Peligrosa habitación

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Santiago:

Estaba tan ansioso, durante todas las clases de entre la conversación con la subdirectora y la salida, yo estaba completamente nervioso y emocionado, yo nunca, nunca había entrado a la casa de Alian, creo que nadie de toda la escuela, había entrado a la casa de Alain, y yo, por fin tendría ese privilegio. Aún no se que me pasaba, no sabía cómo explicar el por que le contestaba lo contrario a lo que realmente quería decirle a Alain.
Además estaba el punto de que él tal vez solo me quiere como un juego.

Estábamos en la entrada todavía.

- Sabes mejor me voy, hacemos el proyecto separados y luego lo juntamos- dije, soy muy tonto, agregué ese comentario a la lista de disculpas y me di media vuelta, me iba a marchar.
Él me tomo de brazo y con la otra mano me tomo del hombro, ¿Qué le pasa?
Camine a dónde me dirigía, era su coche, un Zagato Volpe color pistache, me subió y empezamos el viaje a su casa.

- ¿Cuánto falta para que lleguemos a tu casa? Mientras más rápido mejor, no quiero estar con el rey de los estúpidos todo el resto del día- dije, un comentario más para agregar a la lista de disculpas, yo quería estar toda la tarde con el chico más perfecto del mundo: Alain, que ya no era mi mejor amigo, mi relación era confusa, ni yo mismo se donde presisamente poner a Alain, un amigo, un conocido, compañero, algo más. No se, sólo se que el sentimiento que crecía en mi pecho era amor.

- Bueno esta es mi casa- dijo, frente a una casa muy grande, de ancho y de alto, tenía un gusto rústico y moderno al mismo tiempo, color blanco, techo en picada, con teja roja, tenía una puerta de vidrio, estaba separado como en dos bloques, donde estaba la puerta, había arriba un balcón, era una casa muy bonita.

- No te quedes ahí, pasa- dijo Alain con una sonrisa.

Yo no dije nada y pase detrás de él a la casa, por dentro estaba mucho más bonita que de afuera, la entrada de la casa tenía el piso de madera, había un escalón donde cambiaba el piso, ahora era de mármol, casi toda la casa era de color blanco, su sillón era color café, sus escaleras eran blancas, pero tenían tablones de madera.

- ¿Puedes subir a mi cuarto?- dijo Alain, estaba muy feliz, pero ¿por qué?- Enserio no es mucho, por favor deja de sonreír.

Yo no me había dado cuenta de que estaba sonriendo- Osea que no te gusta mi sonrisa, ok, ya entendí- dije, aún que yo se que a eso no se refería.

- No, no es eso...- le interrumpí con la mano.

- Quedó lo suficientemente claro.

Subimos las escaleras al segundo piso, pero como ví que las escaleras no terminadan ahí, supuse que había una tercera planta.
En la segunda planta solo habían 3 puertas.

- Mi cuarto es esta puerta, pasa- dijo él, mientras me señalaba la puerta más lejana a las escaleras- si me disculpas, tengo que pasar al baño- dijo y se encaminó a la puerta más sercana, yo me pregunté ¿Qué es esa puerta? Sé que no es la de sus padres, pues ellos ya no están, mejor me quedaba con la duda y me fuí a su cuarto.
En el cuarto, todo estaba hermoso, tenía el techo pintado de blanco, lo demás era de madera, tenía una ventana en el lado izquierdo y una puerta de cristal del derecho, las dos tenía cortinas color marrón, supuse que la puerta daba al balcón; su cama era muy grande, más grande que la matrimonial, era blanca, con 2 almohadas grandes blancas y dos mas, más pequeñas, color cafe; del lado izquierdo tenía un sillón del mismo color, del derecho una mesita de noche del color del piso, enfrente estaba un baúl que también parecía sillón, me giré y a lado de la puerta estaba un closet enorme del mismo color café del piso.

- Lo siento, aquí estoy - dijo mientras entraba por la puerta.

- Tú casa es impresionante- dije con una sonrisa, ¡si! Dije lo que quería decir.

Detrás de aquel sentimiento (Yaoi)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora