Beautiful Girl

CAPÍTULO 9

Una vez que preparamos el té Grace comenzó a hablar.

-Alice acudo a ti porque no me queda otra opción- auch eso dolió- Con esto no quiero decir que no te considere una de mis mejores amigas pero sé que estos temas no te interesan mucho. Ahora que Molly está todo el tiempo con Dan sólo me quedas tu. Por favor no pienses mal de mi es que sé que odias hablar de estas cosas, más ahora.

-¿Qué sucede? No comprendo qué es lo que dices que no  me gusta- no tenía idea a qué se refería.

-El romances y esa cosas.

-¿Por qué dices eso? Sí  me interesa, quizá no tanto como a ustedes pero sí.

- Es que a pesar de que tu siempre fuiste la única en tener un novio estable, no como Molly y yo, nunca estabas hablando de tu relación con él ni lo presumías y ahora que rompieron y de una muy mala manera sé que debes detestar el amor.

-Que mi relación con él no funcionará no quiere decir que detesto el amor, simplemente no lo quiero en estos momentos. Pero basta de hablar de mi ¿qué sucede contigo?

-Pues hay alguien que me gusta, pensé que sólo era un encantamiento de momento pero ya llevo varios meses así. Ayer me dije a mi misma “Grace ve por él y arriesgate”, pero fue peor de lo que esperaba. Estuve hablando con él tratando de sacarle el tema. Me ganó y comenzó a hablar de la persona que lo traía loco, me emocioné bastante ya que no tendría que arriesgarme yo. Pensé que quizá yo era la chica de la que hablaba con tanto entusiasmo pero no. No era yo.

-Grace ¿por qué nunca me contaste cómo te sentías respecto de él? y por cierto ¿quién es él?

-Es Pete- afirmó mi amiga un poco desganada.

-¿Pete Best?

-Sí. No sé cómo sucedió. De un momento a otro me encontraba muy enamorada de él. Antes sé que me atraía porque estaba en una banda y eso es entendible, a todas nos gustaba pero luego no salía de mi cabeza.

No me sorprendía que Grace hablará de esa forma de un chico. Ella y Molly habían salido con cientos y siempre se “enamoraban de cada uno de ellos”. Parecia que la historia se volvía a repetir pero esta vez era diferente ya que siempre les gustaban chicos ajenos a mi, ésta vez era alguien cercano.

-Grace ¿estás segura que es amor y no sólo ganas de acostarte con él?

-Alice me ofendes. Sé que es amor, esto es diferente, te juro que lo es. Quiero algo estable y lo quiero con Pete, pero él está enamorado de otra.

No le creía del todo esta historia, ya me la sabía de memoria pero quizá sólo quizá Grace estaba enamorada de verdad. Mi deber como amiga era creerle.

-Está bien, te creo. Sólo porque es la primera vez que te escucho decir que quieres algo estable. Y dime ¿quién es la chica de la que está enamorado?

-No tengo idea.

-Puede que seas tú Grace.

-Mmm no lo sé, si fuera yo me lo hubiera dicho- contestó mi amiga un poco desganado.

-Y entonces ¿quién podría ser?

-Es lo que tengo que averiguar. No me dijo quién es pero tú me puedes ayudar. Lo ves todos los días, sólo tienes que sacarle el tema. Y de paso hablale de mi.

-¿Me vas a usar?- pregunté de forma graciosa.

-Claro ¿para qué eres mi amiga?- respondió graciosa siguiendome el juego.

-Sí te voy a ayudar, ya verás que Pete no podrá resistirse a tus encantos.

Esa noche me acosté con la idea de un nuevo plan “enamorar a Pete”. Oh no eso sonaba como si yo lo quisiera enamorar, mejor el plan “hacer que Pete se enamore de Grace”. Pero también tendría una nueva investigación “averiguar quién le gustaba a Pete”. Me emocionaba bastante la idea de tener que investigar otra cosa que no fuera sólo el paradero de Lucy. No es que no me gustará eso sino que ocupaba mucho de mis pensamientos. Me hacía sentir culpable el hecho de que pasaba mucho tiempo con su novio o ex-novio, quién sabe. Los encuentros con Harold ya no eran tan investigativos, eran más de amigos y a veces pasaban cosas un tanto incómodas. Como esa tarde que mientras me hacía cosquillas estaba  sobre mi y yo no pude ver eso como algo normal sin otras intenciones, mi mente me había traicionado y llegué a pensar que me quería besar pero no, me equivoqué, él sólo estaba planeando su próximo movimiento para seguir con su malvado plan cosquilloso. La que estaba confundiendo las cosas era yo y no quería eso. Tenía que dejar de frecuentarlo tan seguido.