Al día siguiente me desperté y me vestí,igual que el día anterior.
Cristina y Noelia vinieron a mi casa y nos fuimos otra vez al instituto. Estábamos las tres en la misma clase así que saqué el horario para ver que asignatura teníamos.
-Biología.-dije.
-Nada mejor que empezar un viernes con biologia.-dijo Noelia con sarcasmo.
Nos metimos en el aula y nos sentamos al final en una mesa de tres. Ellas en las esquinas y yo en medio. Entonces se me acercó Raúl, un amigo de la infancia con el cual tenia mucha confianza. Se apoyó con los dos codos en la mesa, se inclinó hacia mí y se me quedó mirando a los ojos. Raúl era muy guapo, ojos azules y moreno, no muy común. Ni muy delgado ni muy gordo, normal.
-Hola Clara.- me dijo con un tono entre alegre y provocativo.
-Buenos días.-sonreí.
-Escucha, ¿Tienes algo que hacer esta tarde?-Me preguntó tranquilamente.
-Emm... No, creo que no.-respondí.
Las chicas estaban mirándonos atentamente.
-Pues ahora si nena,-espera ¿me había llamado nena?- esta tarde voy a tu casa a las cinco a recogerte.
Antes de que pudiera contestarle ya se había ido y se sentó en su sitio.
-Clara,-me dijo Cristina.- tienes una cita, ¿Eres consciente de ello?-sonrió.
-No es una cita Cris, solo hemos quedado para dar una vuelta.-le dije.
-Si si si, seguro vamos.-añadió Noelia siguiendo a su hermana.
-Bueno lo que digáis, no es una cita y punto.-acabé algo enfadada dando a entender que ese tema de conversación se había acabado.
-Vale vale no te enfades hija.-Me dijo Noelia.
Entonces se hizo un silencio. Yo estaba sacando el cuaderno de la mochila en frente mía cuando Cristina me dio un codazo.
-¿Qué pasa?-pregunté.
-Mira.- me dijo Noelia sin dejar de mirar hacia detrás.
Entonces me giré y le vi, ahí estaba, mi amor platónico, el chico del parque del otro día. No me lo podía creer, no había sido un sueño, ese chico perfecto existía de verdad. Llevaba unos pantalones vaqueros ceñidos, una camiseta negra con lunares blancos y una chaqueta vaquera de mangas cortas. Era un poco ortero el conjunto, todo había que decirlo pero eso no quitaba el hecho de que ese chico fuera genial. ¿Era verdad? ¿El amor a primera vista existía realmente?
-¿La clase de biología?-preguntó el chico.
Nadie respondió, todos ya estaban en sus asuntos menos mis amigas y yo que no le quitábamos la vista de encima. Me miró. Asentí. Se sentó justo detrás mia. ¿Que me estaba pasando? No podía ser. ¿Me estaba enamorando? Era imposible, no le conocía de nada.
Cristina se me acercó y me susurró al oído:
-Clara háblale.
-Ni de coña.- le dije.
No pensaba hablarle, me daba demasiada vergüenza.
El era demasiado perfecto y yo demasiado imperfecta. No podía salir nada bueno de aquello.
-Hola.- escuché.
Nos dimos la vuelta.
-Hola.-dijo Noelia.
-Encantado, soy Gonzalo Benítez.
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un año cualquiera
Romantizmuna historia de mi primer amor. la historia trata de una chica, clara, la cual se enamora por primera vez de un chico que ni siquiera sabe que existe