Sexual Desire. [NamKook]

Olvidar »Parte 2«

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—¿Este se suma? —dijo mientras rascaba su cabeza y apretaba sus labios.

—A la hora de despejar ambas "x", dependiendo de su signo, se sumará o restará con los términos qu---

—¡Ahg! Me rindo Kook.

NamJoon entro a su cama de un salto mientras hacia un infantil berrinche.

Jungkook fue a pasar la tarde en casa de NamJoon y aprovecharon a repasar un tema de matemáticas que Nam no había entendido.

—Nam, vuelve aquí ahora. —Jungkook fue hacia la cama y jalo el brazo del mayor.

—No quiero~ Eso es muy difícil, ¿desde cuándo hay letras en las matemáticas?

—Desde siempre Joon. —río al verlo así.

Entonces, el celular de NamJoon sonó repetidas veces, haciendo que este se levantará de inmediato. El moreno sonrió para su celular, el corazón del menor dolió.

—¿E-es Eun Yun? —pregunto el pelinegro sentándose al borde de la cama de su Hyung.

—Sí, quiere que salgamos hoy. —dijo aun con su gran sonrisa y dejando a la vista sus hermosos hoyuelos.

Eun Yun, es la actual y tercera novia de NamJoon, lo cual destrozaba de a poco el corazón del menor, quien soportaba todas las cosas, escenas, palabras, etc. Que pasaban entre Nam y todas sus parejas.

—¿Q-quieres que me vaya ahora? P-podemos estudiar otro día.

—No.

—¿Mh? ¡N-Nam!

NamJoon dejo su celular sin contestar los mensajes y saltó a su cama junto a Jungkook, así que lo abrazo, haciendo que este quedase hundido en el pecho del moreno.

—Quiero estar contigo Kookie, siento que cada vez estoy menos contigo.

El corazón de Jungkook estaba en completo descontrol, lo que el menor ignoraba, era que el del moreno estaba de la misma manera, sus sentimientos eran recíprocos, pero ambos los desconocían.

La única razón por la que NamJoon continuaba teniendo parejas, era por el hecho de que siempre pensó que, en el corazón de su Kookie, el solo existía como un amigo, y no pensaba arruinar esta hermosa e íntima amistad por algo que quizá no funcionaria, no lo haría, que típico, ¿no? Pero es tan real que sé que lo han sentido, sí, ustedes.

Poco a poco, el más bajo se fundió en el cálido abrazo con su Hyung, disfrutándolo, tan solo los momentos en que puede estar de esta manera con él.

—N-Namie.

—¿Qué pasa?

—Te quiero.
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Jungkook...

Jungkook...

Jungkook...

—¡Ahh! —sudando, y con una respiración desnivelada, Kim NamJoon se sentó al borde de su cama, con un nudo en la garganta, y a poco de romper a llorar. —No, no, por favor, no.

Su llanto no se dejó esperar, y cayó en este mismo, escondió su rostro es sus grandes manos mientras daba un suave masaje, la luz de luna golpeaba su solitario cuerpo, haciendo que una alargada sombra se expandiera por su cuarto.