«Me encontraba recostado en el sofá con Bill sentado en el reposabrazos de este. Y con una sonrisa platicábamos con bastantes coqueteos de por medio.
Después de todo, el fantasma de Bill, causado por Cupido, había cumplido su promesa, ya que cada vez tenía citas más y más seguidas con él rubio, aunque a pesar de eso aún no podía ser capaz de controlar los nervios que Bill alborotaba en mí, cada vez que nos veíamos, pero eso poco importaba ahora, ya que en esos momentos sólo me importaba pasar tiempo con él.
Ambos veíamos un programa en la televisión, ya que Mabel se encontraba arriba con Candy y Grenda. Y mientras tanto, Bill me contaba un par de anécdotas divertidas y extrañas sobre su dimensión, algunos datos interesantes que sabía gracias a su infinito conocimiento y me lanzaba uno que otro cumplido que sólo provocaba que me sonrojara y riera tontamente junto a él.
—Me alegra poder pasar, aunque sea un rato contigo —solté sin pensar mientras bebía de mi refresco, viendo como tonto los ademanes que hacía el rubio mientras hablaba.
—Lo sé —murmuró antes de acercarse a mí—, es una verdadera pena que no podamos pasar tanto tiempo juntos como desearía.
Mientras decía eso tomó mi mano, y desee con todas mis fuerzas que lo dijera honestamente. Desvíe la mirada para evitar que Bill notará como me sentía, intentando ignorar aquella punzada en mi pecho.
—Por cierto, Bill... —murmuré con curiosidad intentando cambiar de tema—, ¿por qué hoy no traes tu típico traje?
Lo miré nuevamente, una vez que el rubor bajo de mi rostro y le pregunté refiriéndome a la ropa casual que llevaba encima, una sonrisa se extendió en el rostro de Bill.
—Me alegra que lo notarás Pino —me dijo divertido—, pero no hay una gran razón detrás de esto, simplemente me siento cómodo cuando estoy contigo, no necesito mi traje frente a ti.
Bastante rubor subió a mi rostro antes de sentir como se acercaba cada vez más a mí.
Y cuando su rostro se encontró muy cerca del mío me perdí en su mirada, en aquellos ojos exóticos que me hacían sentir frustrado, harto de no poder hacer las cosas que realmente quería hacer con el rubio...
Bill me sonrió antes de besarme y acomodándome como pude correspondí al beso, dejando que la desesperación me consumiera, besándole con toda la pasión que nacía de mi cuerpo, y demonios, los besos del rubio me volvían completamente loco.
Tal vez, ese día por fin pasaría algo más con el demonio.
Logré escuchar como mis planes se destruían con la simple oración que salía de la bocina de la televisión. ¿Noticias de última hora? ¿En Gravity Falls? Debía ser una tontería.
Bill se apartó de mí con una mueca al notar como dejaba de besarlo.
—Parece que me tengo que ir, Pino.
Y sin siquiera darme la oportunidad de reaccionar, el rubio desapareció frente a mis ojos, tal vez no debí pensar antes de tiempo.
Me desperté de golpe viendo como la habitación recuperaba el color, mi hermana entró a la habitación y se sentó junto a sus dos amigas en el suelo frente a mí, en un par de segundos todas se encontraban impidiéndome ver algo del televisor. Al menos quería saber qué es lo que había interrumpido mi cita con el rubio.
Fruncí el ceño al escuchar como hablaban de la tonta fiesta que darían los Noroeste. ¿Era por eso por lo que habían interrumpido mi cita con Bill?
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Loving The Devil. [Billdip]
FanfictionDipper y Mabel son enviados a pasar su último verano antes de ir a la universidad con su tío en un pueblo llamado Gravity Falls, en él se encontrarán con cierto demonio que no sólo muestra interés por la dominación mundial, sino también por el casta...