Bastó ver los ojos de Camila una sola vez para que Lauren se diera cuenta de un hecho irrefutable: Todos los planes de emergencia que había formulado en su cabeza bajo el título de cómo reaccionar en caso de encontrarte con Camila eran una soberana basura.
Una sola mirada de esa chica y todo en ella se había desarmado por completo. Como un castillo de naipes enfrentándose a un huracán. Camila había puesto cada fibra de su cuerpo en completa alerta y cada latido de su corazón comenzaba a sentirse otra vez. A Lauren le daba la sensación de haber permanecido en coma durante cinco largos años.
Cuando finalmente la castaña estuvo completamente de pie, Lauren la soltó, permitiendo que ella se sacudiera la ropa y los brazos que se habían ensuciado ligeramente después de la caída.
Camila por su parte no podía estar más impresionada. A pesar de que su alma guardaba fielmente la esperanza de volver a ver a Lauren algún día, su mente la convencía día con día de que eso sería imposible, sobre todo tomando en cuenta el hecho de que sus amigos le habían contado que la misma Lauren les había prohibido nombrarla. Estaba segura de que Lauren la odiaba y que jamás querría volver a topársela en la vida. Pero ahí estaba, frente a ella y por obra del destino, encontrándose de una forma muy similar a como lo habían hecho por primera vez años atrás, sólo que ahora Lauren si que se sabía vestir...
Estaba usando un vestido negro, ceñido al cuerpo, con un estampado de grandes flores rosas que daban el efecto de estar pintadas a mano. Además tenía un gran escote que acentuaba a la perfección el bien dotado pecho de la ojiverde. Sin embargo,encima del vestido llevaba puesta una chaqueta de cuero con cierres plateados que brindaba una clara pista de que la esencia de Lauren continuaba siendo exactamente la misma de antes. Camila sonrió mientras notaba la incomodidad de Lauren. Quizás la chica la odiaba pero no podía perder la oportunidad que tenía ahí frente a ella sólo por los quizá.
"¿Se va a convertir en una costumbre el encontrarnos así?"
Lauren escuchó la voz de Camila por primera vez y cada vello de su piel se erizó al instante. Le costó trabajo respirar cuando vio la sonrisa de la castaña extenderse entre sus labios, así que optó por apartar la mirada, terminando por posarse en el pequeño niño castaño que se aferraba a las piernas de Camila y le jalaba la falda queriendo llamar su atención pero sin retirar sus ojitos de color de Lauren.
"Lo lamento mucho Cam-- Camila " La ojiverde quiso golpearse en ese momento. Estuvo a punto de llamarla Camz. ¿En qué estaba pensando?... Por supuesto, en nada. Lauren se aclaró la garganta y siguió hablando mirando de reojo al niño que continuaba observándola fijamente. "Siento lo que sucedió." El pecho de Camila vibró por un segundo, pero se decepcionó al reparar en que se refería a lo del golpe. "Tay, ven a ofrecerle una disculpa."
Lauren extendió su mano hacia su hermana, que seguía parada en el marco de la puerta de la dirección. La niña terminó de salir con algo de vergüenza y cerró la puerta detrás de sí, para luego pararse frente a su hermana. Camila la miró con los ojos bien abiertos ¿Esa era la pequeña TayTay?
"Wow, estás gigante, bichito." Dijo Camila encogiéndose a la altura de la niña, cuya expresión cambió de vergüenza a emoción en cuanto escuchó la frase y miró los ojos chocolates de la mujer frente a ella.
"¿Ila?" Preguntó con duda y esperanza a partes iguales. De haber estado comiendo algo Lauren se habría atragantado.
"¿Te acuerdas de mí?" Preguntó Camila sin poder creerlo y casi quiso llorar cuando Taylor asintió con la cabeza y se lanzó a los brazos de la castaña quien la recibió gustosa. Las disculpas había pasado a segundo término. El niño a su lado miraba todo sin entender. Casi desesperado porque su madre le hiciera caso. ¡Había asuntos más importantes que atender que una niña desconocida!
ESTÁS LEYENDO
Caminos - Camren (EN EDICIÓN)
FanfictionLa vida es un camino lleno de obstáculos distintos para cada persona y son estos obstáculos los que nos convierten en quienes somos a lo largo del trayecto. Algunas personas, las más afortunadas cuentan con la suerte de no encontrar muchas piedras a...