capitulo 34

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"A veces, es simplemente demasiado tarde"


Quizás lo ultimo que necesitaba en aquel momento era una razón más para no dormir. A estas alturas de la historia supongo que ya os habreis dado cuenta de que las horas de sueño me huyen. Pero lo que me había dicho Leo me estaba haciendo pensar y, pensar, estaba ocupando mis noches. En algún punto de su paralelismo retorico Leo tenía razón: yo seguía queriendola. Pero en otro punto se equivocaba: ella a mí no. A pesa de que Lauren dijese que lo hacía, a pesar de que ella creyese hacerlo, yo sabía que no. O quería pensar que no. Me negaba a concebir una idea de amor a estas alturas, había decidido que ella no me quería, quizás solo para tener una excusa con la que defenderme. Retrasaba así perdonarla, me negaba de esta forma a volver a su lado, a dejar que ella misma acabase aceptando que no era amor lo que sentía por mi.

-Jamón - dije.

-Mmm no - contestó Dinah.

-Queso - propuso Ally.

-Frío, frío - respondió, negando de nuevo.

-Chocolate - volví a decir yo.

Ally y Dinah me miraron de repente con expresión desconcertada.

-¿Estas loca? - preguntó Dinah mientras Ally reía - ¿Como va a ser "chocolate" el ingrediente estrella de mi pizza?

Me encogí de hombros. Dinah bufó y Ally continuó riendose. El timbre que finalizaba el recreo sonó y nos dirigimos hacia dentro del edificio de nuevo.

-Nos vemos en el ensayo de la función -dijo Ally antes de desaparecer pasillo através.

Continué el camino con Dinah hasta que llegamos a la puerta de su aula. Ella me sonrió antes de abrir la puerta y desaparecer también. Di media vuelta sobre mi misma, intentando recordar qué tenía ahora. Sí, música. No es que las clases de música no me interesasen, ni que estuviese sintiendome rebelde ese día, pero pensé que, ya que no había dormido en toda la noche, ir a la biblioteca a no hacer absolutamente nada sería una mejor opción. No me veía capaz de analizar piezas musicales ni de dedicarle mis pocas neuronas sanas a cadencias interminables.

-Decidido. - dije para mi misma.

Caminé deprisa y dando la vuelta a la escuela, para evitar encontrarme de frente con el profesor de música que estaría yendo a un aula en la que debía estar yo. Pasé por delante de los baños del otro lado de la cafetería, recordando la sensación que el aliento de Lauren, al susurrarme en el oído, me provocaba. Una cosa llevo a la otra y, cuando entraba por la puerta de la biblioteca, empecé a pensar en las cosas que me había dicho en aquella primera fiesta. Respiré profundo y en ese momento sentí el deseo de que Lauren realmente sólo hubiese tenido esa intención de acostarse conmigo, que se hubiese cansado de perseguirme al verlo imposible (o al ver lo aburrida que era yo) y que jamás nos hubiesemos conocido de verdad. Que todo hubiese quedado en aquella chica popular que parecía intentar intimidarme y volverme loca con sus provocaciones. De algun modo sólo tenía ese deseo, dar marcha atrás en el tiempo, borrar lo que habíamos tenido. No haberme enamorado, no haberla querido y no haberme dejado querer. Sabía que la culpa era mía, yo la forcé a intentarlo, pero era horrible sentirme traicionada y engañada. Y lo peor es que tenía la necesidad absurda de perdonarla, porque una parte de mí quería creerla, o mejor dicho: yo la creía, creía que me queria. Pero no quería creerla. No quería que fuera verdad. No estaba dispuesta a volver a sufrir por una perdida.


Y, es gracioso, pero... Adivinad quién estaba en la biblioteca aquella mañana.

-¿Me persigues? -susurró, mirandome, con expresión divertida.

-Jamás haría tal cosa. - respondí.

-He oído que habeis roto - la peliroja se acercó a mi silla. -¿Fue mi culpa?

-No te creas tan importante, Becca. - gruñí, cansada. Había ido a la maldita biblioteca a descansar mi mente.

-En verdad... - sonrió - en verdad me alegro que hayais roto y que no sea yo el motivo. - la miré, sin comprenderla - Ya te dije lo que había, Mila. No te hagas la tonta, me gustas. -se mordió el labio y desvió su mirada.

-Ah, te gusto y te acuestas con mi novia. Es muy logico - sentencié.

-Lo hice porque sabía que ella te lo contaría - Becca sacó la silla que tenía a mi lado y se sentó. Pude sentir su perfume de frambuesa. - Sabía que podía demostraros que no estabais hechas la una para la otra, que Lauren va de flor en flor y sí, está muy buena, pero no es de fiar. - intentó tomar mi mano pero la aparté bruscamente - Vamos, fue muy facil. Lauren es simple, un par de copas le bastaron para confesarme que tú y ella ni siquiera lo habiais hecho.

-¿De verdad hizo eso?

-Sí, y un par de copas después la tenía en mi cama. - soltó una risita - no sabes lo que te pierdes por haberla dejado sin...

Oí un ruido y las dos nos giramos de repente. No tuve tiempo de verla claramente pero si de ver como su melena oscura desaparecía tras las estanterías y pude oir claramente sus pasos alejandose un par de pasillos más allá. Por el rostro de la bibliotecaria, Lauren acababa de abandonar la biblioteca a todo correr.

One Wish [Camren fic]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora