El sommelier (kyumin)

CAPITULO 10: CONFUSIÓN

Estas entre lo que quiero tener y lo que me da miedo tener.

Marilyn Monroe.

Sungmin se aferraba a la espalda de Kyuhyun dejándole nuevos rasguños, ni bien habían entrado a la casa, el castaño se había abalanzado sobre él para besarlo, se habían desvestido mutuamente y ahora sus ropas se encontraban regadas por todo el pasillo hasta llegar a la habitación.

Sungmin dejaba escapar sus gemidos por toda la habitación mientras Kyuhyun frotaba sus miembros al mismo tiempo que le mordía la clavícula.

Cuando Kyuhyun se había subido al auto luego de salir de la discoteca lucia bastante molesto y cuando le había preguntado qué le ocurría, el castaño había respondido con un simple -nada- para después dejarle un casto beso en los labios, luego habían emprendido la marcha.

Y ahora se encontraban de nuevo en casa, en esa habitación que había sido testigo de sus últimos encuentros.

-Voltéate-le ordeno el castaño sacándolo de sus pensamientos, Sungmin obedeció.

Cuando estuvo boca abajo Kyuhyun rozaba con su miembro su entrada que ya estaba bastante preparada debido a lo que habían hecho en la discoteca. Sungmin movió sus caderas instintivamente para que el más alto entendiera que era lo que quería.

El castaño sonrió.

-Vaya... mi Sungmin está bastante impaciente-le hablo al oído con voz divertida, pero a la vez cargada de excitación.

-Ponte en cuatro-le volvió a ordenar-y no vayas a correrte hasta que yo te lo diga.

Sungmin se acomodó como el castaño le había dicho creyendo que al fin lo penetraría, pero en vez de eso, Sungmin sintió como Kyuhyun le mordía un glúteo para luego pasarle la lengua por su entrada. Gimió al contacto y se aferró con fuerza a las sabanas bajo él.

Quiso alejarse, pero Kyuhyun se lo impidió.

-No...Kyu-habló entre jadeos-e...es...tá su...cio. Pero el castaño no parecía oírlo pues continúo con su labor.

Sungmin encorvo la espalda y llevo su cabeza hacia atrás al sentir como las manos de Kyuhyun comenzaban masturbarlo mientras el continuaba lamiendo su entrada.

-Sabes delicioso-escuchó que Kyuhyun le mencionaba.

Estaba soltando más pre-semen de lo normal.

-Por...fa...vor Kyu-suplicó-quie...ro correrme.

Kyuhyun sonrió para luego separarse de él dejando un hilo de saliva a su paso, se relamió los labios y se acomodó para por fin penetrar a Sungmin. El castaño entró sin avisar provocando en Sungmin un quejido de sorpresa y placer. Ambos cuerpos se encontraban perlados por el sudor.

Kyuhyun lo embestía con fuerza y cuando toco el punto de placer en Sungmin, sintió como lo apretaba provocando que gimiera, se sentía tan bien.

-Te has vuelto todo un pervertido Min-le mencionó- apretándome tan descaradamente aquí abajo.

Sungmin no respondió, pues estaba perdido en una oleada de placer.

-Vamos a corrernos juntos-hablo de nuevo el castaño.

Y tras unas estocadas más ambos alcanzaron el orgasmo. Sungmin manchando las sabanas y el castaño llenado su interior, Kyuhyun había reducido el uso de condón a la hora de tener sexo con él y eso le fascinaba.