Capítulo 15

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 Este capítulo va a estar un poco musical, en el desarrollo de esta parte sólo se le prestará atención a una canción de la cual escribiré algunos fragmentos y su traducción, pero de todos modos voy a dejar el álbum completo porque está muy bueno.  La canción es la primera del álbum, chéquenlo, fue lo que me inspiró a escribir el capítulo de hoy. 

Gracias por leer~




Lauren's POV

Entonces las cosas eran de la siguiente manera. 

Una semana después de que había explotado todo el drama con Camila, mis hermanos y yo nos estábamos mudando a la mansión de los Cabello. 

Alejandro Cabello me había hecho una propuesta muy difícil de rechazar y que, aunque hubiera querido, Christopher jamás me habría permitido hacerlo. Mis gastos se reducirían a prácticamente nada, mis hermanos estaban mejor que nunca al estar en un sitio mil veces mejor que nuestro hogar en cuanto a lujos y comodidades. Ellos podían disponer de todo lo que desearan o necesitaran y además de todo yo estaba ganando mi propio sueldo el cual estaba ahorrando para los gastos escolares de Tay y Chris cuando fueran mayores. 

Y bueno, lo más importante de todo, tenía la oportunidad de estar cerca de Camila. 

Sin embargo no era tan fácil.

Estaba realmente confundida porque esperaba que Camila me odiara, me dejase de hablar o algo, pero no. Tampoco es como que todo fueran pétalos de rosa... Nuestra relación no era en lo más mínimo como había sido durante su suspensión. No había besos, ni caricias, ni charlas. 

Era como si hubiéramos regresado al punto inicial de todo. 

Camila era la misma chica que había conocido hace unos meses. La misma que había golpeado con una puerta y que me había detestado en ese preciso instante. La misma que me veía hacia abajo pero al mismo tiempo me consumía con la mirada. Y eso era completamente irritante y confuso. 

Frente a todos en el campus fingíamos que todo estaba mejor que nunca. Pero a pesar de que sus manos se entrelazaban con las mías podía sentir su lejanía. Sus besos eran cortos, simples y escuetos. Nada comparado a lo que ya me había acostumbrado. 

Alejandro le había levantado a Camila los castigos y ahora ella era libre de salir y volver a la hora que deseara aunque eso sí, era yo quien tenía que llevarla. Ocasionalmente esto no era demasiado difícil entre semana, a Camz le gustaba ir de compras por horas y gastar miles de dólares en ropa, zapatos y accesorios. A veces compraba cosas para mí también porque no le gustaba que fuera a la universidad con los mismos atuendos. El closet de mi habitación en la mansión era mucho más grande que el que tenía en casa así que todo lo que Camila compraba entraba perfectamente ahí. 

Sin embargo, los fines de semana eran un martirio. Camila realmente lo pasaba de fiesta en fiesta y se embriagaba hasta casi perder el sentido lo cual me ponía a mí en una encrucijada. Porque era en esos momentos cuando Camila se ponía... cariñosa. 

Era algo insistente cuando estaba pasada de copas. Me besaba y se montaba sobre mis piernas haciendo que mi pulso y mis ansias de ella se aceleraran. No me gustaba aprovecharme de su estado pero a veces era imposible para mí resistirme, necesitaba tanto su calor y su cariño que me dolía. Y la mayoría de esas noches terminaba llevándola a su habitación sin que su padre lo notara y mientras se quedaba dormida le susurraba lo mucho que la amaba. Pero al día siguiente ella nunca lo recordaba. 

A veces me daba pena. 

Ella era la Camila de la que estaba enamorada pero al mismo tiempo no lo era. Me sentía mal al ver como se ahogaba en alcohol cada que tenía la oportunidad, pero me sentía incapaz de detenerla porque no quería darle motivos para que me odiase más y porque sabía que cuando estaba borracha podía recibir migajas de su cariño. 

Caminos - Camren (EN EDICIÓN)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora