Entre la oscuridad y la luz

132 9 4
                                    

Pov Igneel

Los llantos angustia de mi hermano, el sonido de alerta de los doctores, la voz llena de pánico de mi padre
-¡No te mueras!- la agonía de mi amado gemelo y los latidos cansado de mi angustioso corazón eso era lo único que oía, mi respiración era dolorosa me conectaron a una máquina extraña revisaron los pulsos
-¡Igneel!- oí un grito de mi padre y lo vi directo a los ojos vi su angustia, su miedo además me di cuenta de algo que sabía no era la primera vez que pasaba por algo como esto, no era la primera vez que que veía a alguien siendo internado de urgencia con posibilidades de morir así que sonreí suavemente para después cerrar mis ojos.

El día no tenía estación predilecta las cuatro estaban en perfecta armonía cada una traía lo más hermoso de ella, el invierno la nieve blanca y pura, la primavera las bellas flores coloridas y un perfecto sol radiante, el verano y sus bellas lluvias y cuantos relámpagos son bien recibidos por último el otoño y sus perfectas corrientes de aire, todo en un prado y ahi enmedio de todo eso estaba yo con una bufanda negra y pantalones de igual color, musculosa y chaleco blanco solté un suspiro y me senté en una roca sintiendo el fresco aire que me rodeaba estaba muy tranquilo aquí
-¡Que precioso!- me sorprendí y me di la vuelta ahí con un bello vestido blanco sus cabellos rubios sueltos y sus ojos chocolate viendo toda la escena maravillada me sorprendí
-Tu alma es preciosa, la de tu padre es sólo un manto oscuro, la de Lucy es un precioso prado lleno de juegos infantiles, mariposas y flores inclusive creo haber visto un unicornio, la de Akiel ahora es más cálida una roca en medio de un prado gris pero con una bella luz cálida pero la tuya es sorprendente ¿me pregunto como será la de tus otros hermanos?- trague aire y me sorprendí al verla danzando entre aquel espacio tan raro
-¿Mamá?- pregunté mientras mis ojos se llenaban de lágrimas
-Claro vengo de visita después de todo ya he visto a cuatro de ocho- dijo ella mientras se sentaba a mi lado
-¡¡Mamá te extrañó tanto!!- grite y me arroje a sus brazos
-Yo también pequeño dragón no sabes como te he extrañado- me refugio en sus brazos tan cálidos y suaves oí sus latidos eran tan suaves y llenos de una melodía perfecta
-Mamá te amo mucho- ella soltó una risa pero entonces recordé algo ella dijo alma y no un sueño
-¿A que te refieres con alma?- mi mamá me sonrió, la bella sonrisa que yo tanto amaba era simplemente perfecta
-Yo no aparezco en sus sueños sino en sus almas para ver aquello a que más le temen, cuando los visite a todos ustedes iré a ver a Natsu nuevamente- mamá depósito sus labios en mi frente y me arrolló cuál niño
-Tengo miedo de morir y dejar a Akiel no le dije sobre mi enfermedad- mamá acarició mis cabellos con suavidad transmitiendo paz
-No vas a morir, mientras tomes tus medicinas no vas a morir porque tienes un corazón enorme Igneel, sólo libera un poco de ese odio que tienes en tu corazón eso te hace daño mi pequeño dragón- solté una risa y la vi era luminosa
-De acuerdo le daré una oportunidad a Natsu pero hasta que se lo merezca no lo llamaré padre- oí su risa y alce mi vista ahí me deposito un beso en mi mejilla me puse de pie y le lance nieve ella se puso de pie y me persiguió para lanzarme más nieve
-¡Te voy atrapar!- grito y yo solté una carcajada
-¡No es cierto!- dije para escaparme.

La luz impacto mis ojos a la derecha estaba Akiel y frente a mi Natsu solté un gruñido al ver las máquinas conectadas, apreté mis manos y note una segunda mano
-Aki despierta- mi hermano se tallo sus ojos y me observó con una sonrisa
-Que bueno que despertaste- dijo el sonreí
-¿Y el tío Happy?- pregunte el sonrió y se paro pero no me quiso soltar así que le lanzó un zapato a Natsu pero el lo atrapó en sus manos
-Fue con tu hermana y Zeref a la casa Larcade y ella tenían que  descansar sólo estamos nosotros tres- dijo con una sonrisa asenti a Natsu y sonreí pero cuando le iba a decir algo el teléfono de Natsu sonó lo puso en la mesa y colocó el altavoz
-¿Que pasa Happy?- pregunto y se acostó en el sillón se veía cansado
-Bueno verás hace una hora llegamos y bueno ahorita los dragones gemelos están aquí con una orden de cateo- abrí mis ojos de par en par y Natsu también Akise sólo me dio de comer puré de papas salido de por ahí la verdad no puse atención de donde lo sacó
-¿Que? ¿Porque?- vi a Natsu mientras Akiel me daba más comida esta vez ensalada
-¿No hay carne?- el me sonrió un poco
-La enfermera dijo que por el momento nada de carne- bufe y acepte la comida que me daba
-Quieren revisar el cuarto de tus trillizos- sonreí y Akiel me dio jugo rodé los ojos
-Ya veo mira diles que esperen un momento- sonreí y Akiel me dio más comida cuando alguno de nosotros se enfermaba era lo mismo nos cuidamos entre ambos y siempre veíamos que quería el otro no importa lo mínimo que fuera incluso el cambio de canal de la tele, sonreí un poco era lo mismo
-De acuerdo Natsu sólo apurate Zeref fue a la empresa y estoy con Charles los niños ya se fueron a la escuela claro menos Elise y los trillizos- Natsu asintió y Akiel término de darme el puré y la ensalada
-¿Y el postre?- pregunté con sorpresa
-Tenía hambre- rodé los ojos y e me dio gelatina
-De acuerdo mira voy a ver lo de Igneel y dile a Sting que mientras yo no este ahí no puede entrar a la habitación de los trillizos- con eso último colgó el teléfono
-Akise te lo encargo voy a ver a que horas se van sólo espero que los trillizos no tengan que pasar veinticuatro horas en prisión otra vez- tome jugo y sonreí
-De acuerdo oto-san- con eso último Natsu se acercó a mi y me dio un beso en la frente al igual que a Akise.

Nos vemos luego adiós espero que les haya gustado.

Ayúdame a AmarlosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora