Dos semanas habían pasado desde su llegada a Seúl. Catorce días en los que no había hecho más que fraternizar con el objeto de su arribo casi diariamente. BaekHyun sabía que SeHun estaba más que enfadado con él, pero no quería arriesgarse a no hacer bien las cosas y cometer errores.
Esta era una misión distinta. Y lo era, básicamente, porque se estaba dejando ver.
Su trabajo solía ser silencioso y calculador. Un paso mal dado, una comida mal cocinada, una coincidencia fatal.
Pero con ChanYeol habían otros problemas.
El chico era demasiado dulce y atento, el tipo de atención que Baek no recibía desde hace muchísimo tiempo, antes de morir, para ser precisos, cuando tenía novio.
¿Cómo se llamaba él?
Ah, sí. El adorable Kim TaeHyung.
Baek amaba a ese chico. Una sonrisa cuadrada perfecta, una personalidad que derretía a cualquiera y, sobre todo, unos brazos cálidos que siempre estuvieron ahí para él.
Incluso el día que le arrebataron la vida.
Park ChanYeol le traía algo de eso de vuelta. Con sus imprevistos regalos, las citas extrañas a los lugares más clichés que hay, sus palabras de aliento y esa forma que tenía de sostener su mano aunque ambos acordasen que serían solo amigos, porque su estadía en Seúl no duraría mucho.
JunMyeon solía interrumpir los momentos de confort apareciéndose de repente en los pensamientos del segador.
"Él es tu misión, Baek. No puedes sentir nada por él."
¡Pero era tan difícil!
BaekHyun se decía a sí mismo que no sentía algo por ChanYeol, sino que extrañaba el cariño desinteresado, se sentía solo abajo y ahora podía tener todo lo que deseó.
O al menos eso estaba dispuesto a darle Park.
Y ese egocentrismo, ese amor propio no le permitía al segador dejar ir esa calidez, sino que le pedía aprovechar al máximo esa idolatría que veía en los ojos del de cabellos grises. Incluso pensaba en qué haría una vez se lo entregara a SeHun. ¿Cuál sería el destino del Príncipe?
ㅡBaek, ¿en qué piensas? ㅡla adormilada voz de ChanYeol le hizo voltear a verlo y su mano se movió automáticamente hasta las mejillas del más alto, en una caricia tierna y constante.
ㅡTonterías, no te preocupes ㅡrespondió, dedicándole una sonrisa que no llegaba a iluminar sus ojos.
Se acomodó de mejor forma en la cama, sentándose en ella, dejando que la sábana cayese hasta su cadera y se alojara ahí. Los largos dedos de Park trazaron figuras en su brazo izquierdo, luego pasaron a su espalda y acabaron por abrazarlo por la cintura. El 'menor' observó cada detalle del impasible rostro de BaekHyun, sintiéndolo estremecer cuando su mano viajó, otra vez, a su espalda.
ㅡRecuéstate conmigo si no vas a levantarte aún, es temprano ㅡinsistió, ganándose solo un murmullo en otro idioma por parte del segador.
Baek se levantó, buscando su ropa interior en medio del desastre y, al no encontrarla, sacó un par de bóxers del cajón de ChanYeol. Pasó una de sus camisetas por sobre la cabeza y, a paso lento, se dirigió a la cocina, tratando de ignorar la mirada que le dedicaba desde la cama.
Si cedía, otra vez, no saldría de ahí en un par de horas.
Mientras buscaba qué hacer para desayunar un pequeño flashback se instaló en su cabeza. Los había tenido desde siempre, JunMyeon decía que eran a causa de su rango. Pero esta vez eran distintos.
Era él.
Sentado en un trono, siendo agasajado por menudas cortesanas, en medio del caos general. Estaba a punto de ser ejecutado, pero eso parecía no importarle. A lo lejos, la figura de ChanYeol le observaba impasible, pero con un deje de tristeza en esos ojos marrones.
Se afirmó de la encimera, afligido por el repentino dolor de cabeza y jadeó en busca de aire, sintiendo cómo su garganta se cerraba, negándose a respirar el humo de las brasas que se encontraban bajo sí. Ahora no estaba en el trono, sino atado a un poste de madera, siendo rodeado por el fuego. Los ojos se le aguaron y dejó salir un sollozo, sintiéndose completamente débil.
Pero la asfixia se fue al momento de sentir cómo el fuego consumía, lentamente, sus extremidades.
ㅡ¿Qué diablos fue eso? ㅡse preguntó, tosiendo como si realmente hubiera sido privado del aire.
Los pasos de ChanYeol le alertaron y solo pudo observarlo con incredulidad.
ㅡ¿Hace cuánto tiempo nos conocemos, Park?
. . .
SeHun observó la escena con nerviosismo. ¿Qué fue eso? ¿Por qué, de la nada, BaekHyun se ahogaba? ¡Odiaba no tener una conexión con él! O, al menos, a JunMyeon cerca. Quizá él sabría qué sucedía, después de todo era el único capaz de entrar a la cabeza del segador.
Frente a sí solo veía, incrédulo, cómo BaekHyun perdía los estribos, empujando al más alto lejos de su cuerpo. Esto estaba mal, una pelea era lo último que necesitaban, ahora que su mejor hombre tenía al ángel comiendo de su mano.
ㅡ¡Siete! ㅡgritó, la puerta abriéndose a los segundos, dejando entrar a un muy confundido LuHanㅡ ¿Cómo lo detengo?ㅡpreguntó, observando cómo Baek perdía la compostura en medio del caos y se negaba al toque de Yeol.
ㅡBaek lo sabe. Sabe por qué fue él ㅡmurmuró Siete, desviando su atención al asustado hombre frente a síㅡ. Tienes que subir, SeHun. Ahora.
. . .
Sus manos temblaban mientras era consolado por los fuertes brazos de Park. El ataque de pánico que había experimentado no era normal y las explicaciones no le habían dejado contento. Al contrario, se sentía mucho más perturbado que al inicio, una cuota de incredulidad aún dominaba su mirada y no importó cuánto ChanYeol le rogara que lo mirara, él se resistía. Pero su cuerpo, su estúpido cuerpo reaccionaba a cada toque, buscando sumirse en el tacto del otro, aún sabiendo que no era prudente ceder a sus instintos.
Las grandes manos de Park abrazaron su cadera y lo mantuvieron cerca, su errática respiración en su oído, enviando espasmos al cuerpo de BaekHyun. Se mordió el labio, sin comprender del todo qué tenía que ver él en todo eso.
Ellos se conocían desde hace poco, era imposible que... Sí, imposible.
ㅡNo le des tantas vueltas, Baekkie ㅡle susurró, apoyándose en él, queriendo tranquilizarse, sabiendo que no le odiabaㅡ. Es así. Estamos hechos el uno para el otro, no importa qué tiempo sea, quién seas o qué seas.
El corazón del segador se encogió y se preguntó si era por esa tonta suposición que aceptaba morir. Aunque él aún no explicitaba quién era, estaba seguro de que ChanYeol era capaz de ver a través de sus pestañas y máscaras, que él ya sabía todo.
ㅡTengo algo que decirte, Chan ㅡcomenzó, separándose de su abrazo y mordiéndose el labio, sin saber cómo. Su mano se posó sobre el corazón del más alto y apretó suavemente, listo para acabar su misiónㅡ. Yo te qui--...
ㅡ¡Byun BaekHyun, abre la maldita puerta! ㅡla voz de SeHun sonó rota y autoritaria, sumada a sus golpes.
ㅡ¡Voy! ㅡdijo, disculpándose con ChanYeol. Abrió la puerta y los brazos de SeHun le hicieron salirㅡ ¿Qué demonios pasa?
Pero antes de recibir una respuesta, el segador era apartado de su jefe y la mano de ChanYeol se ceñía alrededor del cuello del recién llegado, furioso.
ㅡOh SeHun.
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Take you home || ChanBaek
FanfictionLa vida siempre había sido monótona y poco emotiva para BaekHyun. Manipulado por una lista que no se atrevía a preguntar quién hacía, bajaba casi todos los días a la Tierra para llevarse consigo algún alma desgraciada a la cual le haya llegado la ho...