Capítulo 4

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Las escaleras se plegaron, gracias a que yo acabé cogiendo a mi hermano, subimos por ellas y con la luz que emitía el móvil alumbramos la habitación.

- Whoa... - dijo Mike abriendo la boca.

- ¡Me la pido! -grité corriendo hacia el gran ventanal.

- No puedes dormir aquí, se supone que es para guardar cosas que no necesitemos o lo que sea que se haga aquí. - contestó él.

- Quiero que esta habitación sea mi dormitorio, además me la pedí yo primero.

- Pero eso no es justo, no puedes pedirte la mejor habitación de la casa sólo porque tu lo digas, tienes que preguntarle a papá y a Susan también. -contestó Mike.

- Callate listillo sólo lo dices porque la quieres para ti. -me empecé a reír por la cara que iba a poner.

- Pero bueno ¿Cómo te atreves a decirme eso? -se llevó a la boca una mano y con la otra hizo el típico gesto de una pija.

Los dos empezamos a reírnos sin parar eso produjo que nuestros padres subiesen para ver lo que ocurría.

- Hola chicos, ya se que estáis cansados por el trayecto pero ¿podéis ayudarnos a traer algunos objetos importantes a la casa? - dijo Susan asomando la cabeza.

- Las camas y algunos muebles ya están puestos. - añadió nuestro padre.

- ¿Papá puedo dormir aquí? - le pregunté algo insegura porque pensaba que sería bastante complicado traer una cama aquí.

- No, ¿por qué quieres dormir aquí? las habitaciones de abajo son bonitas, ve a echarles un vistazo.

- Es que este cuarto me gusta mucho, déjame dormir aquí por fa, por fa, por fa. -le rogué sin parar a mis padres.

- Esta bien, lo pensaré. Pero hoy no podrás dormir aquí ya que tendríamos que desmontar y montar la cama para que pudiese entrar al cuarto y ya es bastante tarde. -explicó papá mirando el reloj de su muñeca.

- Bajad para ayudarnos con algunas cosas y luego idos a dormir. - dijo Susan.

- Vale. -dijimos Mike y yo.

Mis padres bajaron y a continuación nosotros.

- Oye Alice ¿No tienes hambre? -preguntó Mike mientras bajábamos los peldaños.

- La verdad es que no porque mientras tu dormías en el coche nos acercamos a un McDonald's y compramos comida, intenté despertarte pero no me hacías ni caso.

- ¿Qué te parece si cogemos un poco de comida y la subimos a nuestras habitaciones? -preguntó sonriente.

- ¡Genial! yo te cubro, si hay palomitas coge por favor. -le ofrecí la mano y cerramos el trato lo siguiente que hicimos fue tomar los walkie-talkies y actuar como espías muertos de hambre.

- Aquí señorita Cuac, los intrusos se encuentran fuera de la casa, cambio y corto.

- Recibido, señor Oscuro se acerca al objetivo. Avise si los intrusos se acercan. Cambio y corto.

- Oh... no - las pilas se habían gastado y ahora no podía avisar a Mike de que nuestros padres se acercaban. Cogí la linterna y alumbré hacia un espejo que este a su vez hizo que la luz se reflejara y entrase a la cocina y le enviase una señal a Mike.

- Alice ven aquí y coge las cajas de allí. - me ordenó mi padre.

-¡Ya voy! -grité para que me escuchase papá y a la vez Mike. Al parecer captó mi mensaje y subió para dejar nuestro festín en una habitación.

Acabamos con nuestra tarea y fuimos corriendo al segundo piso, allí nos esperaba una gran recompensa.

- Misión cumplida hermanita. -alzó la mano para que le chocase los cinco. Ensemdimos la luz y nos tiramos de plancha a la cama, en frente de esta se encontraba una televisión.

-¡Qué guay, tienes tele aquí! -exclamé por ello.

- Creo que en la tuya también hay. -contestó Mike.

- ¿Vamos a darles las gracias? - me levanté para ir y él asintió.

ACOMPÁÑAME A VOLAR. (JACK FROST)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora