Capítulo 35

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"¡CAMILA!" 

El grito que Alejandro dejó salir con todo el poder de su garganta mientras subía las escaleras dando largos y apresurados pasos fue el motivo de que Keana y Lauren se separaran finalmente.  

"¿Camz?" Fue lo primero que dijo Lauren después de tomar una bocanada de aire. Por un instante se sintió mal, acababa de besar a Keana y lo primero que salió de sus labios después de ello había sido el sobrenombre de Camila. Sin embargo, ese pequeño sentimiento de culpa despareció cuando las manos de Keana buscaron las suyas y una expresión de preocupación se instaló en el rostro de la chica de ojos miel. 

"¿Qué está pasando Lauren?" Preguntó Keana. Nunca en su vida había escuchado a su tío gritar de esa forma. Algo grave debía haber sucedido.

"¡¡CAMILA!!" Se volvió a escuchar la voz de Alejandro, esta vez más desesperada. Lauren se levantó de inmediato. 

"Quédate aquí Keana, iré a ver qué pasa." Le dijo tratando de calmar a la otra chica. Keana tenía un mal presentimiento que la recorría de pies a cabeza pero sabía que debido a su condición poco podía hacer para ayudar en ese momento. Por lo tanto se limitó a asentir y dejar que Lauren se fuera. 

Ni bien Keana soltó sus manos, Lauren salió corriendo por la puerta de la habitación en dirección hacia el vestíbulo. Encontró a Sinuhe Cabello parada ahí en medio con una sonrisa que se borró en cuanto vio a la pelinegra. 

Lauren se ahorró el tiempo de preguntar cualquier cosa, la mirada asesina de Sinuhe le recordó que no era de su agrado, más a la morena poco le importaba. Luego de la plática que había tenido con Keana y de todo lo que previamente la propia Camila le había contado, Sinuhe se encontraba en la lista de personas que no se merecían ni un segundo del tiempo o el pensamiento de Lauren. 

Así que de inmediato y sin más miramientos, Lauren cambió de dirección hacia las escaleras, encontrándose con Alejandro en medio del camino. El hombre estaba llorando. 

"Lauren..." Dijo su nombre de forma dolorosa. Lauren sintió el pánico crecer dentro de su pecho. 

"¿Dónde está Camila?" Preguntó la chica y entonces el sonido del rugido de un motor les dio la respuesta que ambos necesitaban. 

Las llantas del Porsche 911 color rojo rechinaron con fuerza y lo único que Lauren y Alejandro pudieron percibir del auto a través de los ventanales,  fueron las luces perdiéndose al final del portón de la mansión. Camila se había marchado. 

Lauren y Alejandro corrieron escaleras abajo y se encontraron con una Sinuhe que reía completamente divertida con la situación. 

Cuando le dijo todas aquellas palabras a su esposo en el despacho, lo decía con el único objetivo de herirlo, nunca esperó haber tenido el golpe de suerte de que Camila también la escuchara y es que, si bien era cierto que cuando se enteró de que estaba embarazada la idea de abortar le había parecido inhumana, conforme el tiempo pasó se preguntaba día con día el por qué no lo había hecho, así que a fin de cuentas no había dicho ninguna mentira. Y el hecho de saber que las dos personas que más odiaba en el mundo estuvieran hechas mierda en ese momento debido a sus palabras la hacía sentir más que satisfecha. 

La realización golpeó a Lauren con rapidez, Sinuhe había visto a Camila marcharse y no había hecho nada en lo absoluto para detenerla. La ojiverde no tenía idea de lo que estaba sucediendo, pero la temperatura gélida de su sangre corriendo lentamente por sus venas sumado a la tensión del ambiente le decían que debía ser realmente terrible. Y el ver a Alejandro perder completamente el control frente a sus ojos y reventarle el labio a Sinuhe de una bofetada se lo confirmó. 

Caminos - Camren (EN EDICIÓN)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora