Capítulo 17

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Camila's POV 

No hicimos nada esa noche. 

Nada más que acostarnos a dormir juntas después de pasar un rato entre un beso y otro. Lauren estaba demasiado adolorida como para que las cosas llegaran a cualquier otro punto y yo me sentía bien con eso. 

Sin embargo, un par de horas más tarde me desperté y me escapé silenciosamente de su habitación con mi tacones en la mano para poder entrar a la mía. No podía permitir que alguien me viera salir del cuarto de Lauren por la mañana y menos usando la ropa de la noche anterior. 

Estaba tan confundida. 

Por una parte quería detestar a Lauren, convencerme de que todo entre nosotros era una mentira que había continuado por beneficio y deseo de ambas. Pero por otro lado, aparecía ella, siendo tan dulce, mirándome a los ojos de esa forma que sentía que se colaba hasta mi alma y lograba hacer que creyera en todas y cada una de las palabras que decía. 

"¿Qué voy a hacer contigo, Lauren?" Murmuré mientras tomaba una ducha. Haciendo un ruego silencioso para que el agua se llevara todas mis inseguridades y mis dudas. Pasé mis manos por la extensión de mi abdomen. Aún no me sentía bien conmigo y mi cuerpo, pero al contacto de mis dedos pude recordar la forma en que Lauren lo había besado y acariciado. La forma en que ella me había hecho suya fue muy distinta a como lo había hecho con Austin y otros chicos antes. A pesar de la rudeza de la situación, Lauren fue cuidadosa y logró que a cada segundo me sintiera deseada y protegida. ¿Realmente era yo lo suficientemente valiosa para que ella me tocara de esa forma?

Cerré mis manos sobre mi piel, rasguñándola en el proceso. Aún no me sentía así. Aún no me sentía como la chica que pretendía que era frente a todos. Todas las mañanas eran así. 

Empecé a llorar. Recordando todos los malos momentos que había vivido. Desde la manera en que mi madre me retaba por jugar en los jardines de la mansión, manchándome la ropa o raspándome las piernas, diciendo que esa no era la forma en que una niña de mi clase debía comportarse, metiéndome a concursos de belleza, prohibiéndome las golosinas y los chocolates porque decía que debía mantener mi figura porque esa era la única razón por la que alguna vez alguien podría quererme. Hasta la manera en que Austin me había repetido una y mil veces cuan insignificante era y cómo todo el mundo me ponía atención gracias a él. La forma tosca en que sus manos me tocaban mientras se introducía en mí y decía que cada vez le gustaba menos. Que tenía que hacer más ejercicio y vestirme mejor para complacerlo. Todo con él fue así cuando nos quedábamos a solas, cuando nadie nos veía y no teníamos que aparentar ser la pareja perfecta frente a todos, cuando yo tenía que soportar sus comentarios estúpidos sobre mí cuando hablaba con sus amigos y me tocaba el trasero de forma descarada como si fuera un juguete. 

Yo me había dejado tratar así por él, porque en el fondo sentía que tenía razón. Que si me mantenía a su lado podría seguir siendo alguien. Y fue así hasta que me engañó con Sophie y todo el mundo se enteró de ello. Y él me restregó en la cara cuánto más complaciente podía ser ella comparada conmigo. 

Me arrodillé en el piso de la regadera e introduje dos de mis dedos en lo profundo de mi garganta hasta que las arcadas empezaron a hacerse presentes en mi estómago. 

¿Por qué Lauren se había metido con Sophie también? ¿De verdad era ella mejor que yo? No podía evitar sentirme enferma al recordar la maldita fotografía. Era verdad, en la foto Lauren no hacía absolutamente nada más que sostenerla por la cintura y dentro de mí sabía que debía creer en ella. En que ella no me había engañado. Pero mi cabeza no me dejaba entenderlo, sólo podía repetirme a mí misma lo poca cosa que era. 

Caminos - Camren (EN EDICIÓN)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora