18: « ¡Vamos, Barbie! »

6.9K 571 26
                                    

18: « ¡Vamos, Barbie! »

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

18: « ¡Vamos, Barbie! »

Kyrae.

Solo una pregunta: ¿qué rayos acaba de suceder? No entiendo nada, hace unos minutos estábamos comiendo helado y al otro, Justin tiene la cara lleno de crema, mientras una loca le insulta a gritos, un abecedario completo para ser precisa. 

—Si tus conquistas siguen con esa actitud, no podremos tener una familia normal —me burle.

—Uhg, creo que tengo chocolate hasta dentro de la nariz.

No pude evitar soltar una pequeña carcajada. Él se limpia la cara con las servilletas, mientras refunfuña. Esto ha sido gracioso, la próxima debo tener el móvil listo para grabarlo y así, subirlo a internet.

—Pobre, papá Justin —le hable al bebé que está dormido en la carriola—. Es un mujeriego y ahora mismo la vida le está regresando todo por infiel.

—¡Oh, silencio! —me dijo rápidamente—. La anciana que está detrás atrás tuyo me está mirando muy feo, creo que también quiere tirarme helado, ¡Dios! ¡¿Qué hice para merecer esto?!

—Deja de ser un idiota —rodé los ojos—. Aunque conociéndote, seguro te acostaste con su hija y nieta.

—¡Eso no es verdad...! Bueno, para ser sincero, fue solo una vez, ¡pero eran extranjeras! Así que dudo que sean sus familiares —me explico y yo no pude evitar enarcas las cejas—. ¿Qué...?

—Eres el rey de la promiscuidad.

—Y tú una loca de las compras.

¡Yo soy una loca de las compras...! Uf, bien, ¡lo admito! A veces lo soy, ¡pero eso no significa que tenga un grave problema!

—Silencio —dije ahora yo y comí mi helado.

—Sabes que tengo razón —canturreo inocente.

Por último, termino robando un poco de mi helado, pero ahí no termino su interesante actuar, fue inevitable hacer una mueca cuando lo vi lamerse su playera, donde todavía quedaba un poco de crema.... él realmente es un idiota. Se que existe la regla de los tres segundos, pero no debe estar permitido hacer eso.

—Vamos —lo escuche decir, mientras coloca sus manos en la carriola y la empuja—. No volveremos a esa heladería, siempre la crema termina encima de mí.

—¡Es lo divertido!

Colgué mi bolso en mi brazo, mientras caminamos por el parqué. Que lindo día, me recuerda al día en la piscina, solo que ahora nos encontramos frente al lado de la ciudad, es maravilloso como se conserva la belleza de la naturaleza. Ojalá todo el mundo apoyara más en ello, así habría un gran cambio. 

—¿En qué piensas? —pregunto a mi oído, haciéndome saltar. Golpee su hombro de forma automática—. Solo es una pregunta, agresiva.

—No es mi culpa, me asustaste —me defendí—. Uhm, y pienso en el día bonito, es muy tranquilo.

Proyecto BebéDonde viven las historias. Descúbrelo ahora