Retroceso

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Las palabras finales de Bram fueron suficientes para hacerle cambiar de idea y no contar nada a su padre. Era un tema del que le costaba horrores expresarse, había tenido mala suerte con su primera experiencia en la cama y le dio muchas vueltas. Pero estaba tremendamente dolida, realmente se sintió violada. Le dolía para hacer pis y al caminar.

No dijo nada a nadie, como siempre.

Poco a poco, con el paso de los días, Charlotte iba degenerando. Como Bram no se ponía en contacto con ella empezó a creer que era la culpable, por algún extraño motivo sin sentido, sentía que tenía que ir a hablarle ella a él. Pero no lo hizo, no se doblegó. Gran parte racional de su cerebro seguía advirtiéndole de que él tenía la culpa.

No obstante, todos esos malos pensamientos empezaron a repercutir en sus estudios y aún más en su forma de sociabilizar, no se sentía con ganas de ir a los entrenamientos de voleibol, y estuvo sangrando incluso días, lo que la preocupó bastante al principio.




Maestra: Charlotte, quería hablar de tu último examen. ¿Puedes venir a mi despacho un segundo?

La rubia se puso blanca. Sabía que le había salido mal el último examen, no quería entrar. Se puso bien el bolso y suspiró al cerrar la puerta, tomando asiento delante de su escritorio.

Maestra: Sé que tienes muchos quehaceres últimamente, y que estar en el seno de una familia expuesta a los medios es complicado. Pero cielos, tu última nota me ha dolido hasta a mí. Has sacado un 2'5.

Charlotte apartó la vista rápido de ella muerta de la vergüenza, jamás había suspendido nada en su vida, y mucho menos le habían llamado la atención por ello.

Maestra: Eres una chica muy lista, te han adelantado un año de instituto para que llegaras a la universidad. Realmente mereces estar aquí, yo lo sé. Pero me preocupas, últimamente pareces en la luna. ¿Pasa algo que necesites contar?

Charlotte negó con la cabeza rápido.

Charlotte: No... pensé que no me había salido tan mal.

Maestra: La presión aquí es grande, hay exámenes continuamente... tu bajón ha sido muy notable en la última tanda. Si necesitas hablar, hablemos. No saldrá de aquí.

La niña se humedeció los labios, era la primera vez que alguien trataba de ayudarla, ni siquiera en su casa le hacían caso. Se puso un mechón detrás de la oreja y bajó la mirada.

Charlotte: Estoy un poco ida... pensando en otras cosas. Creo que cuando algo no me sale bien me quedo dándole muchas vueltas hasta entenderlo, sólo que al no ser algo que lleve manual me cuesta.

La mujer mayor sonrió viendo cómo se expresaba.

Maestra: Supongo que será algo muy externo. La teoría solo sirve para los libros, ¿no es cierto?

La rubia asintió.

Maestra: ¿Es un chico? ¿Una pelea con un chico?

Charlotte la sentía muy cerca de su espacio personal solo con oírla hacer la pregunta.

Charlotte: Se me pasará.



Dos semanas más tarde

PasadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora