35: « ¿Esta en vivo? »

6.3K 643 120
                                    

35: « ¿Esta en vivo? »

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

35: « ¿Esta en vivo? »

Tome la laptop para aceptar la videollamada con Robert y Drystan, sus horribles rostros aparecieron en mi pantalla. Después de lograr entrar a mí habitación gracias a la recepción, los llame y les informe lo que sucedió anoche, pero ellos querían la historia completa mientras me veían, solo para burlarse de mis expresiones.

—¡Cuéntanos todo, ahora! —exigió Robert.

—¡Sí! —apoyo Drystan—. Joder, me das miedo con esa sonrisa.

—Es que estoy feliz —conteste—. ¡Demasiado feliz que hasta podría gritar!

—Grita —me animo Drystan—. Y nosotros gritamos contigo.

—Esa es una gran idea —lo señalo—. ¡Vamos, a la cuenta de uno, dos, tres...!

Y yo grite, grite sacando la lengua, como el actor en Scary Movi cuando contesta la llamada del asesino, y después empieza a hacer que todos sus amigos se unan, pero sin el "¿qué onda?". Cuando termine de gritar, lo hice de nuevo porque era lo que me salía del corazón: ¡maldita emoción! Me va a dar un paro cardíaco.

—¡Ya, ya! —nos detuvo Robert—. Joder, parecemos mujeres, ¿ellas también gritaran de emoción?

—No lo sé, ¡pero me importa un pepino! —casi me levantaba, hasta que recordé que tenía la laptop sobre las piernas—. Esto es grandioso, tengo una oportunidad de conquistarla.

—Kyrae y tú, ¿quién lo diría? Amigo, acabas de alterar el orden del universo.

—¿Qué ese no fue Leonardo DiCaprio?

—Ahora ambos.

—¡Pero cuéntanos ya como te atreviste! —pidió Drystan mientras mecía a su bebé.

—¡Sí, ahora!

Empecé a hablar de lo sucedido, contando y exagerando con lujo de detalles, también que me hizo la bromita de hacerme creer que dormiría en el pasillo, pero al final me termino dejando entrar a su habitación. Las burlas, risas y comentarios de broma no pararon hasta una hora después, que tuve que contarles porque saldría con Kyrae y el bebé demoniaco, ¡todavía no me lo creo!

—Cada día luces hermosa —dije al verla salir de su habitación—. Incluso con esa cosa verde en tu rostro te veías como un ángel.

—¿Te refieres a la crema?

—Sí —asentí—. Te la puedes poner otra vez y seguirías siendo hermosa.

Sus mejillas se tiñeron de rojo, se veía tan adorable de esa manera. Tenía razón, si había una gran diferencia entre conquistarla secretamente y conquistarla sabiendo que me gustaba, ahora mis palabras y detalles seguro surtirían más efecto en ella, esperaba volverla loca.

Proyecto BebéDonde viven las historias. Descúbrelo ahora