Mi Peor Crimen→Harry Styles.

¿Me Sigues o Qué?

El resto de la noche fue lo más normal y aburrido del mundo. Excepto por la parte en la que mi hermana se emborrachó y se subió a la barra para empezar a hacer stripper, la tuve que bajar de allí y alejarla de todos los hombres que querían llevársela a un cuarto.

Llamé a mi madre para que la buscara y se la llevara a casa. Algunas personas seguro se preguntan por qué no la llevo yo a su hogar, simple, Mis padres y yo no nos llevamos bien. Nos odiamos mutuamente, esa fue otra de las razones por las cuales dejé a mi familia y me fuí a vivir con mis "compañeros".

Cuando mi madre llegó, me dió el típico sermón de "mamá preocupada." Me dijo que debí haber estado más atento a lo que hacía mi hermana en lugar de beber y preocuparme sólo por mí; a lo que yo contesté:

-Creo que tu hija es lo suficientemente madura para preocuparse por ella, si no lo es, se debe a que te tomó como ejemplo a seguir- Mientras que decía esto le di la espalda y agregué- El ejemplo de ser una puta.

Al terminar estas palabras me dirigí a mi coche y conducí hasta mi "casa". Sé que algunas personas dirán que me comporté como un hijo de puta con mi madre, pues se lo merecía. Ella prefirió más al imbécil que tiene como esposo que a mi. Algún día les narraré más del tema.

Llegué a mi "hogar" y me encaminé hacia mi cuarto. Me desvestí, me aseé y me coloqué debajo de las sábanas.

Mientras me intentaba dormir, mis pensamientos se dirigieron a la chica de ojos café y cuerpo de infarto. Tenía que saber quién era ella, no podía ir a la escuela de mi hermana, ya que ella va a un liceo y ésta mujer debe de tener como unos 18 o 19 años. Al final, me dormí con la imagen de su rostro en mi cabeza.

A la mañana siguiente, me desperté a las 6 am. Me fuí hasta un gimnasio cerca de mi casa y me puse a hacer ejercicio en las distintas máquinas que en éste había ; al terminar, me dí una ducha y me puse una camisa y unos pantalones color negro con mis converse blancas y un gorro color naranja. Hacía mucho frío afuera, como dije anteriormente, es una de las cosas que más me gusta de esta ciudad .

No había desayunado, eran las 9 de la mañana así que, caminé hasta una panadería que estaba cerca del gimnasio. Una vez satisfecho, dejé el dinero en la mesa y tomé el papel que me había dado la camarera con su número de teléfono. Una rubia de ojos azules muy hermosa, tal vez más tarde la llame.

Salí de la panadería y caminé un poco por las calles de Londres; miré las aceras perfectamente construídas y arregladas pero, por desgracia, llenas de basura. Un chillido de una mujer me sacó de mis pensamientos, y pude ver que se trataba de la misma chica que había conocido en la fiesta de mi hermana, estaba tirada en el suelo y luego de unos segundos entendí que terminó ahí por mi culpa: se había tropezado conmigo. 

-Vaya, vaya, vaya... Pero si es la chica amargada de la fiesta- Le di mi mano para ayudarla a levantarse pero ella la miró con asco y, simplemente, se alejó del suelo con su propia fuerza.

-Vaya, vaya, vaya...Pero si es el chico inmaduro de la fiesta- Se limpió un poco el pantalón y luego se cruzó de brazos- Dime, ¿me estás siguiendo?, ¿tan necesitado estás?- Dijo con una sonrisa en el rostro, esto será divertido. Pude ver que detrás de ella se hayaban unas personas mirando la escena con diversión, deben de ser sus amigos.

-Soy Harry Styles, un placer- Me presenté. Uno de los chicos que estaban en el grupo me miró de arriba a abajo y luego se mordió el labio, ok, voy a ignorar eso, otra de sus amigas sólo se quedo embobada mirándome y la última simplemente fingió no haber escuchado algo.

-¿Les molesta dejarme a solas un segundo con su amiga? No tardará mucho- Ellos sólo asintieron y se fueron dejándonos solos, entonces ella habló:

-¿Quien te crees que eres para pedirle a mis amigos que se vayan?, ni siquiera te conozco. Es más, no sé que hago hablando contigo, fuera de mi camino- Dijo ella pero antes de que se fuera la tomé por la cintura y la puse sobre mi hombro. Esta empezó a golpearme la espalda y yo le dí una nalgada en su culo. Chilló por un momento para luego quedarse  callada, supongo que sabía que no la iba a soltar.

La llevé hasta un callejón, la puse en el piso contra una pared y le dije sonriendo:

-Lo que tienes de amargada lo tienes también de agresiva

-¡Suéltame!- Gritó ella.

Reí y comenzé a besar su cuello lentamente, tomándome mi tiempo; pasé mis dientes por la carne pálida y sensible para luego comenzar a succionar la zona. Mientras lo hacía, la chica soltó un leve gémido ahogado, sonreí y seguí con lo mío.  Al finalizar, me alejé de ella para apreciar mi obra, un gran rojo y morado chupetón. Su mirada me decía que estaba sorprendida, asustada y algo excitada.

Sonreí para luego acercarme a su oído y susurrarle -Me encanta cómo se ve en tí- y luego alejarme dejándola allí totalmente sóla.