One Wish [Camren fic]

Capitulo 17

PRIMERO DE TODO FELIZ AÑO NUEVO! Espero que este año nos ayude a todos a aprender a ser un poco más felices en nuestra vida y que nos enseñe a sonreir de verdad.

-Felicidades Mila! - Ally me abrazó con fuerza cuando llegué al local en el que me habían organizado la fiesta. Estaba medio instituto y había una mesa con un montón de regalos por abrir. - A que es genial?

Observé el sitio, era un antro y la música estaba increíblemente fuerte. Había una pancarta en una de las descoloridas paredes que ponía Sweet 17 y al fondo un camarero estaba sirviendo bebida a dos chicos del equipo de baloncesto.

-Por qué ha venido toda esta gente? - le pregunté a Jeremy, vigilando que nadie más que él me escuchase.

-Dijimos que haciamos fiesta y se apuntó todo el mundo. Cualquier excusa les vale... - tomó un paquete de la mesa - Para Carmina, Feliz Cumpleaños. - me lo tendió - Encantado de conocerte Carmina.

-Idiota - dije riendo. Dejé el regalo donde estaba, no me apetecía ponerme a abrirlos. - Ha venido?

-Quien? - me miró un segundo antes de entender por quien le estaba preguntando. - No, Mila, Lauren no ha venido. - la decepción debió tomar mi rostro porque Jeremy me abrazó por el hombro y me sacó la lengua - Shhhh nada de penas, es tu fiesta.

Estuve bailando como una loca con mis amigos y después conocí a una chica que había bebido tanto que no sabía ni donde estaba. Dinah estuvo burlandose de ella y gastandole bromas hasta que Ally le pidió que dejase a la pobre chica en paz, que ya tendría suficiente con el estado en el que se encontraba. Después de decir eso, la chica empezó a vomitar y la gente empezó a sacarle fotos. Jeremy se la llevó para salvarle la poca dignidad que le quedaba.

-Mila no te caigas - me chilló Dinah cuando por poco no me tropiezo con mis propios pies, subiendo las escaleras que iban al baño.

Me miré al espejo y me pregunté como era posible que yo estuviese en una fiesta, con amigos, y que la fiesta fuera para mi. Me pregunté en qué momento mi vida había cambiado tanto y me castigué a mi misma por no ser capaz de alejar la sombra de mi pasado y evolucionar al mismo tiempo que lo hacía mi vida. Me eché agua en la cara y volví a analizar mi reflejo.

-Hola Camila... - una Becca completamente ebría entró en el baño. - Feliiiiciiidaaaades - me abrazó en una exagerada muestra de afecto. Sin apartarse demasiado me acarició el pelo. - Estas preciosa...

-Gracias - dije incomoda por como me tocaba, tomando mechones de mi pelo y enredandolos en sus dedos. Me aparté un poco.

-Jo, ahora es cuando me dices que yo tambien... - hice gesto de ir a hablar, pero ella puso un dedo en mis labios. - Sabes? Lauren no me pone ni la mitad de lo que me pones tú... - me acorraló contra el lavabo - Dime que te gusto, Camila.

-Becca... Esto no... - rozó sus labios con los mio y yo ya no pude hacer otra cosa que empujarla para alejarla de mí. Quedó un poco desorientada pero yo salí de ahí corriendo sin darle la opción de decir nada, o de hacer aquella situación más incomoda. - Mierda... -dije para mí - ahora si que me odiará...

-Quien? - me preguntó Dinah apareciendo de la nada.

-Nadie... - miré la puerta de la salida, necesitaba tomar el aire. - Vuelvo enseguida, me estoy agobiando...

-Quieres que vaya contigo? - preguntó confundida.

-No, no...

La noche era completamente cerrada y encima hacía un frío horrible. Me golpeó el aire en mi cuerpo desprotegido, porque me había dejado la chaqueta dentro. Tomé el telefono entre mis manos y miré la hora: las dos de la mañana. Estaría Lauren durmiendo? No sé en qué estaría pensando ni que clase de locura era la mía, pero marqué su numero.

-Camila? - su voz al otro lado me devolvió a la realidad.

-Eres una idiota, una idiota de mierda. - le dije aún sin saber por qué estaba haciendo aquello.

-Eso son palabras feas, Camz...

-No me llames Camz.

-Decidete, puedo decir Camz o no? Cada día cambias de opinión. - dijo divertida.

-Desearía no haberte conocido nunca. Eres algo inutil en mi vida, Lauren. - empecé, ignorandola - y haces que sienta que mi vida es inutil también.

