CAPÍTULO 11. PASE LO QUE PASE

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La gira había sido de gran bendición,  durante dos semanas  no hubo descanso, lo bueno era que ya estaba de vacaciones,  ya que durante clase combinaba sus estudios con su ministerio, necesitaba tomar un receso para poder retomar fuerzas y continu...

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La gira había sido de gran bendición,  durante dos semanas  no hubo descanso, lo bueno era que ya estaba de vacaciones,  ya que durante clase combinaba sus estudios con su ministerio, necesitaba tomar un receso para poder retomar fuerzas y continuar las actividades que tenía planeadas para el mes siguiente.
Haroon estaba trabajando más fuerte que nunca,  iba de congreso en congreso, retiros,  campamentos. Siempre llevando ese mensaje de fe, salvación, y esperanza.

Ha pesar del agotamiento,  se sentía lleno,  feliz,  tal vez su cuerpo físico estaba desgastado,  pero su espíritu se renovaba cada día.

En la universidad lo conocían,  el no negaba su fe, y encontró ahí también la oportunidad de ser usado por Dios. Varios de sus compañeros habían llegado a los pies de Cristo.  No tan solo fue por las palabras de Haroon,  sino por su conducta,  su responsabilidad,  su ética,  trataba de seguir las palabras del Apóstol Pablo  en 1 de Timoteo 4.12. Estaba reflejando lo que había en su interior.

Como todo joven tenía sus luchas,  sus pruebas,  pero nada podía interponerse ante el poder de la oración y su deseo de agradar a Dios y ser así ese canal de bendición a donde fuera que Dios lo llevara,  esa había sido su oración,  que Dios lo colocara en donde fuera necesario. Haroon estaba consiente del peso de esas palabras,  las cuales no se dicen a la ligera a menos que se esté preparado para lo que llegue.

Tuvo una necesidad muy grande de orar por su padre,  Alberto había creado una pequeña empresa de servicios de refrigeración y Aire acondicionado,  la cual estaba siendo bendecida,  ya se había establecido muy bien en la ciudad,  y tenían muchos clientes, y ese día tenía a un servicio fuera de la ciudad.  Haroon no se explicaba el por qué de la urgencia de orar, pero lo hizo,  pidió por su padre al igual que por Sara,  y por cada amigo que tenían alguna necesidad.

Al llegar la noche Haroon se preocupó por que su padre no llegaba,  no sabía a que localidad había ido,  y cada minuto que pasaba seguía sintiendo una sensación de angustia.

--¿Señor que está pasando? Te pido que guardes a mi padre donde quiera que esté – su celular comenzó a sonar y vió que era su tía – Hola tía ¿como está?, pensé que acompañaría a mi papá y a...

– Fue interrumpido por la voz angustiada de su tía

--Haroon – habló Sonia con voz quebrada – cariño si fui con ellos,  pero ocurrió algo terrible – No podía hablar debido al llanto

--Tía ¿que pasa,  que es lo que tienes por que lloras? – Haroon temía lo peor,  ya que Sonia no hablaba – Tía por favor,  háblame,  ¿le pasó algo a mi padre? – Haroon en su mente rogaba a Dios que su padre estuviera bien, y pedía para que su tía se controlara y así le dijera que pasaba.

-- Tienes que venir al hospital, tu padre sufrió un accidente – Haroon sintió su mundo detenerse,  ahora comprendía esa necesidad de orar por él.  Ya había perdido a su madre,  aunque tenía la plena confianza sobre el destino de su padre en caso de que muriera, pero aún así sentía que no era su tiempo.

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