis mejillas se ruborizaban al instante y ella se acercaba a besar mi frente lo cual solo lograba que me sonrojara más y más.
-Te ver hermosa así – dijo mirándome a los ojos.
-¿Así como? – le sonreí.
-Ruborizada… es como… si fuera frágil – hubo algunos segundos de silencio y entonces todas las personas desaparecieron, el ruido se detuvo y lo único que podía escuchar era su voz – eres tan frágil que tengo miedo de tocarte y que… y que te quiebres – sonreí colocando una de mis manos en su rostro.
-Sé que no me quebraras – dije mirándola – nos costó mucho llegar a esto como para mandarlo todo a la mierda – con su mano buena Lauren agarró mi mano y la besó.
-Te amo – sus ojos verdes completamente brillosos penetraron mis ojos marrones haciendo que las mariposas despertaran dentro de mí.
-Yo también te amo – le sonreí.
-La señorita Lauren Jauregui al box 5 – dijeron su nombre por alta voz y sonreímos. Nos dimos cuenta que por el momento habían reventado nuestra burbuja.
-¿Quieres que entre contigo? – pregunté aun sosteniendo su mano, realmente no sé si quería estar ahí para darle apoyo o por el miedo de no volver a sostener su mano con la mía.
-Entra conmigo, se que esto dolerá horrible – me sonrió y yo le devolví la sonrisa. Caminamos por un pasillo el cual estaba rodeado de personas, mas de alguna nos quedó mirando pero no le di importancia… no me importaba nada ni nadie cuando se trataba de Lauren.
-Buenos días – dijo el doctor quien nos quedó mirando y entonces Lauren por primera vez desde que nos besamos soltó mi mano para saludar al doctor - ¿Qué las trae por acá? – preguntó sentándose en su silla y nosotras nos sentamos en la nuestra.
-Bueno… básicamente esto – Lauren le mostró la mano y el comenzó a mirarla y a tocarla lentamente.
-Ok – dijo sonriéndonos. Le dijo a Lauren que se colocara en una camilla, limpió y desinfectó su herida. Noté la cara de dolor de Lauren y como con la otra mano se agarraba de la camilla – se que duele – dijo el médico – yo también me peleé por alguien – le guiñó un ojo y yo no pude evitar sonrojarme como por 43242 vez en el día – ok lo bueno de esto es que no te quebraste nada – Lauren comenzó a sentarse en la camilla – te voy a inmovilizar la mano y estarás así durante una semana – noté la cara de Lolo, la noticia no le había gustado nada – te lo vienes a sacar acá y pide hora conmigo ¿bueno? – ella asintió con la cabeza. El doctor fue a buscar yeso y cuando volvió comenzó a colocarlo sobre la mano, noté la cara de sufrimiento de Lauren y besé su hombro.
-Entonces señorita Jauregui – dijo mirando los ojos de Lolo - ¿Cómo le paso esto? – el doctor sonrió y Lauren también.
-Bueno – dijo Lolo colocando su cabello todo hacía un lado, amaba ese estúpido movimiento – ve a la chica que está acá a mi lado – en ese momento mi corazón comenzó a latir muy rápido – es la chica que mas he amado en mi vida… no sé si entiendo pero veo que es casado – dijo Lolo mirando la mano izquierda del doctor en donde tenía un anillo – no le pasa que tiene frente a usted a su esposa y despierta con ella, duerme con ella… ama la primera sonrisa en la mañana, que le haga el desayuno, que le diga que es hermoso y aunque a lo mejor por su trabajo tiene a muchas practicantes que lo encuentran hermoso pero a usted no le importa, solo le importa que ella vea siempre lo mejor de usted… ¿Le pasa eso? – no podía creer lo que estaba haciendo.