Lea

8

Me levante de la cama y salí de mi habitación, ya no se escuchaba ruido en la casa. Todos se habían ido, el sonido de la puerta abrirse y cerrarse provoco que volteara a esta, mi hermano mayor había llegado a la casa. Se parado mirando fijamente en mi dirección, mis ojos brillaron y un poco de esperanza nació en mi.- ¡Taylor!. ¡¿Puedes verme?!, ¡ por favor dime que puedes verme!.

Mi hermano tomo su tabique entre sus dedos cerrando fuertemente los ojos. Mi esperanza cayo al suelo al ver que camino justo a un lado de mi sin darse cuenta de mi existencia en el lugar. Camine detrás de él para ir a su habitación, siempre me había gustado pasar tiempo con él, me contaba cosas sobre su escuela o veíamos videos sobre investigaciones, muertes y cosas paranormales.

Mi hermano se tiro en la cama en cuanto entro a su habitación, saco su celular y tecleo algo, lo guardo y se levanto a tomar su portátil e hizo justo lo que estaba pensando. Se tiro en la cama y comenzó a buscar videos, me recosté junto a él y me quede mirando fijamente a la pantalla sin prestarle atención al video, mi reflejo se pudo notar en la pantalla y al parecer mi hermano también se dio cuenta ya que en seguida se giro a donde yo estaba, su piel se puso de gallina y una lagrima salió de su ojo derecho.  Justo en ese momento el teléfono de la casa comenzó a sonar, Taylor salió disparado de su habitación directamente hacia la sala.- ¿Hola?.- Hablo mi hermano poniendo el teléfono en su oreja.- ¡¡La encontraron?!, ¡¿donde?!, ¡¿donde están?!.- Miro fijamente hacia el frente como si me estuviese viendo a mi aunque yo sabia que no era así.- Voy para allá.- Colgó la llamada y corrió a su habitación a cambiarse de ropa y bajar nuevamente corriendo en dirección a la puerta. Me apresure a seguir sus pasos aunque se me dificultaba un poco, unas cuadras después tomo un taxi y yo me subí con el. Le indico a el chofer que lo llevara a el hospital y el chofer comenzó a conducir.

-¿Donde esta?, ¿esta bien?.- Dijo mi hermano llegando hacia mis padres que estaban en la sal de espera.

-Tu hermana esta en un estado muy critico.- Dijo mi papá tomando den hombro a mi hermano.- Ella por el momento esta en estado de coma.

-¿Pero en donde la encontraron?, ¿Qué fue lo que le paso?. ¡Díganme!.- Grito Taylor con desesperación.

Justo cuando mi padre iba a hablar una enfermera lo interrumpió preguntando por mis familiares, mis padres y mis hermanos se acercaron a la enfermera y esta les indico que uno de ellos tenia que quedarse a pasar la noche conmigo.

Mi madre en seguida se apunto pero mi papá no se lo permitió. Al final quien se quedo conmigo fue mi papá.

Mi mamá y mis hermanos se fueron a descansar, escuche a mi papá decirles que le avisaran a James y a mis amistades que habían estado preguntando por mi para que ya no se preocuparan.

Sinceramente tenia mucho miedo de entrar a la habitación donde se encontraba mi cuerpo.

Escuche la voz de mi papá hablando con una enfermera, ella abrió la puerta de la habitación y fue ahí cuando me introduje en esta. Trate de evitar ver mi cuerpo en la camilla y me senté junto a mi papá en la baquilla que se encontraba ahí, pensé que tal vez pudo sentir mi presencia ya que su piel se puso de gallina. Suspiro levantándose de su lugar y caminando hacia el lado izquierdo de la camilla, no quería acercarme pero al final lo hice.  Camine hacia la camilla del lado derecho justo al frente de mi padre.

Se inclino un poco recargando su cuerpo sobre sus manos que se encontraban en el colchón de la camilla.- Tienes que ser fuerte hija. Los doctores dicen que si no despiertas te tendremos que... Te tendremos que dar por...- La voz de mi padre se quebrar al decir esta ultima palabra. Pocas veces había visto a mi papá llorar, su actitud siempre era de un hombre duro y firme pero la veces que lloraba me partía en dos el corazón.

Mi padre no pudo terminar de hablar y las lagrimas comenzaron a empapar su rostro, no pude soportarlo y baje la mirada haciendo lo que no quería... Ver mi cuerpo.