Donar las pertenencias de mi hermano dolía, y mucho. Pues algunas de esas cosas yo se las había obsequiado, y aunque a veces no le gustaran, lo aceptaba siempre con una sonrisa y las usaba el día después para hacerme ver que sí lo apreciaba.
Un camión vino para tomar los objetos; era manejado por un señor algo gordo con un bigote grande de color negro. Su uniforme era azul, tipo braga, y del lado derecho se encontraba el logo de la compañía.
El hombre agradeció la acción que yo había cometido, y luego se marchó. No sé porque, a mi mente se venían canciones lentas que daban ganas de llorar al oírlas, supongo que es porque ninguno de los dos pensó que terminaría de este modo.
Cerré la puerta y solté un suspiro luego de ello; me hacía mucha falta, y dolía aún más el admitirlo. Negué con la cabeza para intentar apartar esos pensamientos y evitar la caída de algunas lágrimas.
Tomé el teléfono y ordené una pizza para cenar. Dicen que la comida alivia todos los males, y yo apoyo ese lema. A penas había terminado la llamada, cuando tocaron mi puerta.
-Que servicio tan eficiente-Murmuré para mí misma.
Entreabrí la misma para ver de quién se trataba y me sorprendí al ver a la chica del funeral.
Había cambiado mucho; su cabello ya no era largo y ondulado, ahora lo tenía liso y corto, más o menos a la altura del cuello. Estaba más alta y delgada, haciéndola ver aún más hermosa que antes.
-¿Puedo pasar?-Habló ella, sacándome de mis pensamientos.
-Claro; lo siento...por tenerte ahí tanto tiempo.-Respondí nerviosa, haciéndome a un lado para permitirle entrar.
Examinó cada esquina de mi hogar con mirada neutra, queriendo conocerla más a fondo, y yo la examinaba a ella y no podía evitar sentirme como un elfo a su lado, ya que la diferencia de tamaño era realmente notoria.
-Tienes una linda casa.-Murmuró.
-Gracias. ¿Quieres algo de tomar?
-Claro.
-Espero que no te moleste que haya solo agua-Comenté con algo de timidez
-No te preocupes-Contestó soltando una ligera carcajada.
-Puedes sentarte, ahora mismo vuelvo.-Dije caminando hacia la cocina; saqué dos vasos y vertí el líquido dentro de los mismos. Volví a la sala y le entregué la bebida con cuidado.
-Gracias-Dijo.
-No hay de qué.
La chica bebió un poco y también lo hice yo, ambas quedamos en silencio después de eso. Que incómodo.
-¿Cómo estás?-Preguntó ella, de la nada. Sabía a qué se refería.
-Normal; porque no puedo decir que bien. ¿Qué hay de ti?
-Mal-Suspiró-Desde que se fue, no he podido comer con naturalidad. Me salto el desayuno todo el tiempo e incluso el almuerzo. Ha sido difícil.
Mis ojos estaban puestos en el suelo; siempre que mencionan a Ryan, algo dentro de mí se parte y me pongo más sensible. Esta mujer en verdad lo quiso, y yo no puedo creer que ni siquiera me la haya presentado.
-Supongo que Ryan no te habló de mí. Se ponía muy paranoico, quería que fuera perfecto para que nos aceptaran sin problemas.-Siguió ella.
-No te preocupes, después de todo, no se puede retroceder en el tiempo.
-En eso tienes razón. Pero no creo que él hubiera querido que yo permaneciera como una desconocida. Por eso vine. Quiero realizar lo que tanto había planeado con él.
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Mi Peor Crimen→Harry Styles.
FanfictionA veces, mentir no está tan mal. Sobre todo si se trata de ti. Portada: zaiirasstylees. Historia de Harry Styles, no se dejen guiar por Luke en la portada. Derechos reservados en "Save Creative".