-Mamá.-Dije sorprendida. Me habían pillado.
-¿Dónde has ido?-Dijo seria.
-A...a dar una vuelta.-Dije entrando a la habitación. No quería que Luke escuchara esto.
-¿Con quién?
-Sola.-Dije bajito. Si mami, me he ido con mi novio o lo que sea que es Luke a un bosque que está a 20 minutos de aquí.
-Ana, te he visto llegando con ese chico.-Dijo levantando la voz.
-Mamá, no es lo que pien...
-No quiero que vuelvas a acercarte a ese chico.-Dijo gritándome.
-No puedes hacerme eso. Es el único que se ha molestado en acercarse a mi.-Dije gritándole yo también.
Unos pasos se escucharon en el pasillo y Marcus entró a mi habitación.
-¿Qué pasa?-Dijo con voz de dormido.
-Tu hermana ha salido con el chico ese sin pedir permiso.-Dijo mi madre aumentando el tono de voz conforme iba hablando.
-Mamá, no me parece que sea tan malo, ella..
-¡Cállate Marcus!¡Tu no sabes nada!
-¿Qué no sé? Mamá, joder, a mi me has pillado millones de veces. Ahora le toca a Ana, no le veo lo malo.
-¡Tu no eras anoréxica ni bulímica, por dios Marcus!-Gritó. Me quedé congelada ante sus palabras. ¿Enserio había sido capaz de decir eso?
Marcus la miraba sorprendido, y yo pude notar como la rabia y la impotencia me invadían por completo.
-Fuera de mi habitación.-Dije bajito. Mamá no me hizo caso, ella seguía diciendole cosas a Marcus de porqué no podía salir.-¡Fuera de mi habitación!-Grité. Mi madre se giró a mirarme, al igual que Marcus.-Fuera.-Dije con la voz rota.
No Ana, delante suya no.
Mamá salió sin pensarselo y Marcus se acercó a abrazarme, pero me aparté.
Cerré la puerta cuando se hubieron ido y me tiré en mi cama, rompiendo a llorar.
No podía alejarme de Luke. Era el único amigo que tenía. Y era mi...espera, ¿qué estoy diciendo? Cuatro besos no significan 'ser'.
Suspiré entre lágrimas. A la mierda mi madre, sus gritos o sus castigos. Dejar a Luke no entraba en mis planes.
*
*
-Ana...-Me dijo Marcus parando el coche enfrente del instituto. Abrí la puerta y salí. No quería escucharle. Sabía que iba a decirme que no se lo tuviera en cuenta y no quería escucharlo de su boca.
Salí corriendo hacia la puerta. Necesitaba un abrazo de Luke y saber que todo iría bien a pesar de todo.
Pero Luke no apareció en las 3 primeras horas.
-Señorita Beccet.-Dijo mi profesora de psicología.-Está usted muy distraída.
-Lo siento señorita, no volverá a ocurrir.-Dije poniendo una sonrisa falsa y haciendo que atendía.
-Eso es que su novio se ha dado cuenta de lo fea que es.-Le dijo una de las chicas de delante a la otra pensando que yo no las escuchaba. Amba rieron en bajito y me miraron.
Intenté tragarme el nudo que se me había formado en la garganta y justo, como leyendome el pensamiento, sonó el timbre.
Fui casi corriendo a la cafetería a buscar a Luke y, efectivamente, allí le encontré sentado en una mesa.
Salí corriendo allí y me senté enfrente suya.
-Hola.-Dije tímidamente.
-Ana, no deberías estar aquí.-Dijo con la voz dura sin mirarme a los ojos.
-¿Que dices Luke?-Dije temblando.
-Tu madre tiene razón.-Dijo mirándome a los ojos por fin (aunque habría preferido que no lo hiciera)-Soy peligroso para ti, no te merezco.
-Luke, no digas eso, no...
-Ana, no quiero volverte a ver.-Dijo alzando la voz y aprentando los puños.
-Por favor Luke...-Dije. Tenía los ojos llorosos y la voz rota, pero me daba exactamente igual.
Él no dijo nada, simplemente se levantó de la mesa y se fue. Dejándome perdida y desorientada en aquel estúpido instituto.
Me había dejado sola. Con todos mis miedos e inseguridades. Se había llevado una parte de mi que habían hecho añicos años atrás y ahora la volvía a romper.
Sentí asco de mí misma al confiar en él. Sentí asco de mí misma por ser tan ingenua. Por pensar que me podía querer.
Sentí asco al ser yo.
Salí corriendo al baño donde sabía que no había nadie. Me eché agua y, al verme al espejo, mis pensamientos me aterraron; me volvieron loca hasta el punto de sentir la necesidad de volver al mundo de donde había conseguido sacar un pie.
Vomité.
Y ese fue el principio de mi segundo infierno.
*Narra Luke*
¿Hacía lo mejor para mi? No.
¿Y para ella? No lo sabía.
《El móvil sonó cuando llegué a casa. Un número que desconocía brillaba en la pantalla.
*Llamada telefónica*
-¿Sí?
-Deja a mi hija en paz.-Se oyó la voz de una mujer al otro lado de la línea.
-¿Disculpe?-Dije. Estaba confundido.
-Deja a Ana en paz. Ella necesita más que un chico como tú, eres peligroso para ella.-Dijo con dureza en sus palabras.
-Perdone, creo que...
-Aléjate de mi hija.-Dijo y el silencio se hizo al otro lado del teléfono.
*Fin de la llamada*》
Salí del instituto en mi moto. Volé por las calles hasta llegar a mi casa, a mi barrio. Bajé de mi moto lo más rápido que pude hasta mi casa y ahí no pude evitar darle un puñetazo a la pared. Era gilipollas.
-Eh, violador.-Se oyó una voz a mi espalda.
-Qué diablos te pasa ahora.-Dije muy bajito dándome la vuelta.
-¿Ahora pegas paredes? Vaya.-Dijo burlándose de mi. En un momento aparecí encima suya mientras descargaba toda mi furia contra él. En ese momento salió Dan de casa y me separó de él, metiéndome dentro.
-¿Qué coño te pasa tío?-Dijo enfadado.
-Ana, eso me pasa.-Dije.
La había perdido.
¡Hola! Asdfghko.
Siento que el capítulo sea tan corto. Y siento tener que haber escrito esto, era necesario :$ (Si os sirve de consuelo yo he sufrido mil escribiendolo)
Este es el capítulo que va a introducir todo lo que va a pasar a partir de ahora, asique aunque es corto es importante ;)
Decirme qué os parece y si os gusta y esas cosis:")
Os quieero♡
Lu.
PD: ¡Supero las 200 views y asfskskskdk!
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Frágil.
Teen Fiction《No imaginaba que alguien pudiera quererla de esa forma; y menos que prometiera cuidarla pasase lo que pasase.》