Cómo conquistar a Molly y no morir en el intento

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Molly ama cantar.

Recuerdo un día que fuimos al cine en autobús, fue muy divertido, porque Molly se puso sus auriculares y no se dio cuenta de que estaba cantando en voz alta, hasta que una señora la miró raro y le tuve que dar un codazo para que se quitara sus auriculares. Se había sonrojado, tanto que el color de sus mejillas era parecido al de su cabello. Pero para no hacer más el ridiculo (noten mi sarcasmo, por favor), se puso de nuevo los auriculares, se levantó del asiento y caminó por el diminuto pasillo del autobús, mientras cantaba su canción favorita a todo pulmón.

Al terminar, los otros pasajeros le aplaudieron, mientras que otros reían.

Pero a ella no le importó, incluso hizo una reverencia. Disfrutó demasiado ese momento. Ambas lo hicimos.

Hubo otra ocasión en que se realizó un concurso de karaoke y ella fue la primera en apuntarse.

No ganó el primer lugar, pero para mí fue como presenciar la presentación de un ángel.

Y casi se me salía el corazón cuando cantó una de mis canciones favoritas y, al bajar del escenario, dijo que era dedicada a mí.

La canción hablaba sobre sentirse bien con la otra persona aunque esté en el infierno. Ese momento fue hermoso.

Así que aquí tienen el segundo paso para conquistar a Molly y no morir en el intento:

Nunca la interrumpas cuando esté cantando.