Capítulo 15

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  - Sólo con una condición, Alice debe permanecer sana y salva durante todo el proceso. - dijo con una voz firme. - Si le llegara a pasar algo recuerden que puedo abandonar esto en cualquier momento.

  Las tenues luces de las velas me impedían ver quién estaba allí, pero por la voz sabía que era mi hermano el que hablaba.

  - Córtate.

Mi hermano quien estaba sentado sobre una silla tomó el cuchillo que le ofrecían, se recostó en el enorme respaldo de madera que estaba tallado con hermosas líneas irregulares y cortó la palma de su mano. Pasó el cuchillo a quien tenía delante y este hizo lo mismo.

  - Haced el juramento. -ordenó alguien que tenía una voz familiar.

  - Prometo asegurarme de que a Alice no le ocurra nada siempre y cuando tú te unas a nosotros.

  - Prometo unirme a vosotros siempre y cuando a Alice no le ocurra nada.  -dijo Mike lentamente, parecía bastante nervioso.

  - Unidos por nuestro juramento. Unidos por nuestra sangre.  - mi hermano repitió lo mismo y le dio un apretón de manos.

Desde donde me encontraba apenas reconocía a esas dos personas que estaban con mi hermano, pero si notaba como se le dibujaba una sonrisa a aquel que les había ordenado hacer el juramento de sangre.

Di un salto y desperté de aquel extraño sueño. Jack estaba al borde de la cama mirándome con los ojos abiertos como platos por esa manera en la que me había levantando.

  - ¿Pesadillas?

  - Sí... bueno no se si son pesadillas, todo parecía muy real. Mi hermano está con ellos. - le conté mientras él se sentaba a mi lado y pasaba su mano por mi espalda.

  - ¿Con ellos? - asentí a modo de respuesta aunque miraba al infinito sin prestar mucha atención a lo me decía Jack.

  - Sí, ya sabes Jake y el otro hombre. Estoy segura que eran ellos los que estaban con él. ¿Crees que esto podría ser real?

  - La verdad es que no se, pero todo puede ser posible. Espera un segundo. - dijo levantándose de la cama para coger un libro de la estantería. - Mira, aquí está. Esto lo vi cuando llegamos aquí y si no me equivoco el libro te dice todo tipo de poderes sobrenaturales que podrías poseer.

Abrió el libro y comenzó a pasar las páginas rápidamente. Paró tras unos segundos y me entregó el libro. Eché un vistazo a la página 56, leí que es posible viajar a través del tiempo y del espacio para ver que le ocurre a personas de otros lugares tan sólo si me concentraba en ellos.

  Jack se volvió a sentar a mi lado enrollándome con su brazo, yo dejé que mi cabeza se apoyase en él y entonces cerré el libro, me costaba concentrarme a su lado. Me senté encima de él mientras que Jack me acariciaba sobre su sudadera azul con la que no sabía como había llegado a mí. Pegué mi frente a la suya ambos sonreímos y nos dimos un suave beso en los labios. Nos quedamos así durante bastante tiempo, él, yo y besos suaves.

Tras terminar de desayunar le pregunté:

  - ¿Podemos salir a dar una vuelta?

  - No. - dijo tajante.

  - ¿Por qué? - le pregunté sorprendida por como me había contestado anteriormente.

  - No quiero que salgas de aquí en ningún momento, podrían hacerte daño y yo no quiero perderte otra vez.

  ¿Dónde había quedado aquel cariñoso, simpático y alegre Jack? Tan sólo hace unos minutos no era así. Supuse que sólo quería que no me ocurriese nada, pero no podía dejarme encerrada aquí para siempre.

  Esperé a que Jack se quedase dormido con las caricias que le daba y salí de la cueva. Afuera una hermosa noche estrellada me esperaba. Sonreí y con aquel vestido plateado que llevaba puesto salí corriendo. Me sentía libre por fin. Salté arbustos y me agaché ante aquellas ramas desnudas para llegar hasta un claro. La luna brillaba sobre mí y entre mi entrecortada respiración gritaba. En ese momento me sentía como un lobo libre al que habían atrapado los humanos.

  Caminé rodeando todos los árboles del bosque hasta llegar a uno que me permitía subir a él para estar más cerca de la luna. Me abrí paso entre las hojas y llevé una de mis manos al cielo intentando alcanzar a la madre de la noche. El ruido de una rama partirse me alertó, bajé la mirada y vi a Jake. Pensé que me había escuchado pero no era así, él seguía su propio camino totalmente opuesto al mío. Desde el árbol intenté recordar por donde había ido Jake para que después de que se haya alejado lo suficiente para no escuchar como bajaba del árbol puediese seguirle.

  Siguiendo sus pasos llegué a otro claro pero este tenía una cama rota en el medio. Jake se metió bajo el hueco de debajo de la cama y desapareció. Tras pensarlo durante unos minutos decidí seguirlo.

ACOMPÁÑAME A VOLAR. (JACK FROST)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora