CAPÍTULO 16

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Abrí la puerta sólo un poco para ver si se trataba de alguno de ellos pero no vi a nadie.

Me dispuse a cerrar la puerta pero un pie me lo impidió al interponerse entre la puerta y el marco.

-No me dejes afuera Alice- esa voz.

Se acercó a la luz y ya no habìa dudas de que era él.

-Harold.

De inmediato lo abracé. Lo había extrañado muchísimo. Él también me abrazó muy cariñosamente.

-¿Dónde estabas estúpido?- le pregunté aún entre sus brazos.

-Yo también te extrañé Alice- dijo irónicamente.

-Me hiciste mucha falta. Ven vamos adentros.

Dejé a Harold en la sala y fui a calentar agua para tomar un té.

-Ahora si ¿dónde estabas?¿por qué te fuiste tanto tiempo?

-Alice no me fui mucho tiempo, fueron solo 3 semanas.

-Para mi fue mucho tiempo, además te fuiste luego de que, bueno ya sabes cuando discutimos por lo de Lucy. Pensé que estabas enojado conmigo y no me querías ver.

-No estaba enojado contigo, estaba enojado conmigo por tratarte de la forma en que te traté. Perdón por eso y perdón por no avisarte que me iría.

-Claro que te perdono. Sabes tuve que perder mi orgullo y llamar a tu casa pero un amigo tuyo, que por cierto sonaba muy extraño, me dijo que te habías ido de viaje.

-Oh si, pues yo le dije que se quedara en casa. Ya sabes cuidar cosas.

-¿Como una planta?

-Exactamente.

-¿Y dónde estuviste?

-Creo que el agua ya calentó, iré a preparar un té ¿quieres uno?

Asentí con la cabeza mientras él se dirigí hacia la cocina. Estaba impresionada con su capacidad para evadir temas ¿por qué nunca me decía a dónde iba? Fui a dónde se encontraba y lo vi muy concentrado preparando nuestros té. Me miró y me entregó el mío.

-¿Por qué te fuiste?-insiti.

-Oye muchas preguntas para mi. Yo tengo una pregunta para ti- como siempre cambiaba de tema.

-¿Cuál?

-¿Estás viendote con alguien?- preguntó cruzándose de brazos

-¿Cómo? no entiendo.

-Si sales con alguien.

-No, Harold ya deberías saber eso.

-Lo sé- afirmó mientras tocaba y despeinaba su cabello- es solo que vi a dos chicos saliendo de aquí, y pues ya es de noche y Alice ¿en serio con dos?

-¿Qué estás insinuando?- pregunté riendo.

-Yo pues no sabía si venir a saludar. Llegué y te vi en la puerta despidiendote de ellos muy cariñosamente y no quise interrumpir ¿Qué te causa tanta risa?-dijo un tanto molesto

-Harold, esos chicos eran mis hermanos.

-¡¿Qué?!¿en serio?¿te encontraron?-se veía bastante sorprendido.

-No, yo lo decidí. Hoy me animé a ir a mi casa, bueno la casa de ellos y ahora está todo bien. Me trajeron hasta aquí.

-Estoy muy orgulloso de ti- dijo cambiando totalmente la expresión de su cara. Ahora se veía más tranquilo.

De repente Harold me abrazó muy fuerte por lo que casi me hace tirar todo el líquido que estaba bebiendo ¿Y ahora qué le pasaba?

-Menos mal que eran tus hermanos. Tuve miedo de perderte- dijo en mi cuello.

-¿Perderme?

-Si ya sabes, quizás ahora tenías novio y te olvidabas de tu amigo Harold.

-Ay no digas eso, nunca te olvidaría.

Harold me contó que esas semanas que no nos vimos me tuvo muy presente pero nunca me dijo a dónde se fue ni el porqué. Agradecí que al menos no me mintiera ya que no me decía nada en realidad.

Para mi sorpresa me obsequió una pulsera que se veía bastante costosa, no podía aceptarla, de dónde habría sacado el dinero para ese regalo. No quería que gastara en mi, quizá necesitaba ese dinero. Él insistió en que la aceptara o dejaríamos de ser amigos, exagerado. Así que la pulsera ya es parte de mi, es como tener a Harold conmigo, no me la sacaría jamás.

Le conté sobre Pete y no le gustó para nada saber que yo le gustaba. También le hablé sobre la repentina aparición de Billy en mi casa, eso lo enojó aún más.

-¿Alice estás escuchando lo que dices? ¡Invitaste a comer a ese imbécil! Tú misma dijiste que había arruinado tu vida.

-Lo sé, mi hermano también me regañó por eso.

-¿En qué estabas pensando?- seguía molesto y eso que aún no le contaba del beso.

-Pues yo, no lo sé, estaba sola, me había peleado con Grace, Molly siempre está con su novio, tú no estabas, todavía no veía a mis hermanos. No tenía a nadie y me sentía mal, vino y al principio fui dura con él pero pudo conmigo. Es alguien a quien quise mucho y con el que pasé muchas cosas, me sentí como en casa- paré de hablar un momento esperando una respuesta pero se quedó en silencio por lo que proseguí- Aunque me cueste y me duela aceptarlo es así, él es parte de mi pasado, es parte de mi.

-Aún lo amas- afirmó.

-No, en absoluto ya no.

-¿Y entonces qué?¿ahora son amigos?

-Al final echó todo a perder. Él pues me besó y yo lo eché de casa y le dije que era un imbécil. No creo que lo haya tomado como que seremos amigos- dije tratando de parecer graciosa.

-No puedo creerlo, él solo viene, te enreda en su juego y luego te besa. Él ya ganó- aseguró entre enfadado y resignado.

-¿Qué estás diciendo Harold?- me estaba comenzando a molestar sus palabras- Primero, nadie me enredo en ningún juego, segundo, no hables del beso como si hubiera sido correspondido, y tercero él no ganó nada porque yo no soy un maldito trofeo.

-Perdón, tienes razón. Yo solo quiero protegerte Alice.

-Lo entiendo, en serio, solo quiero que me comprendas a mi también. Yo no lo amo pero tampoco lo odio, no es mala persona. Te prometo que no dejaré que se me acerque de nuevo.

-Esta bien. Es que eres tan amable, y a veces hasta ingenua que no quiero que nadie se aproveche de ti- afirmó tocando mi mejilla derecha con su cálida mano- Ahora debo irme, es tarde y mañana trabajas.

-Quédate a dormir- pensé en voz alta ¿por qué dije eso?

-¿Qué?

-Eh...que te quedes, digo ya es muy tarde.

-Realmente me encantaría, lamentablemente también tengo cosas que hacer temprano. Pero tendré la propuesta presente- dijo con voz un tanto seductora y graciosa.

Finalmente Harold se fue y yo me acosté a dormir ya que al otro día debía levantarme temprano. Sin embargo no pude conciliar el sueño en toda la noche, mis pensamientos me traicionaban. No podía dejar de pensar en los sucesos del día. Por fin había decidido visitar a mis hermanos y aunque al principio tenía miedo las cosas resultaron de maravilla, tener a mis chicos conmigo era lo mejor del mundo.

También estaba la vuelta de Harold. Verlo me hizo sentir más completa. Pero no entendía porqué le dije que se quedará a dormir. Claramente eso no estaba en mis planes, ni siquiera pude creer que aparecería en mis pensamientos, mucho menos que lo diría en voz alta.

Lo bueno fue que él no lo tomó mal, sino que dijo que le encantaría ¿Qué hubiera sucedido si aceptaba? No lo sé, pero de lo que estoy segura es de que tampoco hubiera podido dormir. No teniendo a Harold totalmente tranquilo, durmiendo a mi lado, pudiendo observar cada detalle de él sin ponerme roja de la vergüenza.

Algo me sucedía con él, y esperaba que no fuera amor.

Beautiful GirlDonde viven las historias. Descúbrelo ahora