41: « Pero así te quiero »

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41: « Pero así te quiero mucho »

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41: « Pero así te quiero mucho »

Hice un puchero cuando vi todas las cajas llena de ropa, juguetes y objetos para bebés, estaban listo para ser llevados en la tarde a la iglesia y donaciones donde las necesitaran. Justin se encontraba acomodando a Sévak en el auto, listo para llevarlo a la universidad y despedirnos de él, había finalizado el proyecto. Acomode mi bolso en mi regazo cuando subí en el asiento del copiloto, puse música para que ir escuchando en el camino, además me resultaba una buena distracción ya que si nos sentíamos un poco triste porque él bebe demoníaco se fuera.

—Si quieres puedo comprarte un muñeco de juguete para que lo tengas como Sévak —me animo Justin y yo me reí—, o podemos robarle a mi hermanito uno de los que tiene, ¿qué dices?

—Seguro Jazzy te mataría si intentar llevarte a una de sus muñecas.

—Es lo más seguro, pero vale la pena intentarlo por ti.

Sonreí al escuchar sus palabras tiernas, me incline y le regale un pequeño beso en su mejilla.

Cuando llegamos, había muchas personas ahí. Bajamos con el muñeco y caminamos hacia la entrada mientras saludábamos a algunos amigos, y conocidos. Justin tomo un boletín que los alumnos de primero estaban entregando, me acerque a leer de que era y me reí al ver las letras gigantes: « Fiesta de Regreso a la Vida en casa de River », ese chico no perdía el tiempo en destruir su casa.

—Definitivamente iremos —Justin afirmo con una sonrisa.

—Solo espero que no lleguemos al hospital, por favor.

—Que graciosa, Kyrae.

Me reí al escuchar su voz llena de sarcasmo, pero después me regalo una sonrisa típica de él haciendo que yo se la devolviera. Caminamos hacia el auditorio donde había varios alumnos formados en una fila, todavía no comenzaba la entrega así que algunos se encontraban sentados en el suelo esperando y otros dormían un poquito por la mañana agitada que teníamos. Incluso algunos alumnos se habían amanecido fuera de la universidad con tal de entregar el proyecto lo más rápido posible, pero ya habían pasado horas desde que abrieron la universidad y se formó la cola. Esto ya parecía fila de concierto.

Pero entonces el maestro Anderson se dignó a aparecer, hablo por el micrófono haciendo que los alumnos despertaran y prestaran atención.

—¡Buenos días, alumnos! —hablo con entusiasmo—. Queremos felicitarlos por sobrevivir a este mes con los bebés, espero que hayan aprendido mucho y se tomaran el proyecto con seriedad. Ahora, comenzaremos a llamar a las parejas para que puedan ir entregando a sus bebés, se sabrá sus notas de inmediato —sonrió—. Ahora, si le hicieron algo al bebé, es mejor que confiesen antes que la maquina lo haga por ustedes.

Emily y Sarah llegaron corriendo justo cuando comenzó a moverse la fila, como somos buenos amigos, los dejamos entrar detrás nuestro diciendo que les habíamos guardado lugares. Los murmullos de los alumnos sobre anécdotas estaban por todo el pasillo, no podíamos evitar reírnos al escucharlo y tampoco dudamos en cortar las nuestras.

Proyecto BebéDonde viven las historias. Descúbrelo ahora