SEGUNDA MISIÓN

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Hace unas cuantas horas partimos de la aldea, mis compañeros y mi amado tobe han ido muy serios, yo los sigo en las sombras esperando que todo salga bien, es raro pero desde hace unos momentos siento como si alguien nos observara pero no logro ver quien.

Al parecer la noche nuevamente nos ha sorprendido,cada una de las aldeas esta cerca de la otra, aproximadamente están a un dia cada una, nuevamente estan acampando y al parecer hablan algo.

-oye tobe, ¿que tu novia no va a acampar con nosotros?-escuche preguntar a abyo

-si en unos segundos mas estara con nosotros-dijo con su mismo tono de voz frio que me enchinaba la piel

Ya estaba todo preparada para acampar, me sentia cansada y hambrienta asi que decidi bajar de los arboles donde me encontraba y me acerqué a mis viejos amigos, al parecer mi querido tobe habia ido a un lado, aunque sabia perfectamente a donde habia ido.

Me acerque a ellos con cautela, no sabia que pensaban o que dirian si descubrieran que era pucca, aunque no me importaría mucho, aunque quisiera decírselo a ching

-Hola querida, no te he visto en todo el dia-me sonrio ching extendiendome un gran plato de comida, lo cual agradecia

-oye nena y ¿como es que conociste a tobe?-me pregunto abyo haciendome poner algo tensa

-bueno es una larga historia, el me salvo en una ocasión-dije mirando a la nada

Era verdad tobe me habia salvado aquella noche de lluvia, me habia sanado, sano mis heridas fisicas y sano mi herido corazón, salvandome de un dolor tan grande como el mismo sol

Me di cuenta que garu habia fruncido el ceño ante lo que habia dicho, su mirada penetrante y vacia no se despegaba de mi lo que me hizo ponerme nerviosa, me miraba de una manera extraña y aterradora, comenzaba a creer que lo que veia en sus ojos era malicia hasta que mi amado tobe llego haciéndome sentir aliviada

-tobe prepare algo para la cena, aqui tienes tu porción-dijo ching de manera tranquila

Ella sin dudas no ha cambiado nada, siempre tan amable y madura, hubiera deseado ser como ella en muchos aspectos de mi vida, pero se que si lo hubiera sido jamas me hubiera acercado tanto a el hombre que siempre me amo y que siempre yo ame aun sin darme cuenta

Me dispuse a cenar en la tienda para poder quitarme un momento la mascara y poder comer tranquila, asi que tobe me acompaño y pudimos compartir un rato de paz y disfrutar la compañia de ambos, sin duda alguna amo a tobe con todad las fuerzas que tengo y pase lo que pase jamas lo dejaré de eso estoy segura.

Algo me habia despertado a mitad de la noche, un extraño ruido como de agua chocar con algo, mi curiosidad me habia ganado asi que decidí levantarme con cuidado de no levantar a mi bello tobe y asi poder encontrar la fuente de ese ruido, sali de la tienda con cautela, no queria llevar mi mascara asi que camine con cuidado, el ruido provenia de un pequeño cenote escondido entre grandes arboles, vaya que era bello y que daba una paz grandicima, me decidi a quedarme por unos minutos ahi, asi que me sente en una pequeña piedra y observe la noche, estaba fresca pero no me importo, estaba tan envuelta en mis pensamientos que jamas me di cuenta que ching estaba a mis espaldas

-hola linda-su voz me hizo tensarme

-ho..hola..ching-tartamudie ante ella, se sento a mi lado y yo mire asi otro lugar

-linda noche ¿no?-dijo sonriendo mientras veia la luna, tenia sus ojos cristalinos

-¿estas bien?-pegunte, estaba preocupada

-oh si no te preocupes, una tonta pelea con mi novio abyo-dijo intentando sonreirme

-ya veo, puedo ayudarte su quieres-sabia que si la ayudaba ella se sentiría mejor

-sabes? Por un momento me hiciste recordar a una amiga muy querida-dijo mirandome

-¿asi? ¿a quien?-necesitaba saber si se referia a mi

-a ti pucca-me dijo sonriendo para despues abrazarme

-ch..ching..¿co..como..lo?

-¿como lo supe? Fácil, lo descubrí cuando a ti se te dio aquel don de la flor, ahi encaje todas mis piezas y descubri que eras tu mi bella amiga

Sonreí, no podia eatar mas tranquila de que mi amiga supiera que era yo antes de decírselo y no se haya enojado conmigo, eso era muy relajante para mi 

-te extrañe mucho pucca

-yo tambien te extrañe ching

Despues de platicar todo lo que habia sucedido y la razon por la cual habia decidido alejarme de la aldea de sooga sorprendio a ching, pero aun asi me regalo la mas sincera y alegre sonrisa que una amiga puede darte

-no te preocupes pucca, no le diré a nadie que estas aqui, respetare tu decisión de contarselos tu-me dijo dandome un abrazo

-gracias ching por entenderme y apoyarme

-por cierto que bien te queda ese corte de cabello-sonrió

Ya no tenia esa larga melena que antes me habia caracterizaado, ahora mi cabello me llegaba arriba de mis hombros

-gracias ching, uno de mis compañeros me lo corto, el se llama chris y es experto en cortes, es el que mantiene a todos con el mejor cabello y libre de puntas abierta-recordar todo eso me causo mucha gracias haciendome estallar en risa al igual que ching

-entonces necesito ir con ese tal chris por un corte- bromeo

Despues de terminar nuestra larga charla, cada una se fue a sus respectivas tiendas, para volver a dormir.

Los rayos del sol me habian despertado, como odiaba despertar temprano y mas cuando habia estado despierta antes, pero ni hablar, tengo que ayudar a mi amado a cumplir una misión asi que antes de que los demas despertaban yo ya me encontraba entre los arboles observandolos.

Todos siguieron con paso firme el camino y yo los seguia de cerca, horas más tarde por fin se podía ver la entrada de una enorme y lujosa aldea, al entrar vimos a la gente portando diferentes joyas, las casas eran enormes y con muchos lujos y las cosas en venta estaban por los cielos, me maraville por lo mucho que brillaban las cosas ahi, vi como preguntaban a alguien pienso yo que por la casa de Fan, mire que alguien señalaba hacia la derecha, asi que despues de preguntar caminaron a esa direccion hasta llegar a una casa parecida a un gran palacio.....

NINJA ROJADonde viven las historias. Descúbrelo ahora