-Siento ser el diablo. - no soltaba ese rol de prepotencia ni cuando la estaba insultando. - Espero que lo estes pasando bien...

-No lo paso bien, no... Joder Becca acaba de intentar besarme en el baño y lo unico que se me ocurre es llamarte para contartelo. - me sentía enfadada y frustrada - Y sabes por qué?

-Por qué? Sorprendeme...

-Porque le gusto más yo que tú. -sentencié. Ella rió al otro lado - Sí, riete pero es verdad, me lo ha dicho.

-Camila, no tienes frío?

-Qué?

-Sin chaqueta digo... - y me colgó.

Miré a todos lados, en busca de algo que tuviera sentido para mí. Entonces la vi, detrás de los contenedores. Llevaba una cazadora negra de cuero y unos pitillos ajustados. Parecía salir de alguna peli de chicas malas moteras, o eso es lo que pensé. Tiró el cigarrillo que traía mientras se acercaba a mi.

-Me voy a acabar rindiendo - le dije, al verla tan perfecta ante mí.

-Rindiendo? - preguntó.

-Sí, en intentar comprender lo que haces. Y el porque. -sonrió- Dime, cuanto tiempo llevas ahi?

-Desde que has llegado a tu fiesta. - se encogió de hombros.

- Por qué no has entrado?

-Por falta de valor, supongo. Has bebido Camz? - me miró - Estabas diciendo cosas muy raras.

-Lauren...- me quejé. Ella metió una mano en el bolsillo de su chaqueta y sacó una cajita. Me la entregó.

-Feliz cumpleaños, princesa. - sus ojos, maldita sea, me perdía en ellos.

-Un regalo? - me miró, expectante. Abrí la cajita y saqué una cadenita dorada. Tenía dos piezas que tenían la forma de un tigre. - Es bonita...

- Me gustan los tigres. - me dijo.

-Entonces mejor no te compres ninguno... - le comenté, ella me observó sin entender de qué hablaba y me sentí obligada a explicarselo - Ya sabes, por eso de no 'querer' lo que te gusta. - su expresión cambió de repente y apareció de nuevo ese extraño brillo en su mirada.

Lauren tomó mi muñeca y me pusó la cadenita justo al lado de la pulsera de Jeremy. Si he de ser sincera las dos pulseras juntas me gustaban. Me miró una vez más antes de tirar de mi, haciendo que tropezara con ella y quedase entre sus brazos. Levantó mi barbilla con sus dedos y me dejó a centimetros de sus labios.

-No sabes cuanto deseo besarte - dijo casi sobre mi boca. - Esto es una mierda... -me soltó y la incercia me hizo dar un paso atrás.

-No te entiendo...- sabía que estaba a punto de llorar y no me apetecía que me viera llorar de nuevo.

-Camila, no eres la unica que tiene que pelearse con sus fantasmas. - no respondí a eso.

Lauren me dio un beso en la frente antes de salir de esa calle, girando en la esquina. Me quedé ahí esperando, de nuevo, que algo tuviera sentido en todo aquello. Finalmente vi la moto de Lauren alejarse en la carretera.

-Qué haces aqui afuera? - Jeremy me miraba con preocupación. Le devolví la mirada y le sonreí. Levanté mi movil, dandole a entender que había salido a hacer una llamada y entré con él de nuevo al antro. Me senté en un sillón al lado de Dinah, mientras mi amigo nos traía algo para beber. Ally sonreía enfrente nuestra y le devolví la sonrisa.

Después de aquello la fiesta continuó sin incidentes. Acabamos sobre las cuatro, habiendo bailado hasta que mis pies me dijeron basta. Las chicas y Jeremy vinieron a mi casa a dormir, y pasamos el sabado juntos haciendo tonterías por la ciudad. Dinah estaba realmente loca y en cierto modo comprendí los roles que tenían Ally y ella. Dinah era la loca, politicamente incorrecta pero completamente sincera, que hacia y decia las cosas como las pensaba. Ally era la voz de la madurez a su lado, era quien le paraba los pies si se estaba pasando y quien reía con sus bromas estupidas. Parecían quererse mucho y me dio envidia saber qué ellas tenían mil historias de años atrás, pues yo no hacía ni un año que tenía amigas con las que tener historias.

-Sabes a quien no vi más por la fiesta? - preguntó Dinah metiendo la cuchara en su helado.

- A quien? -pregunté.

-A Becca... Desapareció de repente.