One Wish [Camren fic]

Capitulo 38

-Ehm chicas... Estamos en pleno ensayo - se quejo Dinah.

Lauren se apartó de mi y cuando abrí los ojos vi una sonrisa maliciosa en su rostro. Dinah rodó los ojos, no le gustaba la idea de que hubiesemos vuelto, para nada.

-Pero si son adorables - repuso Normani.

-Eso no les da derecho a andar besandose como si no estuviesemos. - dijo.

-Creeme, Dinah, si no estuvieseis, no la besaría asi - la respuesta de Lauren, cargada de doble sentido hizo que me ruborizara y la cara de espanto de Dinah hizo reir a Normani. Tenia una risa muy estridente y pronto se nos contagió al resto.

-Ensayamos pues? - Dinah se dio por derrotada.

Y el ensayo siguió. Faltaban cuatro días para irnos a Los Angeles, estaba de lo más ilusionada y además tenía ganas de ver el sol brillante que echaba de menos en Nueva York. Dinah estaba de lo más insoportable con el tema de que hubiese vuelto con Lauren y nisiquiera Ally fue capaz de hacerla cambiar de opinión.


Al final Dinah dejó de protestar porque Lauren se dio por aludida y cambió su posición, se sentó lejos de mi mientras estuvimos cantando. Pero podía ver como me seguía con los ojos, como seguía cerrandolos cuando yo cantaba, veía sus sonrisas disimuladas cuando yo alcanzaba notas altas y hacía solos. Podía ver como una persona que no era yo, ni nadie de mi familia, se sentía orgullosa de algo que sabía hacer. Era como si con cada sonrisa, como si cada vez que cerraba los ojos, estuviese chillando: "ESA ES MI CHICA, VEIS COMO LO HACE?"


-Si empezamos con esta nota, no esperes que te siga en el estribillo, pareceremos camioneros - protestó Normani.

Y Lauren... ella no cantaba mal, eso ya lo sabía, había hecho esa función con ella meses atrás. Pero esta vez parecía ponerle interes y emoción, sobre todo después de reconciliarnos. Lauren tenía una voz impresionante y cada vez que cantaba hacia ese movimiento con la mano. Sí, movia la mano hacía delante, como dejando escapar la musica hacía esa dirección. Y a veces cerraba los ojos y después volvía a abrirlos, mirando hacia el infinito, o hacia arriba, y yo veía como le brillaban. Si se sentía contenta con lo que acababa de cantar también sonreía. Y era maravilloso porque sentía que nuestras voces, las de las cinco, encajaban y hacian de aquello algo muy especial.

-Wow - hizo Lauren mirando a Dinah. - Eso ha sido una pasada - Dinah y Normani acababan de asesinarnos con dos agudos alucinantes. - A ti te he oido hacerlo antes - le dijo a Normani - pero tú... - Dinah se encogió de hombros.

-Gracias... Supongo, - hizo Dinah, de nuevo sin disimular que Lauren no le caía del todo bien. Ally la martirizó con la mirada y Dinah casi cae de la silla - Sí, esto... Tu voz si que es una pasada...

No pude evitar sonreir con aquello. Había llegado a conocer los comportamientos de esas chicas y casi podría haber apostado lo que pasaría en L.A. Yo sabía que Dinah estaba molesta con Lauren por lo que había sucedido, pero también sabía que ellas dos se acabarían llevando bien. No eran tan distintas, algo acabaría uniéndolas y Dinah acabaría aceptando que Lauren no era tan mala como ella pensaba. Y en cierto modo me gustaba que fuera por mi aquello, que Dinah no aceptase a Lauren me demostraba que se preocupaba por mi y eso me hacía sentirme querida.

-Bueno, mañana descanso y el viernes que nadie se duerma - dijo Normani. Ally miró inconcientemente a Dinah. - Hasta aqui llega el ultimo ensayo antes de L.A - sonrió de tal manera que no pude sino evitar abrazarla. La tomó por sorpresa, jamás había abrazado a alguien porque sí, aparte de a Jeremy o a mi família. Normani no tardó ni dos segundos en devolverme el abrazo - Haha no te enamores de mi, que Lauren se pone celosa - dijo riendo.

-Tarde, tengo una obsesión contigo y tu sonrisa - reí yo.

Pronto Dinah, Ally y Normani se fueron a sus casa.

-¿Me puedes llevar o llamó un taxi? - pregunté cuando me quedé a solas con Lauren en su portal.

-¿Te quieres quedar a cenar? - nada más hacerme esa pregunta oímos el ruido de un coche. Nos giramos las dos hacia la carretera que llevaba a su casa y vimos un deportivo acercandose. La expresión de Lauren era de maxima sopresa. El coche paró al lado del de Lauren y se bajaron un hombre y una mujer - ¿Papá? ¿Mamá? - vi como la mujer sonreía y se acercaba a su hija, regalandole un abrazo. El padre de Lauren me observó cuando acabó de cerrar las puertas del coche - Papá, es Camila... - el padre de Lauren la observó.

-Camila... - repitió, como buscando de dónde había oido ese nombre antes. Yo sólo sonreí, totalmente incomoda.

-Cielo, ¿Es Camila la chica que cantaba en el metro? - preguntó su madre, ayudando a su marido a recordar quién era yo. La mujer me sonrió y se acercó a mi - Soy Clara - me quedé dos segundos mirandola antes de reacciónar.

-E-e-encantada... - hice como pude.

-Querido, esta es la muchacha de las canciones, del proyecto de Lauren... Es... Su novia, mi amor. - Lauren se puso rapido a mi lado y me tomó de la mano.

-Ah, sí esa Camila... - sonrió, despreocupado. - Encantado.

-Se queda a cenar hoy - les dijo Lauren. Los padres de ella volvieron a sonreir.

-Claro, no hay problema, haced como querais. -hizo su padre.

Lauren se apartó para que sus padres entrasen en casa. Yo me quedé parada observando como desaparecían. Lauren me miraba, tomó de nuevo mi mano y me arrastró hasta el banco que había en el portal. La noche ya era oscura, pero ahí podía ver alguna que otra estrella superviviente a la contaminación luminica.

-Ni siquiera se acordaba de tu nombre... - dijo enfadada.

-Bueno, no es para tanto,. -intenté quitarle importancia - Es un nombre aburrido, la gente lo olvida facilmente.

-No, Camz... Yo le hablé de ti, le dije que estabas conmigo. También le hablé de ti cuando rompimos, y le conté a mi madre el día que volvimos. He hablado con él y su amigo productor de ti, por lo de las canciones. Él ni siquiera recordaba tu nombre - dio una patada a la barandilla y se sentó a mi lado.

-A veces los padres estan ocupados y no se dan cuenta de lo que pasa a su alrededor - dije, casi más para mi que para ella. Pero me oyó.

-¿De que hablas? - hizo preocupada - Si yo sé que tus padres te quieren mucho, te querían de vuelta con ellos hace nada...

-¿Crees que no te quiere tu padre? - pregunté, sin querer hablar del significado de mis palabras, no quería contarle como mis padres parecieron no querer ver lo que sucedía en mi vida durante esa epoca en la que empecé a no comer y desear morir todas las noches.

-No he dicho eso... Sólo que... A veces es como que no existo para ellos. - bufó.

-Bueno, no creo que sea tan facil olvidar tu existencia - dije.

Lauren me miró, sonriendo. Se le iluminó la mirada, lo juro. Prontó la sonrisa se me contagió y sonreí con ella. Lauren me regaló un beso rápido antes de empezar a reir. Fue un roce fugaz, dulce.

-¿Te ries de mi?- pregunté.

-Había rechazado tanto el amor, que oirte decir esas cosas sobre mi se me hace de lo más extraño. - comentó - Es dificil ignorar tu existencia tambien, Camila. Sobre todo si sigues sonriendo y cantando como si quiseras que te comiera la boca.

-Eh, yo no canto así - protesté - lo que tu imagines mientras canto es problema tuyo. - le dije.

-Sí, claro, mio... -musitó - Porque a ti no te afecta, ¿no? - rió.

-Dos no se besan si uno no quiere - solté.

Lauren rió más fuerte, de hecho creo que vi como lloraba de la risa.

-¿Estas diciendo que no quieres? - me miró directamente a los ojos, esperando mi respuesta.

-¡Lauren! ¡venid a cenar! - la voz de la hermana de Lauren recorrió desde el corredor de la casa hasta el banco del portal antes de que yo pudiese responder.

Me levanté con ella y nos dirigimos a dentro. Lauren me guió de la mano por el pasillo interminable hasta un salón enorme, donde los padres de Lauren y sus dos hermanos estaban esperandonos para cenar. Lauren apartó una silla para que me sentase y después tomó el asiento de al lado. Los padres de Lauren me sonrieron y volví a sentirme completamente intimidada.

-Mmm, no creas que te has salvado - me susurró, de repente en mitad de la cena.

-¿Qué? -pregunté.

-Mmm, es muy tarde para volver a casa, ¿no crees? - la miré, comprendiendo sus palabras - Igual es mejor que te quedes aqui, y ya mañana te llevo, no me supone ningún problema - hizo con toda la naturalidad, pero acabó la frase con una sonrisa maliciosa.

-Lauren...- protesté intentando no subir la voz.

-Camila...- repitió mi tono.