El amor puede ser un pasatiempo y una tragedia.
Isadora Duncan.
Kyuhyun fue el primero en despertar, observó a Sungmin y sonrió, él siempre se salía con la suya.
Se cambió de ropa, tomó su celular y se colocó los audífonos, salió de la habitación para poder ir a correr a la orilla del mar. Mientras lo hacía rememoraba lo acontecido la noche anterior. Sungmin seguía siendo para él alguien prohibido, un alma pura que él se encargaría de corromper. Recordaba como el cuerpo del joven de derretía entre sus brazos, como hacía todo lo posible para no gemir, intentos que al final fueron inútiles, recordaba su rostro sonrojado y su nerviosismo del principio, no era la primera vez que se acostaba con alguien virgen, pero, sí la primera vez que lo disfrutaba tanto. Pero lo mejor de todo era que tenía un mes para hacer con el cuerpo de Sungmin todo lo que él quisiera, se encargaría de amoldarlo a su manera, haría con él lo que había hecho con sus anteriores amantes, haría que lo deseara sólo a él.
Sungmin despertó y se encontró solo en la cama, se puso de pie, pero las piernas le fallaron provocando que cayera al suelo, le dolía todo el cuerpo, principalmente el trasero, se ruborizó. Trató de ponerse de pie de nuevo y esta vez sí lo consiguió, se metió al baño para darse una ducha, cuando el agua tibia cayó sobre su cuerpo se relajó.
Seguía sin asimilar lo que había ocurrido, pero sobre todo lo fácil que había cedido ante Kyuhyun, se suponía que él iba a ser un sacerdote, sin embargo, ahora se encontraba en una casa increíble, haciendo cosas que no debía con un hombre que no amaba y que sabía tampoco lo amaba a él, lo único que los atraía era la lujuria. Una punzada atravesó su corazón, él no debía por ningún motivo enamorarse del castaño.
Cerró el agua de la regadera, se secó y se vistió para luego salir del baño y de la habitación para buscar a Kyuhyun.
Llegó a la planta baja, pero no lo encontró por ningún lado, estaba por marcar a su celular cuando la puerta de la entrada se abrió dando paso al castaño quien vestía ropa deportiva y además se encontraba sudado. Kyuhyun lo miró y Sungmin sonrojado miró hacia otro lado, pero aun así podía sentir la mirada intensa del más alto sobre él.
-Buenos días-dijo Kyuhyun.
-Buenos días-respondió.
-¿Cómo te sientes? - interrogó el más alto mientras caminaba hacia la cocina y sacaba una botella de agua del refrigerador.
Sungmin lo miró sin entender del todo.
-Hablo de cómo está tu cuerpo, ¿te duele?
-Un poco-respondió Sungmin y sintió como de nuevo sus mejillas se tornaban carmesí, se preguntó de nuevo si ese sería su estado habitual siempre que estuviera con Kyuhyun.
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El sommelier (kyumin)
FanfictionJoven, apuesto y rico son las tres palabras que describen a Cho Kyuhyun quien a sus 27 años es uno de los sommelier más famosos de toda corea, tiene todo lo que un hombre desea tener o eso es lo que pensaba hasta que conoce a Lee Sungmin,el joven qu...