El lugar estaba iluminado por la luz del sol, no había nada en el mundo que ella odiara más que las mañanas, eran movidas, llenas de vida, prefería la noche, cuando las calles se quedaban solas, por miedo a que algo malo les pasara, pero bueno, ella era una bruja, una de las mejores que hubiese dado su generación, si bien no era tan excelente como su hermano mayor, era buena en lo que hacía.
—Te llegó una lechuza –informó el hombre desnudo frente a ella, la pelirroja hizo una mueca de desagrado al reconocer a la tonta ave de su padre, negó, regando sus cabellos en la almohada.
—Lily –la llamó –podría ser importante –razonó.
—Ya basta –se levantó enfadada –hemos dejado en claro que no te meterías en mis asuntos con mi familia.
—Lo sé –gruñó él llevándose la mano al pelo alborotado –pero pensé que tu riña familiar terminaría pronto, no siete malditos años.
—Son mis asuntos familiares –soltó enfadada –y si es lo que quieres bien.
Se levantó de la cama, avanzando desnuda hasta el ave, le quitó la nota y le aventó la mano, espantándola para que echara a volar; la abrió y paso los ojos rápidamente por la nota, Lily arrojó el pedazo de pergamino sobre la mesa y regresó hasta la cama, cobijándose.
El hombre se estiró a sujetar el pergamino y leyó rápidamente, girándose hasta la mujer que se había vuelto a quedar dormida, no entendía que había pasado con esa bonita familia que recordaba, pero se había roto, observó de nuevo la letra irregular, imaginaba por el llanto, porque la tinta estaba un tanto corrida, la frase más significativa no le había afectado en nada.
Lily, murió el abuelo Weasley, esperamos que puedas venir.
—Mamá.
Entró a la ducha, no tardó ni cinco minutos, su armario estaba lleno de trajes a la medida, colgados a un lado estaba la ropa de la bonita pelirroja que aun dormía como si nada hubiese pasado.
—Lily, me tengo que ir a trabajar, supongo que no irás al funeral de tu abuelo.
—Tienes razón, hay cosas más importantes –se acomodó.
—Dormir no es algo tan importante cuando se trata de la muerte de un familiar, te lo recuerdo.
—Qué bueno que no es tu familia entonces –se giró dándole la espalda.
Suspiró, esa actitud no era para pretender que le había dolido la muerte, la noticia, lo que fuese, normalmente a Lily no le importaba nada con su familia, cuando cumplió los diecisiete, dejó oficialmente de ser parte de la familia Potter, como ella solía referirse a su propia familia, y no los había vuelto a contactar por esos siete largos años, aun cuando ellos habían hecho de todo por mantenerse cerca; era la primera nota en esos años, que ella abría.
La pelirroja se despertó cerca de las dos de la tarde, un poco más relajada, no había podido dormir muy bien, así que tenía que reponer el sueño, observó la nota sobre el buró, con la noticia apuntando directamente hasta ella, frunció el ceño y suspiró, se puso la bata y tomó el pergamino, para arrojarlo al fuego, fue hasta la cocina del amplio apartamento, siempre estaba sola, o la mayoría del tiempo, y no es como si le molestara.
Desayunó mientras leía el periódico, desde hacía más de un mes, que no dejaba de ser noticia el contrabando de animales extremadamente raros, en todo el globo se estaban perdiendo, así que no se explicaban como bestias tan grandes y fabulosas, no habían llamado la atención de los muggles aún.
Tomó un baño, que duró hasta que el agua se enfrió, se arregló lo suficiente, un vestido ajustado, que llegaba hasta sus rodillas, sus zapatillas altas y su bolso, se apareció a sí misma en el callejón Diagon, necesitaba ir de compras, no tenía nada que hacer.
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Una Lily Para James || James S. P x Lily L. P.
FanfictionSus padres los habían condenado a ese martirio, les habían maldecido al ponerles a cada uno, los nombres de sus abuelos, aunque los hermanos Potter siempre han sido muy unidos, tanto, que han traspasado ciertos límites, dejado de lado el lazo que lo...