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El momento en que mire mi cara con golpes demasiado marcados, un intenso dolor apareció en mi cabeza nuevamente . Cerré los ojos con fuerza y todo lo que sucedió en ese día y esa noche se hizo mas claro.

-¿Hola?.- Conteste la llamada por WhatsApp de mi amiga Brisa.- ¡Oh!, si en un rato voy para allá.

Salí de mi habitación hacia la cocina donde se encontraba mi mamá preparando la comida.- Mami, ¿puedo ir a la casa de Briza?.- Pregunte mientras me balanceaba con mis talones hacia adelante y hacia atrás, mi madre me miro con fastidio y me reprendió por el movimiento que estaba haciendo. Hice lo que me ordeno y la mire.- ¿Entonces si?.

-Si, pero no regreses tan tarde.- Bese la mejilla de mi mamá y me despedí de ella caminando hacia la puerta de la entrada para ir a la casa de mi amiga.


-Adiós , te vas con cuidado y me avisas cuando llegues.- Se despidió mi amiga de mi después de pasar un rato en su casa.

-¡Claro!.- Dije y comencé a caminar rumbo a mi casa, estaba un poco nerviosa porque ya estaba oscuro y no conocía a nadie por estos rumbos.

Alguien me llamo por mi nombre, me gire para ver quien era y un golpe en la cara provoco que mi vista se nublara. No podía ver bien a la persona, lo que si sabia era que fue una chica quien me golpeo.

-¡¿Que te pasa?!.- Le grite tomando mi cabeza con la mano izquierda.

-Tu no sabes quien soy, pero yo si se quien eres tu. Lea...

LeaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora