Al llegar a casa todo me seguía pareciendo un sueño. Estaba en mi mundo de enanitos verdes volviendo a pensar en aquella tarde y en el beso que habían hecho que olvidase todos mis problemas. Zero hacía que mi vida pegase un vuelco cuando estaba con él a solas.
Te gusta.
Le quieres.
Y lo peor es que mí subconsciente a lo mejor tenía razón.
Bajé al salón para la cena de un humor excelente hasta que vi a mi padre. Se me hacía muy raro verle tan pronto en casa, lo que significaba que lo tendría que aguantar más y tendríamos bronca antes. Para mi, no era mi padre desde hace mucho, se había convertido en el ser que más odiaba
- Hola Donna, ¿qué tal te ha ido el día?
-No creo que te interese Jess, puedes ahorrartelo. -dije mientras me sentaba a la mesa.
-Preferiría que me llamases papá como hace tu hermano. -se estaba empezando a enfadar.
-Cuando te comportes como tal, puede que lo haga.
-¡Chicos, chicos, haya paz! Dejar de discutir por una vez en vuestras vidas, y tú Donna, no le contestes así a tu padre. -Y allí estaba mi madre con su preocupación fingida también.
Todos en la familia sabían que aquello era un matrimonio de conveniencia, que todo ese amor que tenían en realidad era una gran farsa.
-No es mi padre... -dije por lo bajo. Por suerte no me escucharon.
La cena transcurrió en silencio, como siempre. Aquellas broncas me quitaban el apetito y en vez de comer removia la comida por el plato. En cuanto terminé, subí rápido a mi habitación. Cogí el móvil y vi que tenía mensajes, pero no me apetecía contestar. Me puse los auriculares, me tumbe en la cama y me quedé dormida escuchando Die For Something Beautiful.
Me desperté a las 5 de la mañana a causa de otra de mis pesadillas.
Esta vez, estaba en una pradera y vi al fondo una rosa negra. Cegada por su hermosura, sin vacilar fui hacía ella sin percatarme de lo que pasaba a mi alrededor. La rosa estaba en el centro de una masa de zarzas con espinas afiladas como cuchillos y parecían colmillos. Al atravesarlas me arañaban y me desgarraban la piel, pero yo seguía y seguía hacía delante sin darme cuenta de todo lo que estaba sangrando. Y justo, al llegar al centro y dar un paso al frente para coger la rosa, no vi el foso que había y caí al abismo que parecía no tener final.
Al despertar estaba llena de sudor y con el pelo revuelto como si hubiera pasado de verdad. Incluso tenía marcas de arañazos en los brazos y las piernas. Sería pura casualidad.
Qurdaba una hora para que sonase la alarma, por lo que decidí cambiarme y salir a correr. A estas horas, era todo un lujo que la brisa mañanera te despertase.
Al salir por la puerta, vi a alguien tirado en la carretera. Sin dudarlo dos veces, corrí hacía él.
-Ey, ey, ¿está bien?
-Perfectamente, preciosa.
Esa voz...
Esa voz era la de ayer, ese era el chico que había hecho que me marease, el que dijo que era un juego.
-No deberías de estar aquí.
-¿Acaso tú sí, nena? -se giró hacia mí y puso su cara en mis claviculas y empezó a olerme. Mi respiración empezó a agitarse.
Y como en un acto reflejo, le empuje. Él sonrió, y pude ver sus colmillos manchados de sangre. Habría tenido alguna pelea y habría salido perdiendo. Se lo merecía.
-¿Cómo te llamas? -dije temblando.
-Kaname, y si la siguiente pregunta es que si soy el hermano de Zero, sí; soy su hermano mayor.
De repente el silencio se apoderó de la situación. No sabía qué le había pasado, no sabía qué hacer con él. Era el hermano de Zero, no creo que se le ocurriera tocarme.
O sí.
¿Acaso sabes lo que siente Zero por ti?
¿Crees que por un beso te quiere? ¿Que puede sentir algo por ti?
Tenía que dejar de torturarme, aquello no me venía bien. Además, ahora no venía al cuento.
-Bien, pues ya que no voy a salir a correr, puedes desayunar en mi casa y luego vamos a clase. Si quieres claro.
-Me parece bien.
Entramos en mi casa y le solté el típico rollo de que no hiciera ruido. En lo que yo me fui a cambiar le dejé desayunando unas tostadas con chocolate caliente.
¿Por qué había aparecido justo en frente de mi casa?
¿Qué le había pasado?
¿De dónde había salido tanta sangre?
¿Qué pensaría Zero cuando me viese con su hermano entrando en el instituto?
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Un Zero en mi vida
Romance"Su mirada, su voz... Él en sí mismo me llamó la atención y me atrajo hacia él desde el primer día en que vi esos ojos..." Una historia de amor entre adolescentes, no tan corriente como las demás. Fanfic de Vampire Knight.