One Wish [Camren fic]

Capitulo 44

Puede que suene estupido pero cuando Lauren me tomaba de la cintura, abrazandome pord etras, rodeandome con sus brazos y manteniendome cerca de ella, me sentía segura. Entonces empezaban esas maripositss extrañas en mi barriga, después el calor agradable de su aliento susurrandome algo y el sonido alegre de su risa. Eso solía hacer Lauren cuando venía a los ensayos de la función, se acercaba a mi por detrás y me sorprendía de esa manera tan adorable. Después yo giraba sobre mis pies, sin salir de entre sus brazos y me quedaba de frente observando sus ojos verdes, tan brillantes y magicos como lo habían sido siempre. Ella sonreía al verme, y yo le devolvía la sonrisa sobre sus labios, antes de besarla. Por lo normal pronto alguien nos cortaba el momento, solía ser Dinah que carraspeaba exageradamente para hacer que volviese a concentrarme en las lineas y en las instrucciones.

A veces Lauren me traía café o chocolate, pero otras veces ibamos juntas a una cafetería dos calles más allá al acabar. Nuestro disco había empezado a venderse y se vendía bien, la gente empezaba a reconocernos de vez en cuando por la calle, nada muy fuera de lo normal. Disfrutabamos de cierta fama en nuestra ciudad, fama local. Las radios seguían hablando y poniendo ese single que habían escogido para representar y ahora además anunciaban el evento en el teatro de la ciudad. Las entradas eran relativamente asequibles pero pronto volaron. Un día, en esa cafetería a la que ibamos, una niña de unos doce años se nos acercó y traía en su mano una copia fisica del disco. En la portada aparecíamos las cinco, maquilladas como nunca. La contraportada traía una foto de Jeremy y dentro del mismo, en el folleto, explicaban la historia de un musico que murió sin poder mostrar al mundo su talento.

-¿Sois Camila y Lauren? - la niña nos miró, asombrada. Lauren y yo intercambiamos una sonrisa antes de asentir con la cabeza. - ¡Me encanta como cantais! - casi chilló - y la historia de vuestro amigo... - se le humedecieron los ojos pero mantuvo esa sonrisa - es realmente bonito lo que haceis con su musica...

-Muchisimas gracias - contestó Lauren, sonriendo a la niña.

-Eres adorable - añadi yo, enamorada de la sonrisa de esa niña.

-Voy a ir a veros en el teatro - nos informó - pero... ¿Podría sacarme una foto con vosotras? - las dos asentimos y la pequeña fan sacó su telefono y se colocó entre las dos.

Después de hacer la foto apareció una mujer, con grandes rasgos de cansancio en su expresión. Se acercó a nosotras y miró confundida a su hija, que parecía estar más alegre de lo normal.

-Mamá, ellas son dos de las cinco chicas del grupo - dijo sacudiendo el disco. La mujer nos miró, se mordió el labio y volvió a observar a su hija. - ¿No es coincidencia encontrarlas nada más comprar el disco?

-Si, mucha - respondió dibujando una sonrisa - Hola, chicas - se dirigía a nosotras ahora - todo el mundo habla de vuestro trabajo ultimamente en la ciudad - empezó, sin perder esa sonrisa dibujada, que parecía más triste que alegre.

-La radio no deja de hablar de ello - nos aseguró la niña.

-Nos encanta que hayais comprado el disco- les dijo Lauren - estamos muy agradecidas de que la gente parezca despertar interes por nuestro proyecto...

-¿Vais a sacar más discos? - preguntó la niña.

No teníamos ni dinero ni motivos para sacar otro disco. No eramos un grupo, jamás habiamos dado un concierto, ni siquiera teniamos realmente fans. No estaba en nuestras intenciones sacar otro disco, pero en el brillo de la mirada de esa chica vi algo parecido a esperanza.

-No lo sé, nunca digas nunca - le dije, vi como la expresión de Lauren tornaba a confundida por unos segundos y después imitaba mi sonrisa.

-En verdad me siento muy identificada con vosotras. - nos informó la pequeña cuando la madre se había alejado para recoger su pedido - Mi hermano murió este verano en un accidente de coche, fue muy duro para la familia. Siento que lo que haceis por vuestro amigo, lo podría hacer yo por mi hermano. Él no cantaba, pero adoraba dibujar. - sus ojos se cristalizaron completamente, pero la niña seguía sin perder su sonrisa - Aparte, cambiando de tema, me gustaría mucho que os hicierais famosas y sacarais mas canciones... Teneis mucho talento.

La madre volvió con un capuchino y se llevo a la niña, despidiendose con otra sonrisa desgastada y un: " encantada de conoceros, os veo en el teatro". Me quedé observando como las dos desaparecían por la calle, a través de la ventana. Lauren tomó mi mano por encima de la mesa y me hizo reaccionar, giré mi cuerpo para quedarme viendola.

-¿Va todo bien? - me preguntó.

-Sí... - mentí, metida de lleno en una especie de lucha por apartar de mi mente la imagen de Jeremy inconsciente en el coche.

-Camz, ¿Piensas realmente en dedicarte a la musica? - hizo de repente.

-¿Por qué no? - pregunté - Podríamos saltar a la fama utilizando el disco y toda la mierda que dicen en la radio... - ironicé, no del todo en broma.

-Camila... ¿Seguro que estas bien? - llevo mi mano hasta sus labios y besó mis dedos.

El contacto de sus labios con mi piel me hizo volver a sentir ese cosquilleo, esa agradable sensación de estar en el mejor sitio en el mejor momento. Esa sensación de que las cosas no estaban mal, que nada podía estar mal a su lado. Me incliné sobre la mesa para darle un beso, ella apoyó su mano en mi mejilla mientras me atraía más a ella. Pronto mi café y su chocolate se mezclaron en el beso. El mundo a mi alrededor desapareció, me sentía tranquila a su lado y sabía perfectamente que de no habeer sido por ella igual aún estaría sim hablar.

Reí sobre su boca al pensar en lo paradojico que era aquello, hablar estaba sobrevalorado, mientras que no se daba el valor suficiente a besar. A besarla a ella. Me miró extrañada pero no le dejé hacerlo por más de dos segundos, porque volví a besarla y ella pareció preferirlo así. Sus labios suaves me llevaban a otro mundo.

-Mientras no me dejes, estaré bien - respondí, practicamente sin aliento.