Pasado

Un paso en falso

Fuera como fuera, pudo despejarse algo más del recuerdo de Bram gracias al boxeo... y a Tim. Adquirieron rápido la costumbre de estudiar juntos las materias más complicadas y a veces la sorprendía trayendo dulces o dándole un paseo en su coche. A él le empezó a gustar su amiga rápidamente, a pesar de que la veía inalcanzable. Y Charlotte por su parte tenía aún la memoria muy carcomida por las experiencias con su ex, sentía mucha nostalgia y el tiempo separados le hacía replantearse si llamarle. Momentos de debilidad.

Saliendo de su último examen por fin pudo decir con alegría que acababa su primer año de carrera, con éxito en todas las asignaturas. Al entrar por la puerta tiró la mochila sobre un rincón del cuarto y juró no cogerla hasta que fuera el siguiente año, no quería ni mirarla. Ahora sólo debía centrarse en el combate que tenía dentro de dos semanas y del que ningún familiar sabía nada. Iba a debutar como boxeadora y se había sacado la licencia ella sola. Se veía futuro.

Despacho de Ric

Charlotte: Papá, lo he aprobado todo, mira —se mordió el labio contenta y se acercó a su escritorio, dejando encima el papel que numeraba sus créditos por alumna ejemplar— estarás orgulloso, ¿eh? A Reid bien que le insistes y es un memo incapaz de sacar un aprobado.

Ric: Te felicito, pequeña. ¿Me disculpas un momento?

Charlotte: No, vamos a ver una peli o algo. Vamos al cine —tiró de su manga para levantarlo de la silla, pero el viejo ya tenía el auricular pegado al oído. Empezó a hablar de técnicas de WWE tan pancho con otro luchador. 

Aguardó pacientemente a que acabara la llamada. De repente entró Reid y se sentó también a esperar. Cuando Ric colgó, señaló a ambos.

Ric: Ya que eres incapaz de estudiar por ti mismo, tu hermana te ayudará. No estaré contento hasta que acabes limpio. Subid a la habitación.

Charlotte: Que le ayude Meghan, yo no he estado todo el año hincando los codos para ahora no tener libre el verano —dijo enrabietada, saliendo del despacho.

Ric: Lo harás si quieres competir subida a ese ring.

La rubia giró sobre sus talones, mirándole con impaciencia.

Charlotte: Voy a dar una vuelta... luego vuelvo y le ayudo —ni siquiera sabía cómo demonios se había enterado de que entrenaba allí, pero le acababa de amargar el día. Y al parecer el verano.

Debut de Charlotte

Reid: ¡Menuda paliza! ¡BAM, TOMA GANCHO, TOMA DIRECTO! ¡BAM, BAM! —su hermano disfrutaba en las gradas viendo cómo la rubia cocinaba a puñetazos a su rival. Ric despegó la vista del móvil cuando el público rugía, casi le centelleaban los ojos al ver el poderío que tenía su pequeña. Su técnica era mejor que la de Reid, y también tenía más fuerza.

Ric: Así tenías que haber sido tú en tu debut de MMA. Tu hermana te gana por goleada...

Reid: A ella le gusta lo que hace. Normal, no ha tenido a un viejo cascarrabias encima de ella hasta para cagar. Así cualquiera puede amar su profesión.

Ric alzó la ceja y volvió la vista a su niña. De repente la otra chica, enfurecida de la paliza que estaba recibiendo, se agachó y le dio dos fuertes ganchos cruzados, pero antes de volver a acercarse los guantes a la cara Charlotte estiró el brazo y le sacudió un crochet que la tiró al suelo rápido. De la nariz ajena empezó a salir sangre sin parar y el réferi paró el combate.