Capítulo 32

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Lauren's POV

Alejandro había pasado su brazo por encima de los hombros de la chica, moviéndola lo suficiente para que su cuerpo quedara completamente de frente hacia mí. Yo estaba en el peor de mis momentos, pero aún así saltaba a la vista lo hermosa que ella era. 

Su cabello era largo, ligeramente ondulado y castaño, tenía la piel blanca, un cuerpo curvilíneo y al parecer bien trabajado y sus ojos... Sus ojos eran color miel, ligeramente opacos, sin embargo no me miraba, a pesar de estar frente a ella, sus ojos no conectaban con los míos. 

"Yo..." murmuré un poco confundida, pensando en lo que había dicho Alejandro al presentarme a su sobrina. No podía aceptar quedarme, era imposible, no podía seguir viviendo bajo el mismo techo que Camila. 

Iba a rechazar la oferta pero entonces el teléfono de Alejandro sonó, haciendo que Keana girara su rostro de nuevo hacia él. El señor Cabello me hizo una seña para que esperara ya que debía atender esa llamada y luego presionó cariñosamente el hombro de la chica para finalmente salir del despacho a contestar el teléfono. Keana y yo nos quedamos solas en completo silencio durante unos segundos. Hasta que me decidí a hablar. 

"Um... Hola, soy Lauren Jauregui." Me presenté extendiendo mi mano hacia ella y ella volteó hacia mí y sonrió, pero de nuevo, sus ojos no me miraron directamente y tampoco respondió mi saludo. 

"Mucho gusto Lauren" Respondió ella aún con la sonrisa blanca adornando su cara, pero sin tomar la mano que le ofrecía. Solté un suspiro y la aparté. Era prima de Camila... Probablemente era igual que ella, debía parecerle inconcebible tener contacto físico con una simple empleada como yo. "¿Pasa algo?" Me preguntó y yo la miré confundida. 

"No ¿Por qué?" Le pregunté. Su mirada viajaba hacia distintos puntos de la habitación mientras que ella no se movía ni un centímetro de su lugar, sus pies bien clavados en el suelo.

"Te quedaste callada... Pensé que querías iniciar una conversación." Habló con una silenciosa risita escapándose por sus labios, provocando que su pecho y sus hombros se movieran ligeramente. 

"Pensé que no querías hablar conmigo" Dije con sinceridad. Esa chica era por demás rara... Su expresión fue de total sorpresa. 

"¿Por qué pensaste eso?" Preguntó pero antes de que pudiera responder se dio un golpe suave en la frente con su puño, haciendo una mueca mientras apretaba sus párpados cerrados. "¿Intentaste darme la mano?" Me preguntó una vez que bajó su brazo yo me quedé callada ¿Qué se suponía que debía decir? "Lo lamento mucho Lauren... ¿Puedes acercarte?" Me preguntó con suavidad, esta vez ella extendía su mano, pero no lo hacía directamente hacia mí sino que estaba desviada hacia un lado. Yo me quedé estática en mi lugar, ella volvió a sonreír "Lauren... no puedo verte, por favor acércate." 

¿Dijo que no podía verme? ¿Qué?

"E-eres... eres..." balbuceé, no quería decirlo, no quería lastimarla o parecer grosera. Ella sonrió más grande. 

"Soy ciega, Lauren. ¿Puedes venir de una vez y dejarme saludarte como es adecuado?" Yo estaba impactada, pero me moví rápidamente hacia ella y tomé su mano con la mía, ella la presionó amigablemente y luego movió su otra mano con lentitud hacia mi cara, una vez que la encontró palpando con cuidado mi mejilla, ella alzó su cabeza ligeramente, fue un pequeño movimiento pero lo suficiente para que por primera vez, pareciera que estaba mirándome directamente a los ojos. 

"Discúlpame, Dios, soy tan idiota." Le dije ¿Cómo no me había dado cuenta antes?

"Tranquila, no pasa nada." Habló ella apartando su mano de mi cara y soltando su agarre con la otra. "Además yo te dejé con la mano estirada."

Caminos - Camren (EN EDICIÓN)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora