Capítulo 5.

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Al día siguiente, después de que su hermano la dejara en la puerta del instituto, se quedó en la puerta 5 minutos decidiendo si entraba o si se daba la vuelta y volvía al coche con Marcus.

Al final entró y fue a su clase, sentandose en su sitio de siempre, solo que esta vez Luke no apareció en todo el día.

Tuvo que reprimir las ganas de llorar más de una y de dos veces en todo el día. Estuvo sola, en clase y en el recreo. Nadie se acercó a ella.

Aunque lo que le preocupaba no era eso, le preocupaba la falta de Luke.

Malditos ojos mieles y maldito niño.

El siguiente día todo fue igual, no hubo ni rastro de Luke en toda la mañana.

Se saltó las dos últimas horas y fue a comprar un par de cigarros a un chino que había visto de camino estos días. Tenía ansiedad de comer. Y de no saber dónde estaba ese jodido chico.

Fue al parque donde dos días atrás todo había cambiado y se fumó los dos cigarros, intentando tragarse el nudo en la garganta que se había formado nada más llegar allí.

Después volvió al instituto para volver a parecer feliz delante de su hermano Marcus.

                             *

                             *

Esa tarde tenía que ir a la psicóloga, al grupo y al médico. Me tiré desde las 4 hasta las 6 y media dando vueltas de un sitio para otro. Primero fuimos al médico, quien me dijo que iba bastante bien. Después el grupo, donde estuve con las pocas amigas que tenía. Y, por último, a la psicóloga.

Al salir estaba realmente cansada. No tenía ganas de nada. Es cierto que llevaba bastante sin tener ganas de nada, pero desde que pasó lo de Luke un pensamiento más me atormentaba por las noches.

-Voy a por el coche con mamá, quédate aquí.-Dijo Marcus. Me senté en un bordillo y me puse a mirar a la gente que pasaba. Cada uno totalmente diferente.Y cada uno con una historia detrás. Pensó mi subconsciente.

Llevaba dos días pensando en lo dura y brusca que había sido con Luke. Quizá necesitaba su tiempo para coger confianza de mi. O quizá necesitaba más de 5 segundos, que es lo que diste.

Querido subconsciente, cállate.

-¿An?-Dijo una voz conocida desde detrás mía. Me giré y le vi con un moratón en el ojo y el labio y la ceja sangrando.

-¿Que....qué ha pasado?-Dije levantándome de golpe al verle. Empecé a temblar. No sé si por verle así o por verle simplemente.

-Ana...-Dijo.

-Ven a mi casa. Yo...te tengo que curar.-Dije nerviosa. Él puso una media sonrisa.

-Está bien.

-Di que...esto...que te han robado. Por ahí vienen mi hermano y mi madre.-Dije señalando el coche y yendo hacia él.

Por fin haces una cosa bien Ana.

-Oh, cállate, ¿quieres?-Dije sin darme cuenta en alto y Luke me miró extrañado. Me entró la risa.

-Tu risa es muy bonita.-Dijo muy bajito. Me sonrojé. Si él supiera..

-Gracias.-Dije mientras Marcus bajaba la ventana.

-Ana, ¿qué pas...?-Pero paró al ver a Luke detrás mía.

-¿Puede venir a casa a que le cure?-Dije.

-El chico..-Dijo Marcus mirándome.

-El chico.-Afirmé divertida.-¿Puede?

-Dile que suba cariño.-Dijo mi madre.

Frágil.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora