Una adicción

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Alain:

-Espera, por favor- dije mientras veía como se marchaba hacia su clase.

Se estaba yendo y yo le tomé del brazo, jalando a la dirección contraria, lo metí al baño y le tomé la cara con mi mano, para que me viera, estaba quieto, pero me esquivaba con la mirada

- Me puede dejar ir, tengo clase.

¿Qué era esa forma tan formal de hablarme? Parecía niño pequeño cuando se enojaba y empezaba a hablar así.

- No.- lo dije un poco más firme de lo que esperaba

-¿Entonces que quiere usted?

Había una sola cosa por la que me hablaría así, seguía muy enojado conmigo.

- Quiero que dejes de hablarme así.

- Está bien, ¿Ahora me puedo ir?- dijo sin ningúna expresión, todavía no me veía a los ojos

- ¿Me puedes ver a los ojos? Por favor- le pedí en suplica lo que hizo que él abriera los ojos y me mirara- Oye, lo siento, me tengo que disculpar, realmente no sé por qué te has enojado conmigo, pero lo siento- lo dije con total sinceridad.

Él saco poco a poco el aire que retenía y se deslizo por la pared, hasta terminar en el suelo, sentado de chinito, con los brazos cruzados y mirando hacia arriba, hacia mi

-Torpe como siempre, está bien, disculpa aceptada.

Yo me senté en cuclillas y lo mire a los ojos, luego recorrí su nariz, hasta su boca, es hermoso, no es como los chicos normales, ni tan llamativo como otros chicos, él es hermoso, regresé a mirar sus ojos y me sorprendí al ver que estaba nervioso, algo se movía en mi estómago y también un poco debajo de él, sentí como mi corazón empezó a acelerarse.
Me encanta cuando se pone nervioso, él es un poco moreno, por lo que no se ve si se sonroja o no, pero no hace falta, por que empieza a mover los dedos de las manos y rascarse la nariz de vez en cuando, también empieza a mover los ojos como tratando de encontrar algo, me encanta este chico; volví a posar mi vista en sus labios, unos labios bien delineados, carnosos, color rosa, pero parecía que se había delineado el borde de los labios con café, me encantaba este chico.

-Oye...

No le dejé terminar y junte mis labios con los suyos que estaban levemente abierto, por que iba a decir algo y yo le interrumpí, él estaba en shock.
Cuando me separé de él, me lamí los labios, sabia a miel.
Él salió de shock y me miro con los ojos bien abiertos, después se tocó los labios con su dedo índice.

- Mi primer beso...- dijo en un susurro casi inaudible, sin separar su mano de sus labios.

Le aparte la mano y me acerque a él nuevamente, quería más de él, era una sensación magnífica, con sólo probar poco de él, yo ya me había vuelto adicto, él era mi droga, una facinación exelente, cerré los ojos y volví a unir nuestros labios, está vez paso de un simple y casto beso a algo más salve e impuro, Santiago me estaba aceptando y siguiendo el beso, él abrió la boca y yo no perdí oportunidad, metí mi lengua en su boca, jugaba con su lengua, cerrábamos y abríamos la boca, yo me sentía un explorador, encontrando tierras vírgenes, volviendolas mías, de mi propiedad, de nadie más, sólo mías, me sentía feliz he insaciable, quería más, más de él, yo moví mis brazos que estaban en sus caderas y empecé a desabrochar su pantalón, iba a meter una mano dentro de su boxer, que ya tenía un bulto como él mío, cuando se separó de mí, se levantó, se cerró el pantalón y se fue corriendo del baño, yo le iba a seguir, pero al final no lo hice, ¿por que se había levantado? ¿y si había hecho algo mal, para que él se hubiera levantado y se fuera?¿por qué al final no le seguí?
Me quedé tirado en el piso, esperando que se bajará por si solo, esperé alrededor de 20 minutos, luego me levanté y me fuí a clase.

Detrás de aquel sentimiento (Yaoi)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora