Pasado

Unos miles de dólares

Ric: Esa es de tu hermano, ¿no? Devuélvesela.

Charlotte: No, las pesas son mías.

Ric: ¿Tú, desde cuándo? —Ric las descolgó mirándolas pasmado, eran un diseño muy bonito.

Charlotte: Llevan aquí años papá, las necesito para voleibol. Aunque te parezca ridículo necesito entrenar con ellas.

Ric: ¿Pero todavía sigues en ese deporte? Charlotte, ayer me llamó tu maestra, está muy preocupada. Deja el voleibol si es lo que te quita el tiempo, no merece la pena.

Charlotte: Me gusta el deporte, no quiero dejarlo.

Ric: Ese deporte no te llevará a nada, nunca vas a ser conocida. Mejor destaca en otra cosa, tienes piernas largas y eres rubia. En dos llamadas te puedo colocar en cualquier revista, ¿no te gustaría?

Charlotte: No lo hago para ser conocida. Y no, gracias pero no —se las quitó de la mano y las volvió  a colocar.

Su padre salió de la habitación y al poco ella tuvo la necesidad también de tomar aire. Cogió la bicicleta y se dirigió a la fuente que empleaba cuando iba a dar trotes largos, una parada cerca del bosque.

Metió la mano en la cesta y dejó la bici un momento aparcada, mientras se acercaba a llenar la botella de agua. 

Al terminar se chocó con Bram bruscamente, salía sudado de su entrenamiento. A veces el equipo entrenaba por allí... pero parecía que en esa ocasión sólo él, sus amigos y su nuevo rollete habían salido. Sus compañeros se reían mirando la cara de Charlotte, desubicada al ver a la misma muchacha de la que se copió. Era una latina, morena de piel y de ojos, pelo negro y enormes curvas por todo su cuerpo. Salvo por los pechos, eran totalmente distintas, además ésta joven era más bajita aun llevándose cuatro años de diferencia. Bram la cogió de la mano y la besó en la mejilla, pero al poco se apartó y fue donde Charlotte.

Bram: Eh, Charlotte —la niña se hizo la tonta, pero el jugador se puso en pie delante de la bici cortándole el paso— quería decirte algo.

Charlotte: Tengo prisa, si me lo dices rápido mejor...

Bram: Siento haber hecho el imbécil la otra tarde. De verdad. Hiciste un gran esfuerzo por mí y te lo agradecí tirando tus apuntes al suelo.

Charlotte bajó la mirada, asintiendo.

Charlotte: Sí, la verdad es que fuiste un poco capullo.

Bram: Pero aprobé el último examen.

"Claro, le copiaste todo a la chica".

Charlotte: Me alegro. Así por lo menos no van a echarte.

Bram: ¿A dónde vas ahora? ¿Al gimnasio?

Charlotte: Tengo partido de vóley. Pero sí, voy a ir antes a entrenar un poco.

Bram: Ah, es verdad, tú estabas en esa mierda —se rio pasando por su lado—a ver si algún día me paso a verte, tengo curiosidad por cómo eres jugando.

Charlotte: ¿No me habías ido a ver ya? —preguntó por acto reflejo, pero era obvio que no. Acababa de darse de cuenta mientras lo preguntaba. Tragó saliva y ladeó una sonrisa falsa, fue lo único que le salió al descubrir su mentira cuando la había conocido— bueno, mira... tengo que irme ya.