Era un día soleado, brillante y hasta feliz. BaekHyun esperaba a la hora prevista, con una sonrisa demasiado dulce para la acción que cometería. Le entregó una flor a esa chica y ella la recibió encantada.
Acababa de morir.
Baek no explicó nada, ni emitió sonido alguno, él solo tomó su mano y salió por la puerta delantera, dejando atrás la cálida estancia y el cuerpo de ella, sin vida, sentado sobre su silla favorita. Aquella en la que solía pasar la mayor parte del tiempo cuando él la visitaba. En su delicada mano, la flor que el chico recién le había entregado marchitaba a un paso impresionante.
Era una flor de la muerte.
Ella preguntaba demasiadas cosas y la fascinación que él sentía se disolvía y se volvía solo un recuerdo, al mismo tiempo que soltó su mano. Él no interrogó a nadie cuando falleció e, incluso en ese momento, no tenía curiosidad. Él murió. Así de simple.
Pero ella fue capaz de notar la distracción de Baek y trató de tomar su mano, pero él la apartó como si el toque quemara, deteniéndose.
ㅡNo me toques ㅡsiseó y ella solo pudo asentir, sosteniendo su "versión" de la flor cerca de su pecho. Ella intentó sonreír, pero él solo la observó por unos segundos que se le hicieron siglosㅡ. Te lo dire solo una vez. ¡Felicidades, acabas de morir! ¿No es eso suficiente para ti, niña?
Su mirada estaba vacía, demostraba soledad y falta de vida.
Ella se preguntó hacia dónde fue la sonrisa con la que él la recibió. Era una sonrisa demasiado tierna, que le confirmó que BaekHyun era realmente guapo.
Aún con esa expresión, él era demasiado guapo.
Pero Byun BaekHyun solo sonreía cuando estaba finalizando su trabajo. Esa sonrisa era sinónimo de éxito. Ella no podía siquiera imaginar a cuántas personas había matado solo con enseñársela.
Siempre esperando por el momento preciso.
Él se decidió a guardar ambas manos en los bolsillos de su pantalón de mezclilla, mientras ella dejaba las suyas sobre su estómago, incómoda de dejarlas caer a sus costados. Observó de reojo el perfil del chico.
Le parecía un ángel. Pero, claro, los ángeles no iban por la vida diciendo "Felicidades, acabas de morir", ¿no es así?
A pasos cortos y duras penas le seguía el ritmo, más no protestó. Algo le decía que tras esa fachada de hombre duro se escondía alguien que deseaba algo que le ha sido negado con vehemencia.
Ella solo fue capaz de suspirar, añorando un pasado del cual tenía cada vez menos recuerdos. ¿Y Baek? Él solo mantenía la vista al frente, agradeciendo haberse puesto una chaqueta al salir.
Su camino a 'casa' permaneció silencioso después de eso, ninguno dijo palabra alguna cuando Baek hizo su entrada triunfal en la lujosa recepción. Su 'jefe' estaba ahí, de pie frente a una ventana, esperando por su reporte.
La chica estaba anonadada. En sus cortos veintidós años nunca había visto algo igual. Paredes de un sobrio color vainilla, con alguno que otro retazo de carmesí, cuya procedencia no quiso cuestionar. La decoración era demasiado simple, pero de lejos se notaba que tenía su antigüedad. ¿Dónde estaban exactamente? ¿A dónde le había llevado aquel chico de ojos tristes?
ㅡVen aquí ㅡle llamó, logrando que ella saliera de su ensoñación y prestara atención a la conversación que ahí se desarrollaba. BaekHyun señaló una silla que ella no recordaba haber visto cuando entraron y con la mirada le pidió sentarse. Ella obedeció, sintiéndose tan desubicada como era posible.
Byun revisó la hora en su reloj y con elegancia se arregló la chaqueta, tosió para llamar la atención del otro hombre en la habitación y simplemente exhaló un:
ㅡComo siempre, concluí la misión a tiempo, Hunnie ㅡel sobrenombre dicho con burla, a sabiendas de que su registro impecable seguía sumando logros. Ya estaba ansioso.
El aludido volteó por completo y alzó una de sus delgadas cejas, observándolo con ojos oscurecidos por una emoción que ella no supo descifrar, pero que le hizo temblar. Avanzó a largas zancadas hacia su posición y Baek observó con regocijo como ella apretaba la flor contra su pecho, hecha un manojo de nervios.
ㅡCoraline ㅡcomenzó BaekHyunㅡ. Veintidós años, ciudadana norteamericana que vino con sus amigos de vacaciones a Seúl. Aunque ellos llevan 'perdidos' ㅡy el gesto de comillas acompañó la palabraㅡ tres semanas, por lo que la pobre murió de pena, esperando.
Ella estaba asombrada.
¿Cuánto tiempo había estado vigilándola como para saber eso?
¿Y por qué ella nunca se dio cuenta?ㅡEspléndido ㅡle halagó él, desviando su atención a Byun.
ㅡ¿Solo piensas decir eso, SeHun? ㅡuna tercera voz masculina hizo acto de presencia y Baek volvió a sonreír.
Aunque esta no era la sonrisa que ella esperaba ver, sino que era una sonrisa llena de confianza. Llena de ego.
Y BaekHyun era todo un egocéntrico.
SeHun le dedicó una sonrisa de medio lado al recién llegado y unos cuantos aplausos a Baek.
ㅡIncreíble, BaekHyun. Haces que no me arrepienta de haberte reclutado ㅡdijo, en lo que parecía más una silenciosa batalla de egos entre el recién llegado y SeHun.
La chica solo miraba de un lado a otro, sin poder articular palabra. Ahora sabía que el chico de ojos tristes era BaekHyun y su superior, SeHun. De pronto, la mirada de los tres estaba en ella y lo último que pudo ver fue la sonrisa de autosuficiencia en el rostro del casi-ángel.
Después, para ella todo fue negro.
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Take you home || ChanBaek
FanfictionLa vida siempre había sido monótona y poco emotiva para BaekHyun. Manipulado por una lista que no se atrevía a preguntar quién hacía, bajaba casi todos los días a la Tierra para llevarse consigo algún alma desgraciada a la cual le haya llegado la ho